Significado de VERDAD Según La Biblia | Concepto y Definición

VERDAD Significado Bíblico

¿Qué Es VERDAD En La Biblia?

Los eruditos bíblicos del pasado solían generalizar al extremo las distinciones entre los conceptos griego y hebreo de la verdad. Afirmaban que la tradición filosófica griega consideraba la verdad como algo estático, atemporal y teórico, mientras que la visión hebrea la percibía como práctica y empírica. Sostenían que, aunque en la Biblia predomina el concepto hebreo, la contrastante visión griega está representada en el NT, especialmente en los escritos de Juan.
Pero hubo corrientes de cambio y hay ahora una creciente tendencia entre los eruditos a reconocer que las palabras bíblicas más importantes que se traducen “verdad” (heb. emet; gr. aletheia) tienen un amplio espectro de significado que abarcan aspectos declaratorios, personales, morales e históricos. Emet frecuentemente significa “fidelidad”. Los escritores del AT la utilizaban para describir la palabra y las obras de Dios. Su palabra es digna de confianza porque Él es fiel y porque es verdadera. Lo destacado de la enseñanza bíblica es que toda la verdad está unificada y cimentada en el Dios fiel y verdadero.
La verdad en el sentido de narrar hechos verídicos
El significado más común de las palabras bíblicas se refiere a declaraciones que reflejan con precisión lo sucedido, como en el caso de los testigos fieles y confiables (Pro 12:17 comp. 1Jn 2:21). Mentira es lo opuesto a verdad (Jer 9:3; comp. Gén 42:16). El pueblo de Dios debe hablar lo verdadero (Zac 8:16; Efe 4:25). Jesús enfatiza la autoridad y la certidumbre de Su mensaje al decir: “Pero os digo en verdad” (Luc 9:27, comp. Luc 4:24; Jua 16:7). Juan subraya que está diciendo la verdad sobre Jesús (Jua 19:35), y Pablo señala que no está mintiendo (Rom 9:1; comp. 2Co 7:14; 1Ti 2:7; Hch 26:25).
Para Moisés, el Dios del pacto abunda en verdad (Éxo 34:6). Su verdad es eterna (Sal 117:2). El testimonio humano no puede jurar que dice la verdad por nada más elevado que Dios (1Re 22:16; Isa 65:16). Dado que Dios es verdadero, también lo es Su palabra (Sal 119:160; comp. Jua 17:17; 2Sa 7:28; Sal 43:3; Sal 119:142; Sal 119:151). Las Escrituras constituyen esta precisa palabra de verdad y, por lo tanto, deben manejarse con cuidado (2Ti 2:15). Al evangelio se lo equipara con la verdad (Gál 2:5; Gál 2:14; Efe 1:13), y la verdad se equipara con el evangelio (Gál 5:7).
Otros usos de “verdad”
Dado que la palabra de Dios es verdad, es definitivamente real y permanente, algo que la diferencia de todo lo demás. Por esta razón, hace libres a los hombres (Jua 8:32). Satanás y los hombres mienten (Jua 8:44; Rom 1:25) y esclavizan. Jesús es el Salvador porque Él es la verdad encarnada (Jua 14:6; comp. Jua 1:14; Jua 1:17; Efe 4:21). Ahora el Espíritu Santo mora en los creyentes y los guía a toda la verdad (Jua 14:17; Jua 15:26; Jua 16:13; comp. 1Jn 5:6).
Sin embargo, las personas rechazan la verdad. Jesús lo dio a entender cuando dijo: “Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?” (Jua 8:46). La Biblia enseña que creer la verdad no es una función psicológica mecánica sino una acción relacionada con la voluntad humana. Las personas prefieren la mentira en lugar de la verdad de Dios (Rom 1:25; 2Ti 3:8; 2Ti 4:4; Tit 1:14).
Más de la mitad de las veces que se emplean aletheia y sus cognados, están en los escritos de Juan (Jua 16:7; 1Jn 2:4; 1Jn 2:21; 1Jn 2:27). Este los utiliza para referirse a lo real en contraposición a lo falso o lo aparente, pero no rechaza la enseñanza del AT sobre la verdad. Juan tampoco tiene mentalidad griega. En realidad, Jua 1:14 describe que Jesús en Su encarnación estaba “lleno de gracia y verdad”, una referencia al concepto del AT de lealtad/fidelidad (chesed) al pacto, que ahora se observaba palpablemente en el Logos, la realidad genuina de Dios. En Jua 14:6, Jesús combina varios conceptos cuando se describe a sí mismo como “el camino, la verdad y la vida”. Él es el verdadero camino que conduce a la vida, y los hombres no deberían acercarse a Él para encontrar la verdad sino hacerlo porque Él es el fin de la búsqueda, la realidad revelada de Dios.

Ted Cabal