29.2 C
Miami
jueves, julio 18, 2024
Más


    Deuteronomio 8 - Biblia de nuestro Pueblo

    La buena tierra que han de poseer

    1. No sólo de pan vive el hombre »Todos los preceptos que yo les mando hoy pónganlos por obra; así vivirán, crecerán, entrarán y conquistarán la tierra que el Señor prometió con juramento a sus padres.

    2. »Recuerda el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto, para afligirte, para ponerte a prueba y conocer tus intenciones, y ver si eres capaz o no de guardar sus preceptos.

    3. Él te afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimentó con el maná -que tú no conocías ni conocieron tus padres-para enseñarte que el hombre no vive sólo de pan, sino de todo lo que sale de la boca de Dios.

    4. Tus vestidos no se han gastado ni se te han hinchado los pies durante estos cuarenta años,

    5. para que reconozcas que el Señor, tu Dios, te ha educado como un padre educa a su hijo;

    6. para que guardes los preceptos del Señor, tu Dios, sigas sus caminos y lo respetes.

    7. »Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra buena, tierra de torrentes, de fuentes y aguas profundas que manan en el monte y la llanura;

    8. tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granados, tierra de olivares y de miel;

    9. tierra en que no comerás medido el pan, en que no carecerás de nada; tierra que lleva hierro en sus rocas y de cuyos montes sacarás cobre;

    10. entonces, cuando comas hasta hartarte, bendice al Señor, tu Dios, por la tierra buena que te ha dado.

    Amonestación de no olvidar a Dios

    11. Advertencias para no olvidarse de Dios Cuídate de no olvidar al Señor, tu Dios, de no cumplir los preceptos, mandatos y decretos que yo te mando hoy.

    12. No sea que cuando comas hasta hartarte, cuando te edifiques casas hermosas y las habites,

    13. cuando críen tus reses y ovejas, aumenten tu plata y tu oro y abundes de todo,

    14. te vuelvas engreído y te olvides del Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto, de la esclavitud;

    15. que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, lleno de serpientes y alacranes, una tierra árida una gota de agua; que te sacó agua de una roca de pedernal;

    16. que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres: para afligirte y probarte y para hacerte el bien al final.

    17. No pienses: Por mi fuerza y el poder de mi brazo me he creado estas riquezas.

    18. Acuérdate del Señor, tu Dios, que es él quien te da la fuerza para crearte estas riquezas, y así mantiene la promesa que hizo a tus padres, como lo hace hoy.

    19. »Si olvidas al Señor, tu Dios, y sigues a dioses extranjeros, les das culto y te postras ante ellos, yo les garantizo hoy que morirán sin remedio.

    20. Como los pueblos que el Señor va a destruir a su paso, así perecerán, por no obedecer al Señor, su Dios.