Salmos 25:1 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Salmos 25:1 | Comentario Bíblico Online

En este salmo, David expresa su deseo de Dios y su dependencia de Él. Es frecuente en él comenzar sus salmos con tales expresiones, no para mover a Dios, sino a sí mismo hacia Dios.

1. Expresa su deseo de Dios (v. Sal 25:1): «A ti, oh Jehová, levantaré mi alma». Al dar culto a Dios hemos de levantar hacia Él nuestra alma. La oración es levantar el corazón a Dios. Sursum corda = «Arriba los corazones», es una frase que se ha usado desde antiguo para invitar al pueblo de Dios a dirigirse a Él en oración.

2. Expresa también su dependencia de Dios (v. Sal 25:2): «Dios mío, en ti confío». Su conciencia le daba testimonio de que no tenía confianza en sí mismo ni en ninguna otra criatura. Le agrada hacer esta profesión de fe en Dios: «No sea yo avergonzado de esta confianza que he puesto en ti, que no me muevan de ella el miedo ni el halago y que no quede, al final, decepcionado de haber dependido en todo de ti, sino guarda mi depósito, lo que te he encomendado (2Ti 1:12). Quedarán avergonzados los que se rebelan sin causa» (v. Sal 25:3). Cuanto más débil es la tentación que induce a los hombres a pecar, tanto mayor es la corrupción que manifiestan y tanto menor la excusa que tienen. Los peores transgresores son los que pecan por gusto al pecado.

3. Pide a Dios dirección en el camino del deber (vv. Sal 25:4, Sal 25:5). Una y otra vez ruega a Dios que le enseñe: «Muéstrame … enséñame, no buenas palabras, ni cultas disertaciones, sino tus caminos, tus sendas, tu verdad; los caminos por los que vienes hacia mí (tus designios, tus preceptos, tus promesas), los cuales son siempre misericordia y verdad (v. Sal 25:10), y los caminos por los que quieres que yo vaya a ti: encamíname en tu verdad y enséñame (v. Sal 25:5). En casos dudosos, hemos de orar fervientemente que Dios nos haga ver claro lo que quiere que hagamos; «enséñame tus sendas» (v. Sal 25:4). Y añade: «Porque tú eres el Dios de mi salvación» (v. Sal 25:5). Si Dios nos salva, también nos enseña y nos guía; el que da salvación también dará instrucción. «En ti he esperado todo el día» (v. Sal 25:5), es decir, en todo tiempo. ¿De quién, sino de su amo, ha de esperar dirección un criado, pues está para servirle en todo tiempo?

4. Apela a la infinita misericordia de Dios, sin recurrir a ningún supuesto mérito suyo personal (v. Sal 25:6): «Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades (es decir, de tu compasión) y de tus misericordias, que son perpetuas, son las mismas desde siempre».

5. Pide fervientemente el perdón de sus pecados (v. Sal 25:7): «De los pecados de mi juventud, la edad pasional e irreflexiva, y de mis transgresiones, aun en la edad madura, no te acuerdes; acuérdate, más bien, de tus misericordias (v. Sal 25:6), que hablan a mi favor, no de mis pecados, que hablan en contra mía». Cuando Dios perdona, también olvida (algo que nos cuesta mucho a los humanos olvidar, cuando nos han ofendido), lo cual es una expresión que significa remisión completa y absoluta.

Salmos 25:1 explicación
Salmos 25:1 reflexión para meditar
Salmos 25:1 resumen corto para entender
Salmos 25:1 explicación teológica para estudiar
Salmos 25:1 resumen para niños
Salmos 25:1 interpretación bíblica del texto