Significado de PALESTINA Según La Biblia | Concepto y Definición

PALESTINA Significado Bíblico

¿Qué Es PALESTINA En La Biblia?

Designación geográfica para la tierra bíblica, en particular la situada al oeste del Río Jordán que Dios le asignó como herencia a Israel (Jos 13:1-33; Jos 14:1-15; Jos 15:1-63; Jos 16:1-10; Jos 17:1-18; Jos 18:1-28; Jos 19:1-51). Se han utilizado diversos términos para designar la pequeña pero significativa tierra conocida en el comienzo del AT como “Canaán” (Gén 12:5) y a la que muchas veces se llama la Tierra Prometida (Deu 9:28). La región se designó “Israel” y “Judá” cuando se dividieron los reinos en el 931 a.C. Al llegar el tiempo del NT, la tierra había sido dividida en provincias: Judea, Samaria, Galilea y otras. Por lo general, se consideraba que la región formaba parte de Siria.
Palestina deriva del nombre Pelishtim o “filisteos”. Los griegos, familiarizados con la zona costera, le pusieron el nombre “Palestina” a toda la región sudeste del Mediterráneo. El término designa solo la franja costera ocupada por el pueblo filisteo. Ver Filisteos.
A efectos de este artículo, Palestina se extiende hacia el norte de 15 a 25 km (10 a 15 millas) más allá de las antiguas tierras de Dan y Cesarea de Filipo del NT, hacia los desfiladeros y montañas al sur del Monte Hermón. Al este se extiende hacia la estepa árabe. Al sur, Palestina se prolonga de 15 a 25 km (10 a 15 millas) más allá de Beerseba. Al oeste se encuentra el Mar Mediterráneo. Por lo tanto, incluye a la Palestina occidental, entre el Río Jordán y el mar, y a la Palestina oriental, entre el Río Jordán y la estepa árabe.
Al oeste del Jordán, Palestina cubre aproximadamente 15.500 km2 (6000 millas cuadradas). Al este del Jordán se incluyó, en la tierra de Israel, un área de unos 10.400 km2 (4000 millas cuadradas).
Características geográficas
Palestina se encuentra dividida naturalmente en cuatro franjas estrechas de tierra que se extienden de norte a sur.
Llanura costera
Esta llanura sumamente fértil comienza aprox. unos 15 a 20 km (10 a 12 millas) al sur de Gaza, justo al norte de la frontera con Egipto, y se extiende en dirección norte hacia la región de Tiro y Sidón. Por lo general, se divide en tres secciones: la planicie de Filistea, aprox. desde el sur de Gaza hasta Jope (Tel Aviv); la planicie de Sarón, desde Jope en dirección norte hacia el promontorio de la cadena del Carmelo, y la planicie separada de Aco que se fusiona con la de Esdraelón, el histórico camino de entrada hacia el interior y hacia la región septentrional y la oriental. La Llanura de Sarón oscila desde un ancho de unos cientos de metros justo al sur del Carmelo hasta más de 19 km (12 millas) de ancho cerca de Jope. Cubierta por tierra aluvial fértil y bien regada durante la primavera, en una ocasión la región estuvo cubierta por extensos bosques.
Más al sur está la Llanura de Filistea. Aquí estaban las fortalezas filisteas de Gaza, Ascalón, Asdod, Ecrón y Gat. A los pantanos de sal (las ciénagas serbonianas) en el extremo sur de la planicie filistea se los conoce como semilleros de enfermedades.
Al formar el extremo sudoeste de la Medialuna Fértil, la llanura de la costa durante siglos fue la vía principal del comercio y de la conquista. Fue la ruta que siguieron los hititas y los egipcios al mando de Cambises, Alejandro, Pompeyo y Napoleón.
La llanura de la costa carecía de una bahía natural destacada. Jope tenía arrecifes aprox. semicirculares que formaban una rompiente de olas a unos 90 a 120 m (300 a 400 pies) aguas adentro y, por lo tanto, se utilizaba como puerto. De todos modos, el acceso por el sur era imposible y la entrada por el norte era poco profunda y traicionera. Herodes el Grande convirtió la Cesarea marítima en un puerto artificial de considerable eficiencia. Ver Cesarea.
Región montañosa central
La segunda franja de tierra es la cadena montañosa que comienza justo al norte de Beerseba y se extiende a través de toda Judea y Samaria hasta la parte alta de Galilea. En realidad, el escarpado terreno que se desplaza a lo largo del segmento de tierra bíblica es una continuación de las montañas más claramente definidas del Líbano que se encuentran hacia el norte. La única interrupción importante de la cadena montañosa es la Llanura de Esdraelón, también llamada Valle de Jezreel. Existen tres divisiones evidentes: Judea, Samaria y Galilea.
Judea Al elevarse del reseco terreno del Neguev (Neguev significa “reseco” o “tierra seca”), los cerros de Judea alcanzan su altura máxima, 1000 m (3370 pies), cerca de Hebrón. Jerusalén está situada en los montes de Judea a una altura de 790 m (2600 pies). Las pendientes orientales forman el árido y escarpado “Desierto de Judea” y luego caen abruptamente hacia el fondo del Valle del Jordán. En el desierto no hay árboles ni agua. Entre las blandas formaciones sedimentarias se abren profundos desfiladeros y cañones. Ver Neguev.
Las estribaciones orientales de Judea se llaman “Sefela”, que significa “valle” o “tierras bajas”. El nombre se ha aplicado incorrectamente a la Llanura de Filistea, pero las ciudades que el AT le asigna a la Sefela se encuentran todas en los cerros bajos más que en la llanura. La Sefela es una zona de montes suavemente redondeados de entre 150 y 300 m (500 y 1000 pies) de altura. Cinco valles dividen la región desde Wadi el Hesy al sur hasta el Valle de Ajalón en el norte de Judea. Estos pasos fueron testigos de los conflictos entre Saúl y los filisteos, los macabeos y los sirios, los judíos y los romanos, Ricardo I y Saladino. Aquí creció Sansón y se hizo hombre. Aquí se enfrentó David con Goliat.
La Sefela era importante militarmente. Formaba una barrera entre Judea y los enemigos del pueblo hebreo: los filisteos, los egipcios y los sirios. Cubierta de sicómoros en épocas antiguas, la región servía para impedir ataques desde el oeste.
Samaria Los cerros de Samaria descienden suavemente desde las montañas de Judea con una altura promedio de alrededor de 300 m (1000 pies). Varios montes destacados dominan la región: el Gerizim, de aprox. 900 m (2890 pies); el Ebal, de unos 940 m (3083 pies) y el Gilboa, de alrededor de 500 m (1640 pies). Esta tierra montañosa se caracteriza por valles anchos y fértiles. La mayoría de la gente durante la era del AT vivió en este lugar, y fue aquí donde se desarrollaron acontecimientos significativos de la historia hebrea. Lo abierta que es Samaria es un rasgo prominente de la tierra que facilita el traslado más fácil de lo que sucede en Judea, razón por la cual invita a los ejércitos y carros del norte.
El valle entre el Monte Ebal y el Gerizim era una ubicación central que aparentemente proporcionaba el punto perfecto desde donde se podía gobernar a una nación unida. Los caminos iban en todas las direcciones: hacia Galilea, hacia el Valle del Jordán, hacia Jerusalén que estaba al sur. Aquí se encontraba situada Siquem, lugar importante para los patriarcas y en la época de los jueces. Sin embargo, Siquem no tenía defensas naturales y, en consecuencia, los reyes de Israel la rechazaron como capital.
Desde esta región, la cadena montañosa principal lanza un ramal hacia el noroeste que llega hasta la costa a la altura del Monte Carmelo. Este alcanza una altura de solo 546 m (1791 pies), pero parece más alto porque se eleva directamente desde la costa. Recibe abundantes lluvias, un promedio de 700 y 800 mm (28 a 32 pulgadas) por año y, por lo tanto, se encuentra bastante cubierto de vegetación, incluyendo algunos bosques.
La cadena montañosa del Carmelo divide la Llanura de Sarón de la estrecha llanura costera de Fenicia. Constituye el lado sur de la Llanura de Esdraelón, donde se encuentra la antigua fortaleza de Meguido que se eleva como una de sus ciudades clave. Esta barrera natural hacía que los pasos de la cadena del Carmelo alcanzaran una importancia inusual por encontrarse en la histórica ruta entre Egipto y la Mesopotamia.
Galilea Al norte de la Llanura de Esdraelón y al sur del Río Leontes se encuentra la región llamada Galilea. El nombre proviene del hebreo galil, que literalmente quiere decir “círculo” o “anillo”. En Isa 9:1, el profeta se refiere al lugar como “Galilea de los gentiles”. A las tribus de Aser, Neftalí y Zabulón les fue asignada esta región. Existen evidencias de una gran variedad racial y una población mixta desde épocas antiguas. En los días de Jesús, en Galilea vivían muchos gentiles.
La región se divide en Alta Galilea y Baja Galilea. Esta última es una tierra de cerros de piedra caliza y valles fértiles. La mayor parte de la región se encuentra aprox. a unos 150 m (500 pies) sobre el nivel del mar, pero con montañas como el Monte Tabor que alcanza unos 590 m (1929 pies). Abundaban los granos, la grama, las olivas y las uvas. El pescado, el aceite y el vino constituían productos habituales de exportación. Había varios caminos internacionales importantes que cruzaban la zona, y era intenso el tránsito de caravanas que venían de Damasco y se dirigían hacia el sur pasando por Capernaum. Josefo se refirió a Galilea como “universalmente rica y fructífera”.
Sobre las orillas del Mar de Galilea estaban algunas de sus ciudades más importantes. Las ubicadas sobre la ribera noroeste, tales como Capernaum, eran más judías que las del sur. Tiberias, construida por Herodes Antipas en el 25 d.C. y recibió su nombre en honor al César reinante, se convirtió en la capital y en la ciudad más importante durante la era del NT.
El terreno de la Alta Galilea es mucho más escarpado que el de la Baja; es una zona de mesetas ligeramente erosionadas y con profundas fisuras, con picos altos y muchos vados. El pico más alto es el Monte Merón, de 1208 m (3963 pies) de altura, el punto más elevado de Palestina. La roca más común es la piedra caliza que, en las regiones occidentales, muchas veces se encuentra cubierta por roca volcánica. Al este, Galilea cae abruptamente hacia el Jordán, en tanto que más al sur, cerca del Mar de Galilea, las laderas se tornan mucho más escalonadas y moderadas.
 
La grieta del Valle del Jordán
Como resultado de una falla tectónica, los montes de Palestina caen en la grieta más profunda de la superficie terrestre. La falla forma parte de un sistema que se extiende hacia el norte para formar el valle entre las cadenas del Líbano y el Antilíbano. También se prolonga hacia el sur para formar el Mar Rojo, el árido Valle del Arabá, el Golfo de Aqaba y, finalmente, la cadena de lagos en el continente africano.
El Río Jordán tiene su naciente en varios manantiales, principalmente en las laderas al oeste y al sur del Monte Hermón. Cerca de Dan se juntan varios arroyos pequeños, luego fluyen al Lago Huleh, de aguas poco profundas y repleto de juncos. Desde sus nacientes en Huleh, el Jordán desciende poco más de 300 m (1000 pies) en un trayecto de 19 km (12 millas) y entra al Lago Huleh a 70 m (230 pies) sobre el nivel del mar (no a 2 m [7 pies] como informaban algunas viejas publicaciones). Durante los últimos años, el lecho del Río Jordán se ha enderezado luego de salir de Huleh, se han drenado los pantanos del valle y se ha reducido en gran manera el tamaño del lago. La mayor parte del área ahora es una excelente tierra de labranza. En los 18 km (11 millas) desde Huleh hasta el Mar de Galilea, el Jordán desciende 282 m (926 pies) y, durante un tramo, fluye a través de un estrecho cañón. Desde Galilea hasta el Mar Muerto existe otra caída de unos 183 m (600 pies).
El Mar de Galilea es una parte significativa de la grieta superior del valle y está formado por un ensanchamiento de esa falla. Tiene diversos nombres: Lago de Genesaret, Mar de Tiberias, Lago de Cineret; pero se lo conoce más comúnmente como Mar de Galilea. La mayor parte del ministerio de Jesús se desarrolló alrededor de este mar. Aquí pudo descansar, escapar de las multitudes y encontrar alivio para el calor. Con una forma muy parecida a la de un arpa, tiene 21 km (13 millas) de largo y 11 km (7 millas) de ancho. El entorno de basalto duro le ha dado al lago un nivel y un tamaño casi constantes. En los días del NT, era el centro de una pujante industria pesquera. Las ciudades alrededor del lago dan testimonio de esto: Betsaida quiere decir “lugar de pesca” y Tariquea deriva de un término griego que significa “pescado en conserva”.
A medida que el Jordán fluye hacia el sur y se aleja del Mar de Galilea, entra en una garganta llamada Gor o “depresión”. El serpenteante Jordán y sus periódicas inundaciones han creado el Zor, o “jungla”, una espesura de plantas y árboles semitropicales. Aunque la distancia desde el extremo inferior del Mar de Galilea hasta el extremo superior del Mar Muerto es de solo 105 km (65 millas), el sinuoso Jordán serpentea 320 km (200 millas) para cubrir esa distancia. La Gor tiene unos 19 km (12 millas) de ancho en Jericó.
A 11 km (7 millas) al sur de Jericó, el Jordán llega al Mar Muerto, una de las masas de agua más excepcionales del mundo. La superficie del agua se encuentra a 517 m (1696 pies) por debajo del nivel del mar, el punto más bajo de la superficie terrestre. El Mar Muerto tiene 75 km (47 millas) de largo, por 13 km (8 millas) de ancho, y no posee salida. Diariamente entran al mar un promedio de 6,5 millones de toneladas de agua. Siglos de evaporación han hecho que en el presente, el 25% del peso del agua esté constituido por sales minerales. El cloruro de magnesio le da al agua un sabor amargo y el cloruro de calcio la hace aceitosa al tacto. Los peces no pueden vivir en las aguas del Mar Muerto. Por cierto, destruye casi toda la vida orgánica que hay en él y a su alrededor.
A unos 50 km (30 millas) hacia el sur por la margen oriental hay una saliente que penetra en el mar, una península, el Lisán o “Lengua”. Al norte, el mar es profundo, alcanza una profundidad máxima que va de 402 m (1319 pies) a 808 m (2650 pies) por debajo del nivel del mar. Al sur de la península, el mar es muy poco profundo, y alcanza un máximo de 4 m (13 pies). Se cree que en esta zona se encontraban “las ciudades de la llanura” (Gén 13:12), Sodoma y Gomorra.
Meseta transjordana
Al este del Jordán hay una región donde se asentaron las tribus de Rubén, Gad y la mitad de Manasés. En tiempos del NT, allí se encontraban Decápolis y Perea. El ministerio de Jesús lo llevó a pocos lugares de estas provincias. Transjordania está dividida en varias secciones por los ríos Yarmuk, Jaboc, Arnón y Zered.
Al otro lado de Galilea y al norte del Río Yarmuk está Basán (Haurón), una zona de rica tierra volcánica con lluvias que superan los 406 mm (16 pulgadas) anuales. La meseta tiene un promedio de 460 m (1500 pies) por encima del nivel del mar. Al este de Basán solo hay desierto que comienza a convertirse en lomas en dirección al Éufrates. En la era del NT formaba parte del territorio del tetrarca Felipe, hijo de Herodes el Grande.
Al sur de Yarmuk, llegando al Río Jaboc, estaba Galaad. Durante el gobierno persa, los límites fueron bastante rígidos. Tanto antes como después del dominio persa, hacia el sur Galaad llegaba hasta Rabá (Filadelfia, la moderna Amán). Anteriormente, con muchos bosques, vertientes y lomas, Galaad es una de las regiones más pintorescas de Palestina. En las laderas de las lomas hay olivares y viñas. Jeras y Amán, las capitales del Reino Hachemita de Jordania, están ubicadas aquí.
Al sur de Galaad se encuentra Moab. Originalmente, su límite norte era el Río Arnón, pero los moabitas presionaron hacia el norte y le dieron su nombre a las llanuras al este del lugar donde el Jordán entra en el Mar Muerto (Amón intentó establecerse entre Galaad y Moab utilizando Rabá como fortaleza. Esto solo tuvo éxito bajo el mando del infame Tobías durante los años del exilio.) El límite sur de Moab era el Río Zered, Wadi al Hasa.
Todavía más al sur está Edom, con las montañas más altas de la región. La zona es árida y estéril. A 80 km (50 millas) al sur del Mar Muerto se encuentra la antigua fortaleza de Petra.
Clima
Palestina está ubicada en la zona semitropical entre 30 y 33 grados de latitud norte. Normalmente, las temperaturas son altas en verano y moderadas en invierno, pero estas generalizaciones se modifican tanto por la elevación como por la distancia de la costa. El clima palestino es variado ya que, a pesar de su tamaño relativamente pequeño, la configuración geográfica de la región produce diversidad de condiciones. Debido a la influencia mediterránea, la llanura de la costa tiene una temperatura promedio anual de 14º C (57º F) en Jope. Jerusalén, a solo 56 km (35 millas) de distancia, tiene un promedio anual de 17,5º C (63º F). La diferencia radica en su elevación a 760 m (2500 pies) sobre el nivel del mar. Jericó está a solo 27 km (17 millas) más al este, pero se encuentra 1035 m (3400 pies) más abajo, 275 m (900 pies) por debajo del nivel del mar, y por lo tanto, tiene un clima tropical y muy baja humedad. Aquí, las noches terriblemente frías del desierto compensan los días bastante calurosos. De manera similar, gran parte de la zona que rodea el Mar de Galilea cuenta con condiciones templadas, en tanto que la región del Mar Muerto es conocida por las sucesiones de días de verano de más de 38º C (100ºF).
Palestina es una tierra de dos estaciones, una seca y otra lluviosa, con períodos de transición. La estación seca va desde mediados de mayo hasta mediados de octubre. Desde junio hasta agosto no cae una gota de lluvia, excepto en el extremo norte. Desde el oeste o el sudoeste, por lo general, soplan vientos moderados y regulares. Las brisas llegan a Jerusalén al mediodía, a Jericó por la tarde temprano y a la meseta de Transjordania a media tarde. El aire es húmedo, pero las condiciones atmosféricas son tales que no se producen precipitaciones. Sin embargo, la humedad es evidente a juzgar por el rocío extremadamente denso que se forma cinco de cada seis noches en julio.
A fines de octubre comienza a caer la “lluvia temprana”, tantas veces mencionada en la Escritura. Noviembre se caracteriza por fuertes tormentas eléctricas. Los meses de diciembre a febrero se destacan por fuertes lluvias, pero no es un tiempo de precipitación constante. Los días lluviosos alternan con días radiantes de sol. El frío no es severo. Ocasionalmente hay escarcha en los picos altos desde diciembre hasta febrero. En Jerusalén puede llegar a nevar dos veces durante los meses de invierno.
De tanto en tanto, toda Palestina experimenta condiciones cálidas extremadamente desagradables. El viento siroco (el “viento solano” de Gén 41:6 y Eze 19:12), que sopla del sudeste durante los meses de transición (mayo, junio, septiembre, octubre), lleva nubes cargadas de polvo por toda la zona. Esto seca la vegetación y tiene un efecto deteriorante en la gente y los animales. En algunas oportunidades, la temperatura puede elevarse 17º C (30ºF) y la humedad puede caer a menos del 10%.
A lo largo de la llanura costera, la fluctuación de temperatura diaria es bastante limitada debido a las brisas del Mediterráneo. En las montañas y en la grieta del valle, la fluctuación diurna es mucho mayor.

Timothy Trammel