Una iniciativa que comenzó con un deseo muy simple, pero de gran importancia, está alcanzando proporciones nacionales después de haber sido reportada por varios medios de comunicación en los últimos días.
Es un campamento montado por evangélicos a orillas del puente Newton Navarro en Natal, Rio Grande do Norte (Brasil). El objetivo del grupo es monitorear el flujo de personas en el área para evitar nuevos casos de suicidio.
Hasta entonces, con sólo 12 días de vigilia, han logrado salvar la vida de 45 personas. La motivación para la acción vino de un pastor llamado Rubens Medeiros, y todo comenzó con un sueño.
“Tuve un sueño. Mi hijo caía de aquí, saltando. Me desperté llorando, desesperado. Sentí el dolor de las familias afligidas”, dijo, según la información de G1. Desde entonces, Medeiros ha reunido a los miembros de su congregación, la Asamblea de Dios milagros, y ha establecido un campamento en la base del puente.
Permanecen allí durante 24 horas y han llamado la atención de los residentes y de los medios de comunicación, que comenzaron a colaborar con el grupo para aprender el propósito, donando alimentos y otros materiales necesarios.
“Hacemos todo el trabajo de recepción, pero el trabajo es mucho más grande de lo que imaginábamos. Es necesario que estas acciones sociales realmente tomen una mayor proporción”, dijo Valdir Luiz, uno de los voluntarios.
Según la información de Agora RN, ya hay más de 200 iglesias diferentes participando en la acción, y no sólo evangélicas. Católicos y espiritistas también decidieron unirse al grupo para luchar contra el suicidio en el puente Newton Navarro.
“También hay sectores de la sociedad que son ateos y que nos ayudan con las donaciones de alimentos. Nos quedamos 24 horas en el puente y allí mantenemos un mínimo de 60 centinelas”, dijo el pastor Rubens.
“Centinelas” o “Caballeros del Bien” es como se llaman los voluntarios. Vigilan quién sube al puente y acompañan a la persona hasta el final del viaje, para asegurarse de que no se trata de un potencial suicida. Si es así, acogen emocionalmente a la persona, buscando orientación, haciendo desaparecer el deseo de quitarse la vida.
“Mucha gente de diferentes iglesias está viniendo hasta Natal, además de los estados cercanos”, agregó Medeiros, indicando que la iniciativa está ganando otra proporción, quizás la de un proyecto que debería tomar forma en los próximos días.
“Mucha gente también se detiene en el coche con donaciones. Gracias a Dios todos los días llegan alimentos y agua. Tenemos centinelas en el puente durante 24 horas para evitar que más personas intenten suicidarse”, dijo.
El objetivo del grupo es movilizar al gobierno de Natal para que instale redes de seguridad en el puente, así como más cámaras de vigilancia y otros accesorios, como muros de contención, para evitar que las personas accedan al borde del puente, impidiendo que salten desde 60 metros de altura.
