Estudio Bíblico | Explicación de Oseas 5:1 | Comentario Bíblico Online
1. Tres son los estamentos sociales a los que aquí se convoca para leerles la sentencia (v. Ose 5:1): Los sacerdotes, encargados de enseñar a los demás la Ley; la casa de Israel, representada probablemente por los ancianos del pueblo, y la casa del rey, toda la familia real. En nombre de Dios, el profeta les declara (v. Ose 5:1): «contra vosotros es el juicio, pues habéis sido un lazo (o trampa) en Mizpá y una red tendida sobre el Tabor». Trampa, red y pozo (en el v. Ose 5:2) eran términos familiares para los cazadores. Mizpá (hebr. Mitspáh), al este del Jordán, y el Tabor al oeste señalan los dos extremos del reino. Los lugares de corrupción quedan mejor señalados aún si, como da por «conjetura probable» Buck, el setim del versículo Ose 5:2 («los sediciosos») es una corrupción de shittim, «lugar en la región montañosa al este del Jordán, donde los israelitas se dejaron arrastrar por primera vez al culto inmoral de Baal-Peor (Núm 25:1.)» (Buck). Un detalle digno de ser notado es que el castigo de Israel es descrito (v. Ose 5:2) como correctivo disciplinar (hebr. musar, el mismo término de Pro 1:8, entre muchos otros lugares). A pesar de todas las corrupciones y apostasías, Israel sigue siendo el pueblo de Dios.
2. Esto se pone de relieve en los versículos Ose 5:3-5. Nótese el contraste: Aun cuando ellos no conocen a Jehová (v. Ose 5:4, al final), Jehová conoce (v. Ose 5:3) a Efraín, e Israel no le es desconocido (paralelismo de sinonimia en las dos formas de costumbre: positiva y negativa). Hay dentro de ellos dice Dios (v. Ose 5:4) un espíritu de fornicación, una tendencia habitual, fijada por la obstinación, de la que brotan inevitablemente obras de inmunda prostitución (vv. Ose 5:3, Ose 5:4). Pero lo que hace este vicio más irremediable todavía es la arrogancia de Israel, su soberbia (v. Ose 5:5). Dice Buck: «Imaginan que pueden ser ellos su propia ley, salvarse con sus fuerzas y su religión, y ya no sienten necesidad de abandonarla». Pero esta arrogancia les presta una falsa seguridad, pues Dios asegura que Israel ¡y Judá! tropezarán, es decir, experimentarán la calamidad y la ruina.
3. En efecto, los versículos Ose 5:6 y Ose 5:7 anuncian proféticamente ruina inminente: De nada les valdrán unos sacrificios (v. Ose 5:6) en los que Dios no se complace (Ose 8:13; Isa 1:11; Miq 6:6, Miq 6:7). Jehová se retira de ellos (v. Ose 5:6, al final) hasta que se arrepientan. «Han traicionado (v. Ose 5:7) a Jehová, pues han violado el pacto (Ose 6:7; Isa 48:8; Jer 3:20), han engendrado hijos bastardos, ya que «sus hijos han seguido su ejemplo y ahora son extraños a Jehová» (Buck). «La luna nueva los consumirá a ellos y sus heredades» (v. Ose 5:7). Esta frase puede entenderse de dos maneras: (A) Los novilunios son festividades que Dios abomina (Ose 2:11; Isa 1:14) y, por eso, Dios los consumirá también en un novilunio (hebr. jódesh). (B) Como el hebreo jódesh significa igualmente mes, Dios los consumirá en un mes. Esta segunda versión me parece más natural. Sobre ella, escribe M. Henry: «Un mes los devorará. Los juicios de Dios hacen a veces una obra rápida con la gente pecadora. Un mes devora más y más porciones que las que muchos años pueden reparar».
