Éxodo 31:1 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Éxodo 31:1 | Comentario Bíblico Online

Gran abundancia de detalles había declarado Dios acerca de la obra que mandó a Moisés hacer en el tabernáculo. Los materiales había de proporcionarlos el pueblo, pero ¿quién había de realizar la obra? Moisés había sido instruido en todos los aspectos de la cultura egipcia, pero no sabía esculpir ni bordar. Podemos suponer que habría entre los israelitas hombres expertos e ingeniosos, pero al haber vivido toda su vida en la esclavitud de Egipto, no podíamos pensar que ninguno de ellos estuviese instruido en estas curiosas artes. Conocían muy bien el arte de hacer ladrillos y trabajar el barro, pero trabajar el oro y cortar diamantes eran tareas que nunca habían tenido ocasión de aprender ni ejercitar. No había entre ellos plateros ni joyeros, sino solamente horneros y albañiles. Y para estas cosas, ¿quién está capacitado? (2Co 2:16). Pero Dios se encarga también de esto.

I. Él nombra las personas que se habían de encargar de hacer la obra. 1. Bezaleel sería como el arquitecto o maestro de los obreros (v. Éxo 31:2). Era de la tribu de Judá, una tribu que Dios se complacía en honrar; nieto de Hur, con toda probabilidad el mismo que ayudó a Moisés a tener las manos levantadas (cap. Éxo 17:1-16). 2. Aholiab, de la tribu de Dan, es constituido compañero de Bezaleel (v. Éxo 31:6).

Quizá fue escogido de la tribu de Dan, una de las menos honorables, para que las tribus de Judá y de Leví no se envanecieran pensando que ellas iban a acaparar todas las preferencias. Hiram que fue el arquitecto del Templo de Salomón, era también de la tribu de Dan (2Cr 2:14). 3. Algunos otros más fueron empleados por éstos como subalternos en las distintas tareas que exigía la confección del tabernáculo (v. Éxo 31:6).

II. Él capacita también a estas personas para el servicio (v. Éxo 31:3): Lo he llenado del Espíritu de Dios y (v. Éxo 31:6): He puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón. 1. Que el ingenio en las artes y oficios es un don de Dios; de Él se derivan tanto la facultad como la educación de la facultad. Dios instruye al labrador (Isa 28:26), lo mismo que al negociante; y a Él se le ha de dar la gloria y alabanza por ello. 2. Dios otorga sus dones con variedad; un don a uno, otro a otro, y todos para el bien de todo el cuerpo, tanto de la humanidad como de la Iglesia. Moisés era el más capacitado para gobernar a Israel, pero Bezaleel estaba más capacitado que él para construir el tabernáculo. 3. A quien Dios llama para algún servicio, o lo encontrará ya capacitado, o lo capacitará para él. El trabajo que había que hacer aquí era la construcción del tabernáculo y de sus utensilios, de los que se hace un breve recuento (vv. Éxo 31:7.). En relación con esta obra, las personas aquí citadas quedaban capacitadas para trabajar en oro, plata y bronce. Cuando Cristo envió a sus Apóstoles a construir el tabernáculo del Evangelio, derramó sobre ellos su Espíritu, para capacitarlos a hablar en diversas lenguas las maravillas de Dios; no para trabajar en metales, sino en mentalidades, y los dones eran tanto más excelentes cuanto más grande y perfecto era el tabernáculo que había de erigirse (Heb 9:11).

Éxodo 31:1 explicación
Éxodo 31:1 reflexión para meditar
Éxodo 31:1 resumen corto para entender
Éxodo 31:1 explicación teológica para estudiar
Éxodo 31:1 resumen para niños
Éxodo 31:1 interpretación bíblica del texto