Estudio Bíblico | Explicación de Génesis 31:1 | Comentario Bíblico Online
Jacob toma la resolución de dejar inmediatamente el servicio de su tío y suegro, para tomar sus posesiones y volver a Canaán. Tomó esta decisión:
I. A causa de la mala manera con que Labán y sus hijos se portaban con él.
1. Los hijos de Labán mostraron su mala voluntad en lo que dijeron (v. Gén 31:1).
2. El propio Labán no dijo mucho, pero su semblante para con Jacob ya no era el de antes, y Jacob se apercibió de ello (vv. Gén 31:2, Gén 31:5). Siempre había sido Labán un avaro y un maleducado, pero ahora lo era más que anteriormente.
II. Bajo la dirección de Dios y escoltado por una promesa: Jehová dijo a Jacob: Vuélvete … y yo estaré contigo (v. Gén 31:3). Vino acá por orden del Cielo, y aquí se estaría hasta que recibiera orden de volver. Es nuestro deber ponernos bajo la dirección de Dios, tanto en el salir como en el entrar. También animó a Jacob lo que se dice en el versículo Gén 31:13, Yo soy el Dios de Betel. Este había sido el lugar en que Dios le había renovado el pacto. Levántate ahora (v. Gén 31:13) … y vuélvete: (A) A tus devociones en Canaán; la solemnidad que habría quizás interrumpido en gran parte mientras estaba con Labán. (B) A tus comodidades en Canaán: Vuélvete a la tierra de tu nacimiento.
III. Con el conocimiento y consentimiento de sus esposas.
1. Envió a llamar a Raquel y a Lea al campo (v. Gén 31:4), para consultar con ellas en privado. Los maridos que aman a sus esposas han de comunicarles sus planes e intenciones. Donde hay afecto mutuo, debe haber mutua confianza. Les dijo el mandato que Dios le había dado en sueños de volver a su país (v. Gén 31:13), para que no sospecharan que su decisión era fruto de la inconstancia o de falta de afecto al país o a la familia de ellas, sino que vieran que se debía a la obediencia que había de prestar a su Dios.
2. Sus esposas consintieron de buena gana en lo que él había resuelto. Y deseaban marcharse con su marido y ponerse con él bajo la dirección divina: Haz todo lo que Dios te ha dicho (v. Gén 31:16).