Significado de ORGULLO Según La Biblia | Concepto y Definición

ORGULLO Significado Bíblico

¿Qué Es ORGULLO En La Biblia?

Confianza y atención excesivas en las habilidades, los logros, la condición, las posesiones o la posición que uno posee. El orgullo es más fácil de reconocer que de definir; más fácil de reconocer en otros que en uno mismo. Muchas palabras bíblicas describen este concepto, cada una con un énfasis particular. Algunos sinónimos son arrogancia, presunción, engreimiento, autosuficiencia, jactancia y petulancia. Es lo opuesto a humildad, la actitud adecuada que uno debe tener en relación a Dios. El orgullo es rebelión contra Dios porque se le atribuye a uno mismo el honor y la gloria que le pertenecen solo a Él. Las personas orgullosas piensan que no es necesario pedir perdón porque no admiten su condición pecaminosa. Esta actitud hacia Dios se expresa en la actitud que uno tiene hacia los demás, y muchas veces hace que la gente desestime las habilidades y el valor de los demás, y que, por lo tanto, los trate con desprecio o con crueldad. Algunos han considerado que el orgullo es la raíz y la esencia del pecado. Otros consideran que es el pecado en su forma final. En cualquiera de los casos, es un pecado grave.
Solo podemos “vanagloriarnos” en presencia de otras personas (1Jn 2:16). La “arrogancia” o la “jactancia” valúa el yo por encima de los demás (Mar 7:23; Luc 1:51; Rom 1:30; 2Ti 3:2; Stg 4:6; 1Pe 5:5). Esta palabra se refiere principalmente a la actitud del corazón. Primera Timoteo 1Ti 3:6; 1Ti 6:4, y 2Ti 3:4 usan un término que lit. quiere decir “envolverse en humo”. Hace énfasis en la difícil situación de aquel que se ha cegado por el orgullo personal.
El orgullo puede aparecer de muchas maneras. Las más comunes son el orgullo por la raza, el orgullo espiritual y el orgullo por las riquezas. Jesús denunció el orgullo racial (Luc 3:8). La parábola del fariseo y el publicano iba dirigida a aquellos que eran culpables de orgullo espiritual, los “que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros” (Luc 18:9). Stg 1:10 les advierte a los ricos no caer en la tentación de enorgullecerse a causa de su riqueza.

Gerald Cowen