Significado de MENTE Según La Biblia | Concepto y Definición

MENTE Significado Bíblico

¿Qué Es MENTE En La Biblia?

Centro de la actividad intelectual. El término español traduce varias palabras hebreas y griegas diferentes. Los idiomas bíblicos no poseen ninguna palabra equivalente al término español “mente”. Existen por lo menos seis palabras hebreas relacionadas con la mente y se traducen de diversas maneras. La palabra principal es leb, que significa “corazón”. Por ejemplo, “dijo Moisés: En esto conoceréis que Jehová me ha enviado para que hiciese todas estas cosas, y que no las hice de mi propia voluntad (mente)” (Núm 16:28; comp. 1Sa 9:20; Neh 4:6). Además, la palabra nephesh (alma) aparece en Deu 18:6 haciendo referencia al deseo de la mente de un hombre, y en Gén 23:8 (voluntad) donde alude a una decisión o determinación. La palabra ruach (espíritu) que aparece en Gén 26:35 también se refiere a la mente. El texto habla sobre la “amargura de espíritu” (mente) que experimentaron Isaac y Rebeca porque su hijo se casó con mujeres paganas. También se emplean las palabras lebbab (corazón) en Eze 38:10; yetser (pensamiento) en Isa 26:3, y peh (palabra) en Lev 24:12.
El NT presenta una situación similar debido a la gran cantidad de términos que se usan para describir la facultad cognitiva de la humanidad. Tal como sucede en el AT, “corazón” (kardia) a veces se utiliza para representar el concepto de “mente”. Mat 13:15 habla de entender con el “corazón”. Otra palabra es ennoia, que significa “mente” en el sentido de “intención”; “armaos del mismo pensamiento” (1Pe 4:1). Gnome se refiere a la mente en cuanto a “propósito” (Apo 17:13) u “opinión” (Flm 1:14). Noema también se emplea para indicar la mente, en especial el “proceso del pensamiento”. Pablo dijo que Israel tenía cegado el entendimiento para que no pudiera entender el AT (2Co 3:14; 2Co 4:4; 2Co 11:3). La palabra phronema se refiere a lo que uno tiene en la mente, el “pensamiento”: “La mente puesta en la carne es muerte” (Rom 8:6 LBLA).
No obstante, los términos más comunes relativos a la mente son nous y dianoia. Dianoia aparece doce veces en el NT. Se refiere a “meditar” o “recapacitar” sobre algo o a la “comprensión” o “sentimiento” que surge como resultado de ese proceso de reflexión. Pablo dijo que en otro tiempo todos vivimos según la carne, “haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos” (aquellas cosas que ya habíamos considerado, Efe 2:3). Nous es el término más destacado que para aludir a la mente; aparece 24 veces. Nous representa el “asiento del entendimiento”, el sitio del “conocimiento y razonamiento”. También abarca los sentimientos y la voluntad. Por lo tanto, a veces incluye los consejos o los propósitos de la mente. Un ejemplo se observa en la declaración de Pablo: “Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente” (Rom 14:5). El significado de propósito se halla en Rom 11:34 que dice: “Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?”
A veces la mente se vincula con el alma humana. La palabra psuche (alma, vida) se traduce con términos relacionados a la mente. Flp 1:27 dice que los creyentes deben estar firmes en un mismo espíritu (mente o alma). Heb 12:3 insta a los creyentes para que su ánimo (mente o alma) no se canse (Hch 14:2 hace lo mismo). Estos pasajes ilustran que la mente se considera la esencia de la persona. No obstante, las Escrituras suelen declarar que el centro de la personalidad humana es el corazón. Esto es especialmente cierto en el AT ya que no existe un equivalente exacto para la palabra mente. El vocablo “corazón” llena este vacío, y el NT sigue muy de cerca la metodología del AT. Tanto la mente como el corazón se pueden considerar el centro de la persona porque, en el pensamiento hebreo, el ser humano es considerado una entidad única que no se procura dividir en partes que actúen en forma independiente unas de otras. Por lo tanto, el corazón, la mente y el alma, si bien son diferentes, se consideran una sola cosa.
En especial en el NT, la mente se describe muchas veces como centro de la naturaleza ética de la persona. La mente puede ser mala. Se la describe como reprobada (Rom 1:28), carnal (Col 2:18), vana (Efe 4:17), corrupta (1Ti 6:5; 2Ti 3:8) y corrompida (Tit 1:15). Por otra parte, los Evangelios sinópticos nos ordenan amar a Dios con “toda” la mente (Mat 22:37; Mar 12:30; Luc 10:27). Esto es factible porque la mente puede ser renovada y capacitada por el Espíritu Santo (Rom 12:2) y porque las leyes de Dios conforme al nuevo pacto son colocadas en ella (Heb 8:10; Heb 10:16). Ver Alma; Antropología; Corazón; Humanidad.

Gerald Cowen