¿Qué Significa SACERDOTE En La Biblia Según El Diccionario Bíblico Online?
Antes de que se fundara la congregación cristiana, los sacerdotes eran para los verdaderos adoradores de Dios los representantes de Jehová ante el pueblo y los encargados de instruirlos acerca de Él y Sus leyes. A su vez, representaban al pueblo ante Dios mediante la presentación de sacrificios, intercesiones y ruegos. Heb 5:1 dice a este respecto: “Todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es nombrado a favor de los hombres sobre las cosas que tienen que ver con Dios, para que ofrezca dádivas y sacrificios por los pecados”. El término hebreo que se traduce por “sacerdote” es ko-hén, y el griego, hi-e-réus.En los primeros tiempos. En tiempos patriarcales, el cabeza de familia era el sacerdote de la familia, y la responsabilidad pasaba al primogénito en caso de que muriese el padre. Por ejemplo, en tiempos antiguos, Noé actuó como sacerdote en favor de su familia. (Gén 8:20-21.) El cabeza Abrahán tenía una gran familia con la que viajaba de lugar en lugar, edificando altares y haciendo sacrificios a Jehová en los diversos lugares donde acampaba. (Gén 14:14; Gén 12:7-8; Gén 13:4.) Dios dijo de Abrahán: “Porque he llegado a conocerlo a fin de que dé mandato a sus hijos y a su casa después de él de modo que verdaderamente guarden el camino de Jehová para hacer justicia y juicio”. (Gén 18:19.) Isaac y Jacob siguieron la misma norma (Gén 26:25; Gén 31:54; Gén 35:1-7; Gén 35:14), y Job, que no era israelita, aunque probablemente era pariente lejano de Abrahán, también tuvo por costumbre ofrecer sacrificios a Jehová en favor de sus hijos, pues decía para sí: “Quizás mis hijos hayan pecado y hayan maldecido a Dios en su corazón”. (Job 1:4-5; véase también Job 42:8.) Sin embargo, la Biblia no llama específicamente a estos hombres ko-hén o hi-e-réus. Sin embargo, a Jetró, el cabeza de familia y suegro de Moisés, se le llama “sacerdote [ko-hén] de Madián”. (Éxo 2:16; Éxo 3:1; Éxo 18:1.)Melquisedec, el rey de Salem, era un sacerdote (ko-hén) singular. La Biblia no guarda ningún registro de sus antepasados, su nacimiento o su muerte. No recibió su sacerdocio por herencia, y no tuvo ni predecesores ni sucesores en ese cargo. Desempeñaba las funciones de rey y sacerdote. Su sacerdocio era mayor que el levítico, pues Leví en realidad presentó diezmos a Melquisedec, ya que todavía estaba en los “lomos de Abrahán” cuando este ofreció diezmos a Melquisedec, quien lo bendijo. (Gén 14:18-20; Heb 7:4-10.) Melquisedec prefiguró en esto a Jesucristo, el “sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec”. (Heb 7:17.)Los cabezas de familia de la prole de Jacob (Israel) debieron hacer de sacerdotes hasta que Dios instituyó el sacerdocio levítico. Por consiguiente, cuando Dios condujo al pueblo al monte Sinaí, ordenó: “Que también los sacerdotes que con regularidad se acercan a Jehová se santifiquen, para que Jehová no irrumpa contra ellos”. (Éxo 19:22.) Esto ocurrió antes de que se instituyera el sacerdocio levítico. Pero a Aarón se le permitió subir con Moisés a la montaña parte del camino aunque todavía no estaba designado como sacerdote. Esta circunstancia armonizaba con la posterior designación de Aarón y sus descendientes como sacerdotes. (Éxo 19:24.) Esta fue una indicación temprana de que Dios pensaba reemplazar el antiguo sistema (el sacerdocio ejercido por el cabeza de familia) por un sacerdocio de la casa de Aarón.Bajo el pacto de la Ley. Mientras los israelitas eran esclavos en Egipto, Jehová santificó para sí a todo hijo primogénito de Israel cuando destruyó a los primogénitos de Egipto en la décima plaga. (Éxo 12:29; Núm 3:13.) Por consiguiente, estos primogénitos pertenecían a Jehová, y solo podían utilizarse para servir a Dios de algún modo especial. Dios podía haber designado a todos estos varones primogénitos de Israel como sacerdotes o cuidadores del santuario. Sin embargo, le pareció mejor utilizar varones de la tribu de Leví para este servicio. Por esta razón permitió que la nación ofreciera a los varones levitas a cambio de los varones primogénitos de las otras doce tribus (los descendientes de Efraín y Manasés, los hijos de José, fueron contados como dos tribus). El censo indicó que la cantidad de primogénitos no levitas de un mes de edad para arriba superaba en 273 a los varones levitas, de manera que Dios exigió un precio de rescate de cinco siclos (11 dólares [E.U.A.]) por cada uno de los 273, y el dinero se cedió a Aarón y sus hijos. (Núm 3:11-16; Núm 3:40-51.) Antes de esta transacción, Jehová ya había apartado a los varones de la familia de Aarón de la tribu de Leví para que constituyesen el sacerdocio de Israel. (Núm 1:1; Núm 3:6-10.)Durante un largo período de tiempo, solo a la nación de Israel se le concedió la oportunidad de aportar los miembros para “un reino de sacerdotes y una nación santa” (Éxo 19:6), pero esa oportunidad dejó de ser exclusiva debido a que la nación rechazó al Hijo de Dios. (Compárese con Mat 21:43; 1Pe 2:7-10.)En un principio el rey de Israel era Jehová, pero más tarde hizo que el linaje real recayese sobre David. Aunque Jehová continuaba siendo el Rey invisible, el linaje davídico actuó en su representación en la administración temporal del reino. Por eso se decía que estos reyes terrestres se sentaban en el “trono de Jehová”. (1Cr 29:23.) No obstante, el sacerdocio se mantuvo en el linaje aarónico, separado del poder real. En cualquier caso, únicamente aquella nación reunió en sí misma tanto el reino como el sacerdocio de Jehová Dios y su “servicio sagrado”. (Rom 9:3-4.)Inauguración del sacerdocio. Solo Dios puede nombrar a un sacerdote; nadie puede ocupar ese puesto por decisión propia. (Heb 5:4.) De acuerdo con este hecho, Jehová mismo nombró a Aarón y su casa para el sacerdocio “hasta tiempo indefinido” y los separó de la familia de los qohatitas, una de las tres divisiones principales de la tribu de Leví. (Éxo 6:16; Éxo 28:43.) No obstante, Moisés, que había actuado como mediador del pacto de la Ley, intervino en representación de Dios al santificar a Aarón y a sus hijos, y luego llenar sus manos de poder para que oficiasen de sacerdotes; el relato de esta ceremonia se encuentra en Éxodo 29 y Levítico 8. Al parecer, la inauguración del sacerdocio duró siete días, del 1 al 7 de Nisán del año 1512 a. E.C. (Véase INSTALACIÓN.) El sacerdocio recién inaugurado comenzó sus servicios a favor del pueblo de Israel al día siguiente, el 8 de Nisán.Requisitos. Jehová puso los requisitos que debían llenar los del linaje familiar de Aarón que sirvieran en el altar de Dios. Un sacerdote tenía que estar sano físicamente y tener una apariencia normal. En caso contrario no podría acercarse con ofrendas al altar ni tampoco a la cortina que estaba entre los compartimientos del tabernáculo llamados Santo y Santísimo. No obstante, aun en estas circunstancias, tenía el derecho de recibir ayuda del diezmo y podía participar de las “cosas santas” provistas como alimento para el sacerdocio. (Lev 21:16-23.)No se especifica a qué edad se emprendía el sacerdocio, si bien el censo de los qohatitas que se tomó en el monte Sinaí incluyó a los que tenían entre treinta y cincuenta años de edad. (Núm 4:3.) Los levitas empezaban su servicio obligatorio en el santuario a los veinticinco años de edad (aunque durante el reinado de David se redujo a los veinte; Núm 8:24; 1Cr 23:24) y se retiraban a los cincuenta, siempre y cuando no fuesen sacerdotes, pues no existía la jubilación para estos. (Núm 8:25-26; véase JUBILACIÓN.)Manutención. A la tribu de Leví no se le concedió ninguna porción de terreno como herencia, más bien, vivieron ‘esparcidos por Israel’, en las 48 ciudades que se les dio para residir con sus familias y ganado. Trece de estas ciudades fueron asignadas a los sacerdotes. (Gén 49:5; Gén 49:7; Jos 21:1-11.) Hebrón, una de las ciudades de refugio, era una ciudad sacerdotal. (Jos 21:13.) Si a los levitas no se les asignó ninguna tierra en herencia, se debió a lo que el propio Jehová dijo: “Yo soy la parte que te corresponde, y tu herencia, en medio de los hijos de Israel”. (Núm 18:20.) Los levitas cumplían con el trabajo que correspondía a su ministerio y mantenían sus casas y las dehesas de las ciudades que se les asignaron. También tenían que cuidar de otros terrenos que los israelitas dedicasen al uso del santuario. (Lev 27:21; Lev 27:28.) Jehová dispuso que los levitas recibieran un diezmo de todo el producto de la tierra de las otras doce tribus. (Núm 18:21-24.) De este diezmo, o décima parte, los levitas, a su vez, tenían que dar una décima parte de todo lo mejor como diezmo para el sacerdocio. (Núm 18:25-29; Neh 10:38-39.) De modo que el sacerdocio recibía un 1% del producto nacional, lo que le permitía dedicar todo su tiempo al servicio a Dios.Aunque esta contribución era abundante, no era comparable al lujo y poder financiero que tenía la clase sacerdotal de las naciones paganas. Por ejemplo, los sacerdotes egipcios eran propietarios de tierras (Gén 47:22; Gén 47:26), y valiéndose de astutos manejos, se convirtieron en la clase más rica y poderosa de Egipto. La obra A History of the Ancient Egyptians (de Santiago H. Breasted, 1908, págs. 355, 356, 431, 432) explica que durante la llamada ‘vigésima dinastía’ el Faraón pasó a ser un mero títere. El sacerdocio se había adueñado de la región aurífera de Nubia y de la extensa provincia del Alto Nilo. El sumo sacerdote era el funcionario fiscal más importante del país —después del jefe de los tesoreros—, estaba al mando de los ejércitos y tenía acceso al tesoro del país. En las representaciones pictográficas se destaca más al sumo sacerdote que al Faraón.Cuando Israel descuidaba su adoración y se volvía negligente en el pago de los diezmos, el sacerdocio sufría, así como los levitas no sacerdotales, que tenían que buscar otro trabajo para mantener a sus familias. Esta mala actitud hacia el santuario y su manutención hacía a su vez que la nación sufriera aún más por la falta de espiritualidad y de conocimiento de Jehová. (Neh 13:10-13; véase también Mal 3:8-10.)El sacerdocio recibía: 1) el diezmo regular; 2) el precio de redención por los primogénitos, tanto de los hijos varones como de los machos de las bestias; en el caso de un toro, un cordero o un macho cabrío que fueran primogénitos, recibían la carne como alimento (Núm 18:14-19); 3) el precio de redención por los hombres y las cosas que se apartaban como santas, así como las cosas dedicadas a Jehová (Levítico 27); 4) ciertas porciones de las diversas ofrendas que llevaba el pueblo, así como el pan de la proposición (Lev 6:25-26; Lev 6:29; Lev 7:6-10; Núm 18:8-14); 5) se beneficiaban de las ofrendas de lo mejor de las primicias del grano, el vino y el aceite (Éxo 23:19; Lev 2:14-16; Lev 22:10 [la palabra “extraño” del último texto se refiere a alguien que no era sacerdote]; Deu 14:22-27; Deu 26:1-10); con la excepción de ciertas porciones específicas que solo los sacerdotes podían comer (Lev 6:29), sus hijos e hijas y, en algunos casos, los demás de la casa del sacerdote (incluso los esclavos) podían participar legítimamente de aquellas ofrendas (Lev 10:14; Lev 22:10-13); 6) los sacerdotes sin duda participaban del diezmo que se hacía en el tercer año para los levitas y los pobres (Deu 14:28-29; Deu 26:12), y 7) participaban del botín de guerra. (Núm 31:26-30.)Vestimenta. Los sacerdotes servían descalzos mientras desempeñaban sus funciones, pues el santuario era suelo santo. (Compárese con Éxo 3:5.) En las instrucciones para la manufactura de las prendas de vestir especiales de los sacerdotes no se mencionaban las sandalias. (Éxo 28:1-43.) Llevaban calzoncillos de lino que cubrían desde las caderas hasta los muslos por decoro, ‘para cubrir la carne desnuda para que no incurrieran en error y ciertamente murieran’. (Éxo 28:42-43.) Encima llevaban un traje talar de lino fino ceñido con una banda de lino. Luego se ‘envolvían’ un tocado sobre la cabeza. (Lev 8:13; Éxo 28:40; Éxo 39:27-29.) Parece ser que este tocado era algo diferente del turbante del sumo sacerdote, que posiblemente estaba cosido en forma de envoltura y colocado sobre su cabeza. (Lev 8:9.) Al parecer en época posterior los sacerdotes llevaban de vez en cuando un efod de lino, aunque no con bordados lujosos como el del sumo sacerdote. (1Sa 2:18.)Prescripciones y funciones. Los sacerdotes tenían que mantenerse limpios y observar normas morales elevadas. Cuando entraban en la tienda de reunión y antes de presentar una ofrenda en el altar, tenían que lavarse las manos y los pies en la palangana que estaba en el patio, ‘para que no murieran’. (Éxo 30:17-21; Éxo 40:30-32.) Con una advertencia similar se les mandó que no bebieran vino ni licor embriagante cuando sirvieran en el santuario. (Lev 10:8-11.) No podían contaminarse tocando un cadáver o lamentándose por los muertos; esto los dejaría temporalmente inmundos para el servicio. Sin embargo, todo sacerdote, excepto el sumo sacerdote, podía contaminarse por la muerte de alguien con quien tuviera un estrecho vínculo familiar: madre, padre, hijo, hija, hermano y hermana virgen que fuese próxima a él (al parecer que viviese con él o cerca de él); posiblemente, la esposa también estaba incluida entre las personas próximas a él. (Lev 21:1-4.) El sacerdote que quedase inmundo debido a lepra, a un flujo, a un cadáver u otra cosa inmunda, no podía comer de las cosas santas o llevar a cabo un servicio en el santuario hasta ser limpio; de lo contrario, debía morir. (Lev 22:1-9.)A los sacerdotes se les prohibía afeitarse la cabeza o las extremidades de las barbas y hacerse incisiones, pues estas eran costumbres de los sacerdotes paganos. (Lev 21:5-6; Lev 19:28; 1Re 18:28.) El sumo sacerdote solo podía casarse con una muchacha virgen; los sacerdotes podían casarse con viudas, pero no con divorciadas ni con prostitutas. (Lev 21:7-8; compárese con los Lev 21:10; Lev 21:13-14.) Todos los miembros de la familia del sumo sacerdote tenían que mantener la elevada norma de moralidad y la dignidad que merecía el puesto de sacerdote. Por consiguiente, si una hija de un sacerdote se hacía prostituta, había que darle muerte, y después quemarla como algo detestable a Dios. (Lev 21:9.)Cuando el campamento se trasladaba de un lugar a otro en el desierto, era un deber de Aarón y sus hijos cubrir el mobiliario y los utensilios sagrados del tabernáculo antes de que los qohatitas pudiesen cargar con ellos, a fin de evitar que muriesen por verlos. Cuando nuevamente acampaban, solo Aarón y sus hijos podían quitarles la cubierta de nuevo en la tienda. (Núm 4:5-15.) En los traslados, los sacerdotes llevaban el arca del pacto. (Jos 3:3; Jos 3:13; Jos 3:15; Jos 3:17; 1Re 8:3-6.)Los sacerdotes eran responsables de tocar las trompetas santas con el fin de dirigir al pueblo, tanto en el caso de montar o levantar el campamento, como de reunirse, entrar en batalla o celebrar alguna fiesta a Jehová. (Núm 10:1-10.) Los sacerdotes y los levitas estaban exentos de reclutamiento militar, aunque tocaban las trompetas y cantaban delante del ejército. (Núm 1:47-49; Núm 2:33; Jos 6:4; 2Cr 13:12.)Los deberes sacerdotales en el santuario eran los siguientes: degollar los sacrificios que llevaba el pueblo, rociar la sangre sobre el altar, cortar en pedazos los sacrificios, mantener ardiendo el fuego del altar, cocer la carne y recibir todas las otras ofrendas, como las de grano, y ocuparse de los casos de inmundicia y de los votos especiales correspondientes, etc. (Levítico 1-7; Lev 12:6; Levítico 13-15; Núm 6:1-21; Luc 2:22-24.) Se encargaban de las ofrendas quemadas de la mañana y del atardecer y de todos los otros sacrificios que se hacían regularmente en el santuario, excepto los que eran responsabilidad del sumo sacerdote; también quemaban incienso sobre el altar de oro. (Éxo 29:38-42; Núm 28:1-10; 2Cr 13:10-11.) Ponían en orden las lámparas, las mantenían abastecidas de aceite (Éxo 27:20-21) y cuidaban del aceite santo y del incienso. (Núm 4:16.) Bendecían al pueblo en asambleas solemnes, según se indica en Núm 6:22-27. Pero ningún otro sacerdote podía estar en el santuario cuando el sumo sacerdote entraba en el Santísimo para hacer expiación. (Lev 16:17.)Los sacerdotes eran los que principalmente tenían el privilegio de explicar la ley de Dios y desempeñaban un papel importante en juzgar a Israel. En las ciudades asignadas a ellos, ayudaban a los jueces y participaban con ellos en casos extraordinarios que no podían decidir los tribunales locales. (Deu 17:8-9.) Tenían que estar presentes junto con los ancianos de la ciudad en los casos de asesinato aún no resueltos, a fin de asegurarse que se siguiera el procedimiento debido para quitar de la ciudad la culpa por derramamiento de sangre. (Deu 21:1-2; Deu 21:5.) Si un esposo celoso acusaba a su esposa de haber cometido adulterio en secreto, tenía que llevarla al santuario, donde el sacerdote efectuaba la ceremonia prescrita, en la que se apelaba al conocimiento que Jehová tenía de la inocencia o la culpabilidad de la mujer, con el fin de que Él juzgara directamente. (Núm 5:11-31.) En todos los casos tenía que respetarse el juicio emitido por los sacerdotes o los jueces nombrados; la falta de respeto o desobediencia deliberada se castigaba con la pena de muerte. (Núm 15:30; Deu 17:10-13.)Los sacerdotes instruían al pueblo en la Ley; la leían y explicaban a los que iban al santuario para adorar. Cuando no estaban desempeñando sus deberes asignados, también tenían muchas oportunidades de impartir tal enseñanza, tanto en el recinto del santuario como en otras partes del país. (Deu 33:10; 2Cr 15:3; 2Cr 17:7-9; Mal 2:7.) Al regresar de Babilonia a Jerusalén, el sacerdote Esdras reunió al pueblo y pasó horas leyendo y explicándoles la Ley ayudado por otros sacerdotes y los levitas. (Neh 8:1-15.)La administración sacerdotal servía de salvaguarda para la nación tanto en limpieza religiosa como en salud física. El sacerdote tenía que juzgar entre lo que era limpio e inmundo en los casos de lepra, tanto en el caso de un hombre como de una prenda de vestir o una casa. Se aseguraba de que se llevasen a cabo las reglas legales de cuarentena. También oficiaba en la limpieza de los que habían sido contaminados por un cuerpo muerto o estaban inmundos debido a flujos anormales, etc. (Levítico 13-15.)
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SACERDOTE En La Biblia – Significado de la Palabra y Su Historia Bíblica.