Significado de AMÓS Según La Biblia | Concepto y Definición

AMÓS Significado Bíblico

¿Qué Es AMÓS En La Biblia?

Nombre de persona que significa “cargado” o, más probablemente, “uno que es sostenido [por Dios]”. Profeta de Judá que ministró en Israel alrededor del 750 a.c. Era un laico que negaba su condición profesional de profeta: “No soy profeta, ni soy hijo de profeta, sino que soy boyero, y recojo higos silvestres. Y Jehová me tomó de detrás del ganado, y me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel” (Amó 7:14-15). A causa del llamado de Dios, Amós asumió sus responsabilidades proféticas como una voz solitaria que profetizaba tanto en el desierto como en las aldeas. Acusaba tanto a Judá como a Israel por la superficialidad de las instituciones religiosas. Para Amós, el llamado y el ministerio continuado descansaban en la iniciativa de Dios y en su poder sustentador: “Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará?” (Amó 3:8).
Amós vivió en una época de relativa paz dentro del escenario político internacional. Tanto Egipto como Asiria se hallaban en un período de decadencia, aunque esta última estaba comenzando a extender su poder. Siria había comenzado a volverse ineficaz pero la reducción de este estado regulador entre Israel y Asiria iba a tener serias repercusiones en la generación posterior a Amós.
En el ámbito interno, las estructuras políticas tanto de Israel como de Judá eran estables. Amós comenzó su actividad profética durante el reinado de Jeroboam II en el reino de Israel, en el norte, y vivió durante una época que compitió con la generación de Salomón en cuanto a estabilidad y prosperidad económica (2Re 14:23-27). Aún así, fueron precisamente los problemas sociales, morales y religiosos que acompañaron a esa prosperidad los que se convirtieron en el centro de la proclamación de juicio de Amós. El noble rey Uzías gobernaba en el reino de Judá en el sur (Amó 1:1). Es probable que Amós haya comenzado su ministerio con el llamado de Dios “dos años antes del terremoto” (Amó 1:1). En la antigua Azor se han encontrado rastros de un terremoto importante que data del 765–760 a.c. , una época que podría coincidir con Amós.
Israel y Judá estaban padeciendo moralmente bajo la corrupción generada como resultado del baalismo cananeo y tirio, como así también por la infidelidad al pacto de Dios. La sociedad israelita había experimentado la decadencia inevitable que caracteriza a la prosperidad mal empleada. Tal vez parezca extraño culpar de la corrupción de la sociedad israelita a las estructuras religiosas de su tiempo y a la prosperidad material, ya que ellos las interpretaban a menudo como una señal del favor divino. A pesar de la naturaleza contradictoria de esas circunstancias, la condición moral viciosa de la tierra era producto tanto de la corrupción religiosa como de la prosperidad material pervertida. El lujo descontrolado y los excesos se manifestaban claramente (Amó 4:1-3; Amó 5:10-13; Amó 6:1; Amó 6:4-8; Amó 8:4-6).
La explotación de los pobres se llevaba a cabo en toda la tierra (Amó 2:6; Amó 3:10; Amó 4:1; Amó 5:11; Amó 8:4-6). La justicia se distorsionaba. El dinamismo de la experiencia religiosa personal dio lugar a la superficialidad de la religión institucional, tal como se demuestra en el conflicto entre Amós y Amasías, el sacerdote de Bet-el (Amó 7:10-15). La oposición de Amós a aquellos males morales y religiosos lo llevaron a enfatizar el tema que se destaca en su libro: “Corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo” (Amó 5:24).
Amós aparece en la lista de los antepasados de Jesús (Luc 3:25), pero no se sabe específicamente si era este profeta.

Roy L. Honeycutt