Proverbios 9:1 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Proverbios 9:1 | Comentario Bíblico Online

La Sabiduría es presentada aquí como una reina magnífica, grande y generosa. El vocablo está en plural («sabidurías»), lo mismo aquí (v. Pro 9:1) que en Pro 1:20; es, con toda probabilidad, plural de intensidad y perfección, pues en Cristo están escondidos todos los tesoros de la sabiduría (Col 2:3).

1. La rica provisión que la Sabiduría ha hecho para la recepción de cuantos deseen ser sus discípulos. (A) La recepción se va a celebrar en un majestuoso, regio, palacio (v. Pro 9:1). Al no hallar una casa lo bastante espaciosa para todos sus invitados, ha edificado ex profeso este gran palacio y ha labrado sus siete columnas. Siete es número de perfección. Según Cohen, se indica aquí «una mansión edificada en torno a un patio, con la estructura del edificio sostenida por tres columnas en cada lado y una en el centro del tercer lado, que da cara al espacio abierto que es la entrada». Podemos ver aquí una prefiguración del banquete de bodas del Cordero (Apo 19:7-10) y de las mansiones preparadas en la casa del Padre para los creyentes (Jua 14:2, Jua 14:3). (B) Allí se va a celebrar un opíparo banquete (v. Pro 9:2): «… Mató sus víctimas, mezcló su vino y puso su mesa». Es una mesa bien preparada, con todas las satisfacciones que un alma pueda desear: justicia y gracia, paz y gozo, la seguridad del amor de Dios, la consolación del Espíritu y todas las garantías y arras de la vida eterna.

2. La generosa invitación que hace, no a unos pocos, especiales, amigos, sino a todos en general (v. Pro 9:3): «Envió sus criadas a invitar». Los ministros del evangelio son comisionados a dar noticia de las preparaciones que Dios ha hecho, en el pacto eterno, para todos los que quieran atenerse a los términos del mismo. Han de predicarlo con pureza virginal, sin corromperse a sí mismos ni a la Palabra de Dios y con exacta observancia de las órdenes que les han sido dadas, y exhortar a todos a venir al banquete que la Sabiduría ha preparado (comp. con Luc 14:17, Luc 14:23). Hay invitación especial para los faltos de cordura y para los simples (vv. Pro 9:4-6). La Sabiduría urge a éstos con su invitación, pues son los que más la necesitan. ¿Y quién podrá decir que tiene una mente sana del todo? Equivaldría a decir que no tiene pecado (1Jn 1:8). Somos, pues, invitados todos a su mesa (v. Pro 9:5, comp. con Isa 55:1): «Venid, comed de mi pan, es decir, de mis exquisitas viandas», pues viandas exquisitas son el conocimiento, el temor y el amor de Dios. Apropiándonos por fe las promesas del Evangelio, nos alimentamos de las provisiones que Cristo ha preparado para las almas perdidas. Pero hemos de romper con el pecado (v. Pro 9:6): «Dejad las simplezas y viviréis». Como si dijese: «No os contentéis con vivir como animales; vivid como hombres; vivid espiritualmente y viviréis eternamente» (Efe 5:14).

3. Instrucciones que da la Sabiduría, tanto a los ministros del evangelio como a todos los que, en sus respectivos lugares, se esfuercen en servir a los designios de ella. Su trabajo ha de consistir, no sólo en notificar en general los preparativos hechos para las almas, sino que deben dirigirse en particular a los individuos, corrigiendo, reprendiendo, enseñando (vv. Pro 9:7-9), pues ése es el objetivo de la Palabra de Dios (v. 2Ti 3:16, 2Ti 3:17). Sin embargo, añade (v. Pro 9:9): «No reprendas al escarnecedor», puesto que al escarnecedor (v. Pro 15:12, el mismo vocablo que aquí) no le gusta que le reprendan. Así también dijo Cristo a sus discípulos, refiriéndose a los fariseos: «Dejadlos» (Mat 15:14. V. también Mat 7:6). Hallarán también a otros dispuestos a escuchar. ¡Gracias a Dios que no todos son escarnecedores! El sabio bien corregido se hace más sabio (v. Pro 9:9); crecerá en conocimiento y en gracia.

4. Instrucciones que las criadas enviadas por la Sabiduría han de inculcar en los invitados: (A) Han de enseñarles en qué consiste la verdadera sabiduría (v. Pro 9:10): «El principio de la sabiduría es el temor de Jehová», afirmación semejante a la de Pro 1:7, pero con dos variantes que expone así Cohen: «Se emplea una palabra diferente para principio; aquí significa el requisito esencial; allí denota el principal ingrediente». Sabiduría sustituye a conocimiento por adaptarse mejor al contexto que se refiere al «sabio». Esta es, pues, la condición esencial para alcanzar la sabiduría. (B) Han de darles a conocer los beneficios que procura esta sabiduría (v. Pro 9:11): «Porque por mí se aumentarán tus años», es decir, contribuirá a la salud del cuerpo, con la consiguiente longevidad. (C) También han de darles a conocer las consecuencias de aceptar o de rechazar esta invitación (v. Pro 9:12): «Si eres sabio, para tu provecho lo serás.; tú serás el ganador, no la Sabiduría; y si eres escarnecedor, lo pagarás tú solo».

Proverbios 9:1 explicación
Proverbios 9:1 reflexión para meditar
Proverbios 9:1 resumen corto para entender
Proverbios 9:1 explicación teológica para estudiar
Proverbios 9:1 resumen para niños
Proverbios 9:1 interpretación bíblica del texto