Estudio Bíblico | Explicación de Job 38:19 | Comentario Bíblico Online
Después de hacer Dios alarde del poder que tiene sobre las criaturas que no se someten al hombre, muestra ahora el dominio que tiene sobre una de las que prestan su servicio al hombre como es el caballo, en especial el caballo que montan los militares del arma de caballería. Es probable que en el país de Job hubiese cría de caballos de buena calidad, de fuerza, agilidad y estampa (v. Job 39:19): «¿Diste tú al caballo la fuerza, etc.?» El caballo usa su fuerza al servicio del hombre, pero es Dios quien se la ha dado, pues Él es la fuente de todos los poderes de la naturaleza. Es una bendición para el hombre tener tal servidor, el cual, aunque es tan fuerte, es tan dócil que se somete a ser conducido por un niño y no se rebela contra su amo. Su cuello está revestido de una melena ondulante (v. Job 39:19). «La majestad (lit.) de su resoplido es terrible» (v. Job 39:20). «Escarba en el valle (v. Job 39:21) y va al encuentro de las armas y, en lugar de echarse para atrás ante el fragor del combate, hace burla del espanto» (v. Job 39:22). Todas estas características que son buenas cualidades en un caballo, no lo son en el hombre, pues sirven para describir el carácter de los pecadores presuntuosos (v. Jer 8:6).
