Reflexión Cristiana – ¿A Quién Debemos Agradará

«Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Diosí ¿O trato de agradar a los hombresí Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo» (Gálatas 1:10).

«Yo deseo ser un buen administrador, para que, al final, al entregar el gobierno de esta nación, aún cuando haya perdido todos los amigos en la tierra, por lo menos un amigo permanezca, dentro de mí.» (Abraão Lincoln)

¿Cuántos de nosotros pensamos según y como? ¿Hemos querido que el Señor esté siempre en nuestros corazonesí ¿Hemos buscado exaltarlo y hacerlo conocido de todos nuestros amigosí ¿Nos hemos  regocijado cuando nos hablan que hay un brillo especial en nuestras vidasí

El Señor no estará con nosotros si actuamos con deshonestidad en nuestro trabajo y negocios. Él no nos acompañará cuando andemos por caminos que avergüenzan Su nombre. No se quedará junto a nosotros si insistimos en vivir una vida de mentiras y engaños. No nos abrazará si, hipocritamente, tenemos una conducta en la iglesia y otra fuera de ella.

¿A quién nos importa agradará ¿Nos entregamos a los placeres del mundo para agradar a los amigos del mundo o preferimos colocar nuestras acciones delante del Señor para engrandecer Su nombre? ¿Nos ofrecemos a los placeres pasajeros, que nada añaden a nuestra edificación personal o nos regozijamos en buscar un crecimiento espiritual que no solamente nos dará la verdadera dicha aquí en esta tierra así cómo por toda el eternidad?

¡Quiero agradar a Dios! Quiero siempre oírlo y obedecerlo. Sé que eso me hará infinitamente feliz; que llenará mís días con grandes conquistas y victorias; que me permitirá disfrutar grandes bendiciones; que me conducirá, con gran júbilo, a las moradas celestiales.

Agradando a Dios yo me agradaré. Nada tendré que me pueda avergonzar. Estaré siempre en la presencia del Señor y Él estará siempre conmigo. ¡Aleluya!