Meditaciones Cristianas

La tierra de Borinquen donde he nacido yo es un jardín florido de mágico primor. Un cielo siempre nítido le sirve de dosel, y dan arrullos plácidos las olas a sus pies. Cuando a sus playas llegó Colón, exclamó lleno de admiración: «¡Oh!, ¡Oh!, ¡Oh!, esta es la linda tierra que busco yo.

Unos amigos nos regalaron una pieza de alfarería Raku. La etiqueta explicaba: «Cada una de las piezas está formada a mano, un proceso que permite que el espíritu del artista hable por medio de la obra acabada de una manera particularmente directa e íntima.»

El apartamento fue especialmente diseñado. Un arquitecto elaboró los planos: dos cuartos bien amplios, dos compartimientos para vestirse, un baño completo instalado a todo lujo y un balcón que miraba a un valle florido. Y todo esto con calefacción para los días fríos y refrigeración para los calientes. Pero este no sería un apartamento de soltero millonario; ¡había de ser una prisión! Uno de los grandes traficantes de drogas se lo hizo preparar para él mismo al reconocerse convicto de narcotráfico. Era una prisión bellísima, eso sí, pero prisión de todos modos.

Creo que ha sido el “clamor” de muchos hijos de Dios en todo el mundo… En algún momento de nuestra vida, el dolor, la enfermedad, la soledad, la frustración nos atacan tan fuertemente que llegamos a sentir como nos “duele la vida”. Es un fuerte aguijón clavado en el pecho que casi no nos deja respirar!

Paco de 8 años, entró en su casa, después de clase, pisoteando fuerte. Su padre, que se dirigía al fondo, al verlo entrar, lo llamó para una hablar. Paco lo acompañó desconfiado. Antes que su padre hablara algo, Paco dijo irritado:

Ted Turner, exitoso empresario de la TV, hizo una pregunta desafiante a su buen amigo Vartan Gregorian, presidente de la Corporación Carnegie: «Tú eres un gran recaudador de fondos. ¿Cuál es la mayor donación que has recibido?» Gregorian le dijo que fue una donación de 500 millones de dólares que Walter Annenberg hizo al sector de la educación.