Salmos 75:1 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Salmos 75:1 | Comentario Bíblico Online

1. El salmista da gracias a Dios y le alaba por las grandes cosas que ha hecho por él en particular, y por el pueblo de Israel en general (v. Sal 75:1): «Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos, y tu nombre está cerca» (lit.). Dios había mostrado su «cercanía» al pueblo de Israel con la humillante derrota que había infligido a sus enemigos. «Proclaman (mejor que «proclamamos») los hombres tus maravillas». Es decir, todos se han enterado de lo que Dios ha hecho a favor de su pueblo.

2. Ahora (vv. Sal 75:2, Sal 75:3) es Dios quien toma la palabra: «Al tiempo que yo señale, juzgaré rectamente». Dios tiene «su tiempo» y nunca llega un minuto antes ni un minuto después de lo que su Providencia ha dispuesto. Dios siempre llega a tiempo y obra a su debido tiempo; y, cuando le llega su tiempo de juzgar, juzga rectamente: hace que la justicia triunfe sobre la violencia; no es como los jueces humanos, que están expuestos al error y al soborno.

3. En la misma línea, Dios promete que su gobierno será eficaz. Dice Cohen: «Cuando parece que la sociedad humana está a punto de derrumbarse, ya que sus fundamentos la justicia han sido sacudidos Dios los refuerza». Este es el sentido del versículo Sal 75:3. Todo el tinglado de la sociedad se vendría abajo, si Dios no sostuviera sus cimientos. En particular, el pueblo de Israel habría sido derrotado, devastado y destruido, si Dios no hubiese hecho el portento de que el ejército enemigo se hubiese disuelto por sí solo y huido vergonzosamente.

4. Es ahora el salmista el que dice (v. Sal 75:4) a los arrogantes (hebreo holelim): No os comportéis con arrogancia; y a los impíos (hebreo reshaim): No levantéis el cuerno (lit.); es decir, no os comportéis como animales que alzan desafiantes sus testas cornudas, llenos de confianza en su propio poder. Es muy probable que el salmista tuviese en su mente la conducta de Senaquerib (Isa 37:23). Prosigue en el mismo tono en el versículo Sal 75:5. Inútil es enorgullecerse contra Dios y negarse a doblar la cerviz ante Él. «Antes quebrado que inclinado», es la divisa del arrogante. Pero quienes se niegan a inclinarse ante el gobierno benéfico de Dios, de cierto serán quebrantados por la vara de hierro de su poder.

Salmos 75:1 explicación
Salmos 75:1 reflexión para meditar
Salmos 75:1 resumen corto para entender
Salmos 75:1 explicación teológica para estudiar
Salmos 75:1 resumen para niños
Salmos 75:1 interpretación bíblica del texto