¿Cómo recupero la intimidad sexual con mi esposa, después de confesarle mi pecado? 2/3

Una relación sexual, o incluso una caricia puede ser una dura prueba para una mujer después de enterarse de que su esposo fue infiel. Generalmente él no sabe que en un encuentro sexual, su esposa estará pensando acerca de lo que hay en el corazón y la mente de él como hombre, más que lo que está sucediendo físicamente: ¿Por qué me toca así? ¿Será de esta manera como lo hacía con su amante? ¿Está pensando en mí o recordando a alguien más? ¿Está en realidad conmigo en este momento?

Con respecto a estas dudas, puedo darte el segundo consejo en esta serie.  Lee el consejo anterior en este enlace.

Para asegurar el corazón de tu esposa mientras buscas tener intimidad sexualcon ella, acostúmbrate a verla a los ojos, eso ayuda mucho para que ella sepa que estás completamente con ella. También es una muy buena idea que le expreses con palabras lo que sientes al verla, y que en realidad disfrutas de estar a su lado. No seas escaso con tus palabras y tus intenciones, pues la restauración es más un asunto del corazón y la mente, que del cuerpo. Probablemente tendrá que pasar un tiempo en el que no haya contacto sexual como tal, sino que necesites abrirte las puertas de su corazón de nuevo haciendo que ella se sienta única y no comparada con nadie más.

Como hombre, puedes aprender de Salomón, quien hizo un muy buen uso de sus palabras para construir intimidad con la mujer que amaba. En Cantares 4:9-10, muestra sus intenciones con palabras excelentes como “Cautivaste mi corazón, con una mirada de tus ojos. ¡Cuán delicioso es tu amor, más agradable que el vino, y la fragancia de tu perfume mejor que cualquier especia”. Seguramente este es el mejor camino para empezar una relación sexual basada en la confianza.

Necesitas estar consciente de que imágenes o recuerdos de pecado intentarán regresar a tu mente mientras estás con tu esposa. Es por eso que puedes ser intencional en formar y guardar nuevas imágenes mentales de tu esposa; procura mantener alguna lámpara encendida para poder verla y concentrarte en estar presente en el momento, con toda tu mente y corazón, y pídele a ella que te ayude con esos estímulos visuales, con su ropa o su arreglo personal. Estoy seguro que si lo pides cariñosa y cuidadosamente, lograrás explicar tu punto de vista, y enfocarte en bendecir ahora a tu esposa, y dejar el pecado sexual atrás.

Continuará.


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