Ezequiel 18 - Biblia de nuestro PuebloEl alma que pecare morirá1. Responsabilidad personal 33,1-20 Me dirigió la palabra el Señor: 2. -¿Por qué andan repitiendo este refrán en la tierra de Israel: Los padres comieron uvas agrias y a los hijos se les destemplan los dientes? 3. ¡Por mi vida!, les juro -oráculo del Señor- que nadie volverá a repetir ese refrán en Israel. 4. Sépanlo: todas las vidas son mías; lo mismo que la vida del padre, es mía la vida del hijo; el que peca es el que morirá. 5. El hombre que es justo, que observa el derecho y la justicia, 6. que no participa en banquetes idolátricos levantando los ojos a los ídolos de Israel; que no profana a la mujer de su prójimo, ni se acuesta con la mujer en su regla; 7. que no explota, sino que devuelve la prenda empeñada; que no roba, sino que da su pan al hambriento y viste al desnudo; 8. que no presta con usura ni cobra intereses; que aparta la mano de la maldad y juzga imparcialmente los delitos; 9. que camina según mis preceptos y guarda mis mandamientos, cumpliéndolos fielmente, ese hombre es justo y ciertamente vivirá -oráculo del Señor-. 10. Si éste engendra un hijo criminal y homicida, que quebranta algunas de estas prohibiciones 11. o no cumple todos estos mandatos, sino que participa en banquetes idolátricos y profana a la mujer de su prójimo; 12. que explota al desgraciado y al pobre, que roba y no devuelve la prenda empeñada, que levanta los ojos a los ídolos y comete prácticas idolátricas; 13. que presta con usura y cobra intereses, ciertamente no vivirá; por haber cometido todas esas prácticas idolátricas, morirá ciertamente y será responsable de sus crímenes. 14. Y si éste engendra un hijo, que a pesar de haber visto los pecados de su padre no los imita; 15. que no participa en los banquetes idolátricos levantando los ojos a los ídolos de Israel; que no profana a la mujer de su prójimo; 16. que no explota ni se apropia la prenda empeñada; que no roba, sino que da su pan al hambriento y viste al desnudo; 17. que aparta la mano de la maldad y no cobra interés usurario; que cumple mis mandamientos y camina según mis preceptos, ese hombre no morirá por culpa de su padre, sino que ciertamente vivirá. 18. Su padre, que cometió atropellos y robos y maltrató a su gente, murió por su culpa. 19. Ustedes objetarán: ¿Por qué no carga el hijo con la culpa del padre? Si el hijo observa el derecho y la justicia y guarda mis preceptos y los cumple, ciertamente vivirá. 20. El que peca es el que morirá; el hijo no cargará con la culpa del padre, el padre no cargará con la culpa del hijo; sobre el justo recaerá su justicia, sobre el malvado recaerá su maldad. El camino de Dios es justo21. Si el malvado se convierte de los pecados cometidos y guarda mis preceptos y practica el derecho y la justicia, ciertamente vivirá y no morirá. 22. No se le tendrán en cuenta los delitos que cometió, por la justicia que hizo vivirá. 23. ¿Acaso quiero yo la muerte del malvado -oráculo del Señor- y no que se convierta de su conducta y que viva? 24. Si el justo se aparta de su justicia y comete maldad, imitando las prácticas idolátricas del malvado, no se tendrá en cuenta la justicia que hizo: por la iniquidad que perpetró y por el pecado que cometió morirá. 25. Ustedes objetarán: No es justo el proceder del Señor. Escucha, casa de Israel: ¿Es injusto mi proceder? ¿No es el proceder de ustedes el que es injusto? 26. Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere, muere por la maldad que cometió. 27. Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, él mismo salva su vida. 28. Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá. 29. Objeta la casa de Israel: No es justo el proceder del Señor. ¿Es injusto mi proceder, casa de Israel? ¿No es el proceder de ustedes el que es injusto? 30. Pues bien, casa de Israel, yo juzgaré a cada uno según su proceder -oráculo del Señor-. Arrepiéntanse y conviértanse de sus delitos, y no caerán en pecado. 31. Quítense de encima los delitos que han cometido y estrenen un corazón nuevo y un espíritu nuevo, y así no morirán, casa de Israel. 32. Porque yo no quiero la muerte de nadie -oráculo del Señor-. ¡Conviértanse y vivirán! |