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Reflexiones Cristianas Bíblicas - ¿Habría sido Pura Suerte? "El Señor te guardará de todo mal; El guardará tu alma. El Señor guardará tu salida...

Los perros de la raza San Bernardo, que buscan viajantes perdidos en los Alpes, en una tempestad, llevan su misión mucho mas en serio. Uno de dieses perros, cierto día, regresó muy tarde, cansado de abrir camino por los vientos. Entró en su perrera, y se acostó en uno de los rincones, mostrándose descontento, a pesar de los esfuerzos de su maestro para alentarlo. ¿Estaba enfermo? Bien, no -- no en el cuerpo, pero de corazón. Falló en la tentativa de ayudar alguien y volvió avergonzado. Asimismo, esa actitud -- una tristeza en el

1 Samuel 18:1-30 :1 Aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo.2 Y Saúl le tomó aquel día, y no le dejó volver a casa de su padre.3 E hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba como a sí mismo.4 Y Jonatán se quitó el manto que llevaba, y se lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta su espada, su arco y su talabarte. 5 Y salía David a dondequiera que Saúl le enviaba, y se portaba prudentemente. Y lo puso Saúl sobre gente de guerra, y era acepto a los ojos de todo el pueblo, y a los ojos de los siervos de Saúl.

Toma una sonrisa, regálala a quien nunca la ha tenido. Toma un rayo de sol, hazlo volar allá en donde reina la noche. Descubre una fuente, haz bañar a quien vive en el barro. Toma una lágrima, ponla en el rostro de quien nunca ha llorado. Toma la valentía, ponla en el ánimo de quien no sabe luchar.

Fue algo trágico. Doloroso. Indescriptible. Las imágenes de televisión transmitían las fotografías de la princesa Diana de Gales mientras agonizaba. Junto a su cuerpo un grupo de paramédicos buscaba afanosamente prestarle auxilio. El espacio estaba semioscuro. Minutos antes el vehículo en el que se movilizaba, en un túnel de París, se había estrellado aparatosamente.

Hay una situación que jamas voy a olvidar. Se dice que el ser humano retiene un 80% de lo que ve y solo un 45% de lo que oye. Y doy fe de eso. Un domingo, estábamos en una iglesia rural ubicada en una zona de cosecha de girasoles y maíz. Antes, durante y luego de cumplir con nuestras tareas eclesiásticas, papá notó que la mayoría de las personas tenían el rostro triste. Luego de preguntar que era lo que pasaba, le dijeron que la cosecha, por segundo año consecutivo, estaba perdida ya que hacía tres meses que no llovía.