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Lo que Dios dice acerca de la Sexualidad Honroso sea en todos el matrimonio…a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios. Hebreos 13:4....

Consejos Cristianos - Perdí mi virginidad y ahora? Un profundo sentimiento de tristeza tiene la joven que perdió su virginidad. Como varón, no puedo ponerme...

Hace poco viajaba en un tren desde Málaga hasta Madrid en España. En el asiento delante de mí estaban tres adolescentes mirando una fotonovela pornográfica (de las más explícitas) para entretenerse durante el viaje. Yo realmente no esperaba semejante cosa en la tierra de Cervantes. Pero la realidad es que el mundo, donde quiera que uno vaya, está dominado por el tema del sexo. Desde las conversaciones hasta la música y los anuncios vistos por la televisión, el tema es sexo, sexo, sexo. Hoy día es más posible ver carteles exponiendo las virtudes de los condones que ver a alguien exponiendo las virtudes de la abstinencia o la virginidad.

Ya hemos visto las primeras cinco declaraciones eternas acerca de la Virginidad. Son eternas porque son declaradas por Dios en su Palabra y no se limitan ni por el espacio ni por el tiempo. El Mundo podrá cambiar pero estas declaraciones se mantienen incambiables en la Palabra de Dios. Continuemos entonces.

Dios expresa declaraciones para ayudarnos a entender sus propósitos para nuestra vida. He aquí la Primera Parte de las Diez Declaraciones Eternas acerca de la Virginidad. 1.-La virginidad honra la sabiduría del creador en su orden y propósito: Ya hablamos que Dios ha hecho cosas con indicaciones específicas, cuando se trata de la virginidad. En el cuerpo de la hembra, muchachas, mujeres…hay una señal específica que Dios ha colocado en sus cuerpos. Esa señal es una membrana llamada “himen”…membrana que, en general, obstruye parcialmente la vagina de las vírgenes. “El himen no está roto hasta el momento sexual. Cuando ella tiene sexo por primera vez, el himen se rompe, y puede estar acompañado con un poco de dolor…en algunos casos la cirugía es necesaria. La muchacha nunca debe tener vergüenza del dolor o de alguna dificultad en su luna de miel. El muchacho también nace con el prepucio pegado y en algunas culturas se práctica la circuncisión, pero su miembro nace sellado. En el propósito de Dios, él ha colocado una señal en el cuerpo de la muchacha (El himen) y en el muchacho (El prepucio), como un sello que dice que no debe abrirse hasta la Navidad. La señal está ahí, en el cuerpo del ser humano.

Hay una razón básica para abstenerse de la relación premarital: porque Dios lo dice. Si Él dice que el sexo prematrimonial está prohibido (y lo ha dicho) entonces es causa suficiente para refrenarse de tal conducta. No obstante, Dios nos ha dado numerosas razones para obedecer su mandamiento y es vitalmente importante conocerlas porque es conocer el por qué.