¿Es la Oración una Opción o un Mandato?

LA VIDA DE ORACION DEL SEÑOR

Pero yo os digo; amad a vuestros enemigos, y orad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; porque El hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Mateo 5:44-45

Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. Mateo 26:36-39

Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar; Marcos 6:46

Más él se apartaba a lugares desiertos, y oraba. Lucas 5:16

En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Lucas 6:12

Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. Lucas 9:28

También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, Lucas 18:1

Muchas veces nos preguntamos si la oración es un mandato que todos los cristianos debemos cumplir, o si simplemente es una herramienta cuyo uso es para cuando la

necesitemos.

Pero Dios, sabiendo perfectamente lo que más nos conviene, nos da el mandamiento de orar. Eso lo podemos encontrar en los siguientes pasajes:

1 Cr 16:11 «Buscad a Jehová…«

Mt 7:7 «Pedid, y se os dará…«

Mt 26:41 «Velad y orad…«

Lc 18:1 «…la necesidad de orar siempre…«

Jn 16:24 «…pedid, y recibiréis…«

Ef 6:18 «orando en todo tiempo…«

1 Ts 5:17 «Orad sin cesar«

Stg 5:13 «…Haga oración«

Es una necesidad universal

El salmo 65:2 nos dice «Tú oyes la oración; A ti vendrá toda carne«

y en Is 56:7 «porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos«.

El hombre tiene en su corazón la necesidad de establecer una relación con Dios. Así fue creado. También requiere de la certidumbre de la eternidad (Ecl 3:11 «y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin«).

La importancia de la oración

El apóstol Pablo enfatizó a los cristianos del primer siglo la importancia de la oración. Escribió:

Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;

Orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso,

Para que lo manifieste como debo hablar. ara que lo manifieste como debo hablar.(Col 2:4)

Su enseñanza, nacida de lo más profundo de la experiencia personal a razón de que justo en el orar había aprendido a encontrar paz espiritual, respuesta a sus interrogantes y poder de Dios para alcanzar lo que humanamente era imposible, transformó la vida de decenas de hombres y mujeres.

De acuerdo al pasaje aprendemos por lo menos cuatro principios:

1.- Constancia en la oración.

El Señor Jesús hizo particular énfasis en la importancia de orar con perseverancia (Lucas 18:1) Esta pauta que nos asegura victoria en el clamor es la que reafirma el apóstol Pablo a los creyentes de Colosas.

2.- Una actitud de agradecimiento.

Muchas de las cosas que acontecen alrededor no alcanzamos a comprenderlas; no obstante, si estamos asidos de la mano de Dios, nada traerá dolor ni perjuicio (Salmo 112:7; Romanos 8:28).

3.- Dios cambia las circunstancias.

Cuando elevamos oración a Dios, bien sea por nosotros o por las necesidades de quienes nos rodean, Él responde poderosamente cambiando las circunstancias. Nada hay imposible que ponga tropiezo a lo que puede hacer el Todopoderoso.

4.- Dios es quien abre puertas.

El apóstol Pablo oraba pero además pedía de otros creyentes ayuda en oración con el propósito de que se abrieran puertas para la proclamación del Evangelio. Había depositado su confianza en Dios y sabía que, al orar, se tocan las puertas del cielo en procura de respuestas específicas… Y Dios responde con poder…

Dijo nuestro Señor Jesús:

De cierto, de cierto os digo: El que cree en Mí, las obras que Yo hago, también él las hará; y aún hará mayores que éstas, porque Yo voy al Padre. Y cualquier cosa que pidáis al Padre en mi nombre la haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré (Jn. 14:12-14).

Y luego:

Si permanecéis en Mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis, y os será hecho (Jn. 15:7).

Y más adelante:

En aquel día no me preguntareis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidáis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora, nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo esté completo (Jn. 16:23-24).

Bendiciones Celestiales…..


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.