Estudio Bíblico | Explicación de Proverbios 9:13 | Comentario Bíblico Online
Veamos ahora las mañas de que se sirve el tentador para desviar a los ignorantes por las sendas del pecado.
1. Quién es el tentador «la mujer de insensatez» (v. Pro 9:13. Lit.). Así como la Sabiduría aparece personificada en una mujer, también la necedad aparece personificada en otra mujer. Se la describe como simple e ignorante, además de alborotadora (el mismo vocablo de Pro 7:11). Bien le cuadra el epíteto de insensatez, pues profana la mente y llena de estupidez la conciencia. ¿Qué otra cosa puede hacer, si es simple e ignorante? «Se sienta en una silla a la puerta de su casa (v. Pro 9:14) y, como la Sabiduría, también se coloca en los lugares altos de la ciudad» para ser vista y oída por todos.
2. Quiénes son los tentados jóvenes que han sido bien educados y van por el camino de la religión y de la virtud: «… van por sus caminos derechos» (v. Pro 9:15); al revés que el joven de Pro 7:8, no va camino de la casa de ella. Pero son jóvenes inmaduros, simples y faltos de cordura (v. Pro 9:16) y, por eso, son fácil presa de la insensatez, la cual les invita a venir a su escuela para que se curen del freno y de las formalidades de su religión.
3. Cuál es la tentación «las aguas hurtadas son dulces y el pan comido en oculto es sabroso» (v. Pro 9:17). Agua y pan, eso es todo, mientras que la Sabiduría invita a comer de los animales que ha matado y a beber del vino que ha mezclado. Sin embargo, el pan y el agua son suficientes para quienes tienen hambre y sed, especialmente cuando son hurtados y se toman en secreto por miedo a ser descubiertos. El fruto prohibido siempre atrae más que el fruto permitido.
4. Un antídoto efectivo contra la tentación (v. Pro 9:18). El que carece de cordura y es desviado del camino recto por oír los cantos de sirena de la insensatez, se precipita a sí mismo, en su ignorancia, a una ruina inevitable: «No sabe el hombre que allí están los muertos» (lit. las sombras). Es decir, no se ha dado cuenta de que la casa de la insensatez es la puerta que conduce al Seol.
