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miércoles, julio 17, 2024
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    Deuteronomio 7 - Biblia de nuestro Pueblo

    Advertencias contra la idolatría de Canaán

    1. Advertencias contra la idolatría Éx 34,11-17 »Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra de la que vas a tomar posesión, él expulsará a tu llegada a naciones más grandes que tú -hititas, guirgaseos, amorreos, cananeos, fereceos, heveos y jebuseos-, siete pueblos más numerosos y fuertes que tú;

    2. cuando el Señor, tu Dios, los entregue en tu poder y tú los venzas, los consagrarás sin remisión al exterminio. No pactarás con ellos ni les tendrás piedad.

    3. No te emparentarás con ellos: no darás tus hijos a sus hijas ni tomarás sus hijas para tus hijos.

    4. Porque ellos los apartarán de mí, para que sirvan a dioses extranjeros, y se encenderá la ira del Señor contra ustedes y no tardará en destruirlos.

    5. Esto es lo que harán con ellos: demolerán sus altares, destruirán sus piedras conmemorativas, arrancarán sus postes sagrados y quemarán sus imágenes.

    Un pueblo santo para Jehová

    6. Porque tú eres un pueblo consagrado al Señor, tu Dios; él te eligió para que fueras, entre todos los pueblos de la tierra, el pueblo de su propiedad.

    7. Gratuidad divina y responsabilidad de Israel »Si el Señor se enamoró de ustedes y los eligió no fue por ser ustedes más numerosos que los demás, porque son el pueblo más pequeño,

    8. sino que por puro amor a ustedes, por mantener el juramento que había hecho a sus padres, los sacó el Señor de Egipto con mano fuerte y los rescató de la esclavitud, del dominio del faraón, rey de Egipto.

    9. Así sabrás que el Señor, tu Dios, es Dios, un Dios fiel: a los que aman y guardan sus preceptos, les mantiene su alianza y su favor por mil generaciones;

    10. pero al que lo aborrece, le paga en persona sin hacerse esperar, al que lo aborrece le paga en persona.

    11. Pon en práctica estos preceptos y los mandatos y decretos que hoy te mando.

    Bendiciones de la obediencia

    12. Beneficios de la obediencia 28,1-14; Lv 26,3-13 »Si escuchas estos decretos y los mantienes y los cumples, también el Señor, tu Dios, te mantendrá la alianza y el favor que prometió a tus padres.

    13. Te amará, te bendecirá y te hará crecer; bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tus tierras: tu trigo, tu mosto y tu aceite; las crías de tus vacas y el parto de tus ovejas, en la tierra que te dará como prometió a tus padres.

    14. Serás bendito entre todos los pueblos; no habrá estéril ni impotente entre los tuyos ni en tu ganado.

    15. El Señor desviará de ti la enfermedad; no te mandará jamás epidemias malignas, como aquellas que conoces de Egipto, sino que afligirá con ellas a los que te odian.

    16. »Devora a todos los pueblos que te entregue el Señor. No tengas compasión de ellos ni des culto a sus dioses, porque serán una trampa para ti.

    17. »Si alguna vez se te ocurre pensar: Estos pueblos son más numerosos que yo, ¿cómo podré desalojarlos?,

    18. no les temas; recuerda lo que hizo el Señor con el faraón y con Egipto entero.

    19. Las pruebas tremendas que vieron tus ojos, los signos y prodigios, la mano fuerte y el brazo extendido con que te sacó el Señor, tu Dios; así hará el Señor, tu Dios, con todos los pueblos que te asustan.

    20. El Señor mandará pánico contra ellos, hasta aniquilar a los que queden escondiéndose de ti.

    21. No les tengas miedo, que el Señor está en medio de ti, tu Dios, un Dios grande y terrible.

    22. »El Señor, tu Dios, irá expulsando esos pueblos poco a poco. No podrás terminar con ellos rápidamente, no sea que las bestias feroces se multipliquen contra ti.

    23. El Señor, tu Dios, los entregará ante ti, sembrando en sus filas el pánico, hasta destruirlos.

    24. Entregará a sus reyes en tu poder, y tú harás desaparecer su nombre bajo el cielo. No habrá quien se te resista, hasta que los destruyas a todos.

    25. »Quemarás las imágenes de sus dioses. No codicies el oro ni la plata que los recubre, ni te lo apropies; así no caerás en su trampa. Mira que son abominación para el Señor, tu Dios.

    26. No metas en tu casa nada abominable, porque serás consagrado al exterminio como esas cosas. Aborrécelas y detéstalas, porque están consagradas al exterminio.