Significado de MUEBLES, MOBILIARIO Según La Biblia | Concepto y Definición

MUEBLES, MOBILIARIO Significado Bíblico

¿Qué Es MUEBLES, MOBILIARIO En La Biblia?

Equipamiento de una casa utilizado para descanso, embellecimiento, almacenamiento y trabajo.
Mobiliario sagrado
El interés bíblico en el mobiliario se centra en los muebles sagrados del tabernáculo y del templo. En Éxo 25:1-40; Éxo 26:1-37; Éxo 27:1-21; Éxo 30:1-38; Éxo 37:1-29; Éxo 38:1-31 encontramos una descripción completa del tabernáculo con todo su mobiliario. El informe cuidadoso y detallado del arca del pacto, el altar del incienso y otros muebles es tan claro que podemos visualizarlos fácilmente y reconstruirlos en forma de maqueta. Asimismo, 1Re 6:1-38; 1Re 7:1-51 provee datos similares sobre el templo de Salomón. Ver Tabernáculo; Templo de Jerusalén.
Mobiliario común
Pero no sucede lo mismo con los muebles que la gente común usaba a diario para vivir en tiendas y casas. Ocasionalmente, la Biblia menciona elementos del mobiliario básico como camas, sillas, etc., pero prácticamente no se incluyen detalles sobre los fabricantes, los materiales de construcción, los diseños y el aspecto que tenían.
La terminología bíblica ilustra el problema. El hebreo del AT carece de palabra equivalente a los términos españoles “mobiliario” y “muebles”. La palabra hebrea keli se traduce así en pasajes como Éxo 31:7, pero en este mismo contexto, la palabra también se traduce “utensilios”, “artículos” o “accesorios”. De hecho, la palabra keli es tan dúctil que puede referirse a cualquier objeto material fabricado por el hombre.
Del mismo modo, el NT no nos ayuda porque no utiliza ninguna palabra que pueda traducirse “mueble”.
Fuentes de información
No obstante, la Biblia sigue constituyendo una fuente de datos en la medida que hace referencia a elementos como camas y sillas. Más allá de la Biblia misma, debemos recurrir a artefactos recuperados por la arqueología. Pero ocurre que Palestina no tiene el tipo de clima que hubiera podido preservar muebles de madera para su estudio en la actualidad. Solo algunos objetos han sobrevivido, e incluso estos se desintegraron mucho con el tiempo. Por lo tanto, debemos recurrir a elementos secundarios como registros, sellos, escrituras, objetos de marfil y tumbas.
Objetos individuales del mobiliario
En lo doméstico, el mobiliario israelita refleja la sencillez de la vivienda de uso común. Algunos israelitas preferían vivir en tiendas (Jer 35:1-19), y mantenían las tradiciones de los días del nomadismo y del desierto.
Los muebles de una vivienda de este tipo tienen que haber sido fácilmente transportables y lo más livianos posible. Cuando la familia o la tribu se asentaba, se usaba una especie de arcón que luego se convertía en cajones de embalaje cuando se trasladaba. Algunas alfombras sencillas cubrían el piso de tierra. La tienda misma y todo su equipamiento (estacas, cuerdas, cortinas interiores para separar los espacios y algunas esteras para dormir) podía ser el único “mobiliario” con que contaba una familia. Lo mismo sucedía con los que vivían en pequeños refugios.
Una vivienda más estable estaba amueblada según la riqueza o pobreza de la familia. Como en el caso de los moradores de la tienda descrita anteriormente, una familia más pobre tendría como mínimo un equipamiento sencillo para dormir y cocinar. Las esteras de juncos se estiraban en el suelo para dormir y descansar. En algunos casos, esas mismas esteras hacían las veces de mesa o silla, ya que las verdaderas estaban más allá de las posibilidades de las familias más pobres. Todas las viviendas requerían iluminación interior, de modo que hasta los más pobres tendrían varias lámparas; por ejemplo, una vasija en forma de cuenco con una caladura en el borde para sujetar una mecha alimentada por aceite de oliva como combustible. Dichas lámparas solían estar sobre un soporte. Las vasijas de boca ancha para la comida y el agua eran elementos esenciales, lo mismo que algún tipo de horno de barro o piedra y un mortero para moler cereales. Algunas casas podían tener bancos de piedra o madera, en ocasiones cubiertos con mantas o alfombras en las caras interiores, pero esto era más bien la excepción y no la regla entre las familias pobres. Como la mayoría de las viviendas de ese tiempo tenían pocas ventanas, probablemente había pocas cortinas o quizás ninguna.
En la actualidad, incluso los hogares de los ricos parecerían vacíos en contraste con las casas de cualquier clase socioeconómica de un país desarrollado de Occidente. Consideremos por ejemplo el hogar de la “mujer de buena posición” (NVI) de Sunem (región baja del norte de Palestina, aprox. 8 km [5 millas] al este de Meguido), que aparece en 2Re 4:8-37. Por su especial atención para con el profeta Eliseo, ella y su esposo construyeron “un cuarto en la azotea” (2Re 4:10 NVI) de su casa para que él se alojara cuando pasaba por la ciudad. Lo amueblaron con “cama, mesa, silla y candelero” (2Re 4:10), por lo cual él estuvo sinceramente agradecido.
Apenas un siglo después, Amós (760–750 a.C.) condenó la decadente prosperidad de la clase pudiente de su tiempo. Habló de las mansiones de Samaria (Amó 3:15; Amó 5:11; Amó 6:11) y sus opulentas camas y sofás con incrustaciones de marfil (Amó 3:12; Amó 3:15; Amó 6:4). Para entonces, la brecha entre los relativamente ricos y los relativamente pobres había crecido hasta alcanzar proporciones escandalosas, como lo evidenciaba la calidad del mobiliario (comp. Est 1:6). Es probable que aparte del mobiliario muy ornamentado que menciona Amós, los muebles de las viviendas de la gran mayoría de los israelitas fueran meramente funcionales más que estéticos.
Muebles y artefactos
La arqueología ha arrojado algo de luz (aunque no mucha) sobre el mobiliario de Palestina en la antigüedad. Las excavaciones en la antigua Jericó en la década de 1950 pusieron al descubierto varias tumbas con restos de esqueletos y elementos prácticos que les sirvieran a los muertos en la otra vida. Los hallazgos pertinentes datan de alrededor del 1600 a.C. El estilo del mobiliario tardaba mucho en cambiar, y los artefactos hallados en Jericó probablemente fueran los mismos que usaron los israelitas mucho después.
Un cadáver había sido encontrado sobre una cama de madera que consistía en un marco rectangular con travesaños encastrados al marco. Este y los travesaños sostenían cinco paneles de junco entretejido. Probablemente, la cama sostenía un colchón a unos 15 cm (6 pulgadas) del suelo.
Al costado de la cama había una mesa que medía cerca de 1,50 m (58 pulgadas) por 40 cm (16 pulgadas), sostenida por solo tres patas y a unos 25 cm (10 pulgadas) del suelo. Cada pata estaba encastrada en una prolongación redondeada en esquina que sobresalía de la cara inferior de la mesa. Los deudos habían dejado una bandeja con cordero sobre la mesa.
Dos sellos cilíndricos de Tell es-Sa’idiyeh sobre el Río Jordán y fechados alrededor del 750 a.C. tienen impresiones de sillas simples. Una tiene un respaldo alto y recto, y aparentemente era una silla de junco entramado. Los otros detalles son difusos. La otra silla tiene un diseño de respaldo escalonado con cuatro tablillas.

Tony M. Martin