Salmos 126:4 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Salmos 126:4 | Comentario Bíblico Online

Estos versículos miran hacia delante, a los favores que todavía necesitaban. Los que habían vuelto del cautiverio estaban todavía en apuros, en su propio país (Neh 1:3), y quedaban aún muchos en Babilonia: «Restaura nuestra suerte (lit. vuelve nuestra cautividad)» dicen (v. Sal 126:4). Como si dijesen: «Haz que quienes han regresado a su país se vean libres de las cargas que todavía pesan sobre ellos, y haz que quienes quedan aún en Babilonia se sientan estimulados, como nosotros, a aprovecharse del beneficio de la libertad que se nos ha concedido». Los favores primeros nos animan a orar para que se complete la obra comenzada. Todos los hijos de Dios deben consolarse con esta confianza: Que sus lágrimas terminarán ciertamente en una cosecha de gozo (vv. Sal 126:5, Sal 126:6). El llanto no ha de impedir la siembra; hemos de esmerarnos en obrar bien, incluso cuando lo estamos pasando mal. Así como el terreno es preparado por la lluvia para recibir la semilla, así se prepara muchas veces el alma por medio de lágrimas para recibir bendiciones. Hay lágrimas que son semillas que nosotros mismos debemos sembrar: Las lágrimas de dolor por el pecado, propio y ajeno; las lágrimas de simpatía por los hermanos que están afligidos o perseguidos; las de ternura en la oración y en la meditación de la palabra de Dios. Job, José, David, y muchos otros, tuvieron cosecha de gozo tras la siembra de lágrimas. Quienes siembran con lágrimas de santa contrición cosecharán con el gozo de un perdón completo y de una paz asegurada.

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