Estudio Bíblico | Explicación de Salmos 57:7 | Comentario Bíblico Online
¡Cuán extrañamente cambia ahora el tono! La oración y las quejas de David se cambian de repente, en virtud de la fe, en alabanzas y acciones de gracias. Obsérvese:
1. Cómo se prepara para esos actos de devoción (v. Sal 57:7): «Firme está mi corazón, oh Dios; mi corazón está firme» (lit. Comp. Sal 51:12). Antes estaba abatido (v. Sal 57:6); ahora está preparado para lo que venga, pues está confiado en Jehová (Sal 112:7; Isa 26:3).
2. Cómo se estimula a sí mismo (v. Sal 57:8): «Despierta, gloria mía», esto es, la lengua (pues la lengua es nuestra gloria sobre los brutos animales, especialmente cuando se emplea en las divinas alabanzas) o, más bien, el alma, el soplo salido del pecho de Dios (v. también 7:6; 16:9; 30:13).
3. Cómo se complace, y hasta se gloría, en esta obra de alabanza. Resuelve darle gracias (mejor que alabarle) entre los pueblos y cantar de Él entre las naciones (v. Sal 57:9). Esto insinúa; (A) Que estaba dispuesto a hacer que la tierra resonara con sus cánticos sagrados, a fin de que todos se diesen cuenta de lo mucho que se sentía deudor a la bondad de Dios. (B) Que deseaba persuadir a otros a que se unieran a él en las alabanzas y acciones de gracias a Dios. Poco podía sospechar David que, en efecto, a lo largo de todos los siglos, las iglesias harían uso de sus salmos para alabar a Dios.
4. Cómo se provee de material para dicha acción de gracias (v. Sal 57:10): «Porque grande es hasta los cielos tu misericordia y hasta el firmamento tu verdad». Y, a continuación, termina el salmo y repite (v. Sal 57:11) lo que había dicho en el versículo Sal 57:5. Comenta Delitzsch: «Mayores palabras de oración que éstas nunca salieron de labios humanos. Dan a entender que el cielo y la tierra tienen una historia mutuamente entretejida, y que el bendito y glorioso final de ella será el amanecer de la divina gloria sobre ambos».