Significado de REMANENTE Según La Biblia | Concepto y Definición

REMANENTE Significado Bíblico

¿Qué Es REMANENTE En La Biblia?

Algo que ha quedado, especialmente los justos del pueblo de Dios después del juicio divino. Varias palabras hebreas expresan la idea de remanente: yeter, “lo que ha quedado”; she’ar, “lo que resta”; she’rit, “residuo”; pelitah, “uno que escapa”; sarid, “un sobreviviente”, y sherut, “uno liberado de cadenas”. En el NT, “remanente” o resto equivalen a las palabras griegas kataleimma, leimma y loipos.
Estas palabras se asocian con diversas actividades de la vida cotidiana. Los objetos o las personas pueden separarse de un grupo mayor mediante selección, asignación, consumo (ingerir alimentos) o destrucción. Lo que queda es el residuo o, en el caso de personas, aquellos que permanecen después de una epidemia, hambruna, sequía o guerra.
Noé y su familia pueden ser considerados sobrevivientes, o remanente del juicio divino en el diluvio (Gén 6:5-8; Gén 7:1-23). Lo mismo podría decirse de Lot cuando Sodoma fue destruida (Gén 18:17-33; Gén 19:1-29), de la familia de Jacob en Egipto (Gén 45:7), de Elías y los 7000 seguidores fieles del Señor (1Re 19:17-18), y de los israelitas del cautiverio (Eze 12:1-16). Fueron sobrevivientes porque el Señor los eligió para mostrar misericordia a aquellos que habían confiado plenamente en Él y habían sido justos en su manera de vivir.
Alrededor del 750 a.C., Amós descubrió que muchos en Israel creían que Dios los protegería a todos ellos y a sus instituciones. El profeta tiró por tierra esas ideas equivocadas con un lenguaje duro (Amó 3:12-15; Amó 5:2-3; Amó 5:18-20; Amó 6:1-7; Amó 9:1-6). El juicio divino se derramaría sobre todo Israel. Mediante la doctrina de que solo unos pocos sobrevivirían y reconstruirían la nación (Amó 9:8 b- Amó 9:9; Amó 9:11-15), corrigió la convicción de que todos vivirían felices y prósperos (Amó 9:10). Esta nueva vida podría hacerse realidad si todos y cada uno de ellos se arrepentían, se volvían al Señor y eran salvos (Amó 5:4 b- Amó 5:6 a, Amó 5:14-15).
El libro de Oseas no utiliza terminología del remanente, pero el concepto de la misericordia del Señor hacia aquellos que pasan por la experiencia del juicio está presente en varios lugares (Ose 2:14-23; Ose 3:4-5; Ose 6:1-3; Ose 11:8-11; Ose 13:14; Ose 14:1-9), incluso los llamados al arrepentimiento y las descripciones de lo que el remanente podría disfrutar en la vida.
El libro de Miqueas tiene un énfasis bastante similar. Después de anunciar juicio, el Señor proclama que el pueblo será reunido como ovejas y que Dios los guiará (Miq 2:12-13) como su rey (Miq 4:6-8). El Mesías les daría una atención especial (Miq 5:2-5; Miq 5:7-9). El clímax del libro es una exaltación de Dios como aquel que perdona y quita el pecado de sus vidas una vez que el juicio ha pasado (Miq 7:7-20).
La doctrina del remanente era tan importante para Isaías que llamó a uno de sus hijos Sear-jasub, que significa: “un remanente volverá” (Miq 7:3). Los fieles sobrevivirían a las matanzas del ejército asirio (Isa 4:2-6; Isa 12:1-6), según lo ilustraba la sorprendente liberación de aquellos pocos que se encontraban en Jerusalén cuando la ciudad fue sitiada por los asirios (caps. Isa 36:1-22; Isa 37:1-38; Isa 38:1-22).
Muchos pasajes sobre el remanente están estrechamente vinculados con el futuro rey, el Mesías, quien sería el gobernante majestuoso de aquellos que buscaran Sus misericordias (Isa 9:1-7; Isa 11:1-16; Isa 32:1-8; Isa 33:17-24). Estos pasajes tienen un fuerte énfasis escatológico, y esperan que las futuras generaciones sean el remanente. Otros pasajes consideran que el remanente es la generación de la época de Isaías. Varias afirmaciones hacia el final del libro tienen una evidente orientación futurista. En ese futuro habría un nuevo pueblo, una nueva comunidad, una nueva nación y una profunda fe en un solo Dios. Este remanente estaría personificado en el Siervo Sufriente (cap. Isa 53:1-12).
Amós, Oseas, Miqueas e Isaías alzaron sus voces a coro. Solo unos pocos sobrevivirían a los sucesos del juicio, básicamente porque se arrepintieron y confiaron su futuro a la compasión de su Señor. Un segmento importante del remanente estaría compuesto por los que fueron afligidos (Isa 14:32). Más tarde, Sofonías habló de los humildes y los pobres como aquellos que encontrarían refugio en el remanente (Sof 2:3; Sof 3:12-13).
Jeremías anunció que Judá sería destruido por su rebelión contra el Señor del pacto. Las instituciones políticas, religiosas y sociales del estado serían eliminadas. Muchos perderían la vida; otros serían llevados al exilio durante 70 años. Allí, aquellos que creyeran en un único Dios verdadero serían reunidos para regresar a la tierra prometida. Dios crearía una nueva comunidad. En los capítulos Jer 30:1-24; Jer 31:1-40; Jer 32:1-44; Jer 33:1-26 se concentran afirmaciones de esperanza y promesa para el remanente.
Ezequiel concordó con Jeremías en que el remanente de Judá llevado a Babilonia sería la fuente de personas aptas para la nueva comunidad del Señor. Estos pocos participarían en un nuevo éxodo y se asentarían en la tierra prometida en torno a un nuevo templo (caps. Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35).
Zacarías habló en términos vívidos sobre cómo el remanente, los exiliados que regresaron a Jerusalén, prosperaría (Zac 8:6-17; Zac 9:9-17; Zac 14:1-21). Esdras reconoció a las personas que habían regresado a Jerusalén como miembros del remanente que se hallaban en peligro de repetir los pecados del pasado (Esd 9:7-15).
En el NT, Pablo citó palabras de Oseas y de Isaías (Rom 9:25-33) para demostrar que la salvación de un remanente de entre los judíos aún formaba parte del método del Señor para redimir a Su pueblo. Siempre habría un futuro para todo miembro del pueblo del pacto que se volviera verdaderamente al Señor para obtener salvación (caps. Rom 9:1-33; Rom 10:1-21; Rom 11:1-36).

George Herbert Livingston