Significado de SIERVO DE JEHOVÁ Según La Biblia | Concepto y Definición

SIERVO DE JEHOVÁ Significado Bíblico

¿Qué Es SIERVO DE JEHOVÁ En La Biblia?

Título que Jesús tomó del AT, especialmente de Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22; Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13. La frase “el siervo de Jehová” (“Mi siervo” o “Su siervo”, donde los pronombres se refieren a Dios) se aplicó a muchos líderes del pueblo de Dios: más de 30 veces a Moisés, más de 70 a David, y varias a Israel como nación.
En Isaías, la idea se presenta de manera casi incidental. El cap. Isa 41:1-29 describe una gran crisis causada por un ejército poderoso que desde Persia se dirige hacia el oeste y conquista y aterroriza numerosas naciones. Frente a esto, Dios le dijo a Israel que no temiera. “Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo. […] Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché” (Isa 41:8-9 b). Israel debía ser preservado porque era el instrumento de Dios para llevar a cabo una tarea de importancia mundial.
Isa 42:1-25 retrata de manera excepcional al Siervo de Jehová ideal y la gran obra que Dios quiere que lleve a cabo. Él “traerá justicia a las naciones” (v. Isa 42:1). Debe establecer “en la tierra justicia; y las costas esperarán su ley” (v. Isa 42:4). Las tareas que está destinado a cumplir son casi increíbles. Traerá la justicia de Dios a todas las naciones (vv. Isa 42:1; Isa 42:4).
Casi más sorprendente que la titánica tarea que el Siervo debe llevar a cabo es la descripción de cómo tiene que hacerlo. Avanzará con absoluta confianza pero nada indica que necesite hacer un esfuerzo extenuante. Comprenderá con tanta cabalidad el alcance de Su poder sobrecogedor que podrá ser inmensamente tierno al hacer Su tarea (Isa 42:2-4), aun con aquellos que hayan fracasado en sus esfuerzos. Esta primera parte de Isa 42:1-25 pinta un retrato del Siervo ideal, la meta para la cual Israel debía ser preservado.
Cuando un israelita leía esta predicción, pensaba: “¿Cómo puede Israel pensar siquiera en llevar a cabo esta gran tarea que el Siervo del Señor debe hacer?” Dios inmediatamente señaló la incapacitad del israelita natural de estar a la altura del retrato del Siervo ideal. El v. Isa 42:19 dice: “¿Quién es ciego, sino mi siervo? ¿Quién es sordo, como mi mensajero que envié?” Israel era responsable de procurar ese ideal, pero estaba más allá de su alcance. No obstante, el Señor dice: “Vosotros sois mis testigos, y mi siervo que yo escogí” (Isa 43:10; comp. Isa 44:1-2; Isa 44:21).
Israel tenía la responsabilidad de hacer el trabajo del Siervo. Sin embargo, no se refería a todo Israel ya que algunos eran blasfemos e idólatras. ¿Podría parte de Israel ser el verdadero Siervo? ¿O podría realmente apuntar a Uno que saliera de Israel, Uno que representara a Israel para llevar a cabo la tarea? Mat 12:17-21 cita Isa 42:1-4 para mostrar que esto se cumplió en Jesucristo.
El cap. Isa 49:1-26 presenta más detalladamente la obra del Siervo. Este les dice a las “costas” y a los “pueblos lejanos” que Dios lo había llamado antes de Su nacimiento, incluso por Su nombre: Israel (Isa 49:3). El v. Isa 49:4 describe a los piadosos de Israel que saben lo que Dios desea pero reconocen su propia ineptitud, y asegura que la obra le pertenece a Dios y que Él se encargará de concretarla. Los vv. Isa 49:5 y Isa 49:6 distinguen entre Aquel que llevará a cabo la labor del Siervo y la nación de Israel, a la que pertenece y representa. No solo debe traer juicio al mundo sino también “hacer volver a él a Jacob” (v. Isa 49:5) y restaurar “el remanente de Israel” (v. Isa 49:6). Debe ser “luz de las naciones” y “mi salvación hasta lo postrero de la tierra” (v. Isa 49:6). En Isa 50:4-10 se relatan los sufrimientos a que se someterá voluntariamente.

Todo esto lleva al retrato triunfal de Isa 52:13-15; Isa 53:1-12 que muestra los sufrimientos del Siervo (Isa 52:14; Isa 53:2-5; Isa 53:7-8; Isa 53:10), Su naturaleza vicaria y redentora (Isa 52:15; Isa 53:4-6; Isa 53:8; Isa 53:10-12; comp. 1Pe 1:1-2). El cap. Isa 54:1-17 muestra el alcance de la obra del Siervo, mientras que Isa 55:1 hace el glorioso llamado a recibir la salvación que logró la obra redentora del Siervo “sin dinero y sin precio” (v. Isa 53:1).
Después del cap. Isa 53:1-12, Isaías nunca vuelve a usar la palabra “Siervo” en singular; en cambio, habla de las bendiciones que recibirán los seguidores del Siervo a quienes denomina “los siervos del Señor” (Isa 54:17); “sus siervos” (Isa 56:6; Isa 65:15; Isa 66:14), y “mis siervos” (Isa 65:8-9; Isa 65:13-14).
El NT describe a Jesús como el Siervo Sufriente que consuma las gloriosas descripciones de Isaías. Al no permitir que los discípulos revelaran Su verdadera identidad, Jesús se manifestó como el Siervo agradable que no luchó ni clamó a gritos (Mat 12:14-21). Dios glorificó a Su siervo Jesús en la resurrección y la ascensión (Hch 3:1; Hch 13:1). Líderes gentiles y judíos conspiraron para hacer que Jesús, el “santo Hijo”, sufriera como Dios había “determinado que sucediera” (Hch 4:27-28). Esto hizo que la iglesia primitiva orara pidiendo, como siervos de Dios, ser capaces de hablar con denuedo y realizar milagros en el nombre de “tu santo siervo Jesús” (Hch 4:29-30 NVI). Jesús consideró que Su misión era ser Siervo (Luc 4:18-19; comp. Luc 22:37), fue ejemplo para Sus discípulos, los instó para que fueran siervos unos de otros y del mundo (Jua 13:4-17). Ver Cristo, cristología; Esclavo, Siervo; Hijo de Dios; Isaías; Jesucristo.

Allan A. MacRae