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viernes, julio 19, 2024
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    Génesis 31 - Biblia de nuestro Pueblo

    1. Huida de Jacob Jacob oyó decir a los hijos de Labán: -Se ha llevado Jacob todas las propiedades de nuestro padre y se ha enriquecido a costa de nuestro padre.

    2. Observó Jacob la actitud de Labán y ya no era la de antes.

    3. El Señor dijo a Jacob: -Vuelve a la tierra de tus padres, tu tierra nativa, y estaré contigo.

    4. Entonces Jacob mandó llamar a Raquel y Lía al campo de sus ovejas.

    5. Y les dijo: -He observado la actitud de su padre, y ya no es para mí como antes. Pero el Dios de mi padre ha estado conmigo.

    6. Ustedes saben que he servido a mi suegro con todas mis fuerzas;

    7. pero él me ha defraudado cambiándome el salario diez veces, aunque Dios no le ha permitido perjudicarme.

    8. Porque cuando decía que mi salario serían los animales manchados, todas las ovejas los parían manchados; y cuando decía que mi salario serían los animales rayados, todas las ovejas los parían rayados.

    9. Dios le ha quitado el ganado al padre de ustedes y me lo ha dado a mí.

    10. Una vez durante el período que el rebaño entra en celo, mirando en un sueño vi que todos los machos que cubrían a las ovejas eran rayados o manchados.

    11. El ángel de Dios me dijo en el sueño: -Jacob. -Aquí estoy, le contesté.

    12. Me dijo: -Fíjate bien y verás que todos los machos que cubren a las ovejas son rayados o manchados. He visto cómo te trata Labán.

    13. Yo soy el Dios de Betel, donde ungiste una piedra conmemorativa y me hiciste una promesa. Ahora levántate, sal de esta tierra y vuelve a tu tierra nativa.

    14. Raquel y Lía le contestaron: -¿Nos queda parte o herencia en nuestra casa paterna?

    15. ¿Acaso no nos considera extrañas? Nos ha vendido y se ha gastado el dinero que recibió por nosotras.

    16. Toda la riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre, es ahora nuestra y de nuestros hijos. Por tanto, haz todo lo que Dios te ha dicho.

    Jacob huye de Labán

    17. Jacob se levantó, puso a los hijos y las mujeres en camellos

    18. y guiando todo el ganado y todas las posesiones que había adquirido en Padán Aram, se encaminó a casa de su padre Isaac, en tierra cananea.

    19. Persecución y encuentro Labán se marchó a esquilar las ovejas y Raquel robó los amuletos de su padre.

    20. Jacob había disimulado con Labán el arameo, sin darle a entender que se escapaba.

    21. Así se escapó con todo lo suyo, cruzó el río y se dirigió a los montes de Galaad.

    22. Al tercer día informaron a Labán de que Jacob se había escapado.

    23. Reunió a su gente y salió en su persecución. A los siete días de marcha le dio alcance en los montes de Galaad.

    24. Aquella noche se le apareció Dios en sueños a Labán el arameo y le dijo: -¡Cuidado con meterte con Jacob para bien o para mal!

    25. Labán se acercó a Jacob. Éste había acampado en una altura y Labán acampó en la montaña de Galaad.

    26. Labán dijo a Jacob: -¿Qué has hecho? ¿Por qué has disimulado conmigo y te has llevado a mis hijas como cautivas de guerra?

    27. ¿Por qué has huido a escondidas, furtivamente, sin decirme nada? Yo te habría despedido con festejos, con cantos y cítaras y panderos.

    28. Ni siquiera me dejaste besar a mis hijas y a mis nietos. ¡Qué imprudente has sido!

    29. Podría hacerles daño, pero el Dios de tu padre me dijo anoche: ¡Cuidado con meterte con Jacob para bien o para mal!

    30. Pero si te has marchado por nostalgia de la casa paterna, ¿por qué me has robado mis dioses?

    31. Jacob contestó a Labán: -Tenía miedo pensando que me ibas a arrebatar a tus hijas. Pero aquél a quien le encuentres tus dioses no quedará con vida.

    32. En presencia de tu gente, si reconoces que tengo algo tuyo, tómalo. No sabía Jacob que Raquel los había robado.

    33. Entró Labán en la tienda de campaña de Jacob y en la tienda de Lía y en la tienda de las dos criadas y no encontró nada. Salió de la tienda de Lía y entró en la tienda de Raquel.

    34. Raquel había recogido los amuletos, los había escondido en una montura de camello y estaba sentada encima. Labán registró toda la tienda y no encontró nada.

    35. Ella dijo a su padre: -No te enfades, señor, si no puedo levantarme delante de ti; es que me ha venido la cosa de las mujeres. Y él, por más que buscó, no encontró los amuletos.

    36. Entonces Jacob, irritado, discutió con Labán y le dijo: -¿Cuál es mi crimen, cuál mi pecado, para que me acoses?

    37. Después de revolver todo mis cosas, ¿qué has encontrado que pertenezca a tu casa? Ponlo aquí delante de mis parientes y los tuyos, y ellos decidan quién tiene razón.

    38. Veinte años he pasado contigo. Tus ovejas y cabras no han abortado, no he comido los carneros de tu rebaño.

    39. Lo que las fieras despedazaban no te lo presentaba, sino que lo reponía con lo mío; me exigías cuentas de lo robado de día y de noche.

    40. De día me consumía el calor, de noche el frío, y no conciliaba el sueño.

    41. De estos veinte años que he pasado en tu casa, catorce te he servido por tus dos hijas, seis por las ovejas, y tú me has cambiado el salario diez veces.

    42. Si el Dios de mi padre, el Dios de Abrahán, y el Terrible de Isaac no hubiera estado conmigo, me habrías despedido con las manos vacías. Pero Dios se fijó en mi aflicción y en la fatiga de mis manos y me ha defendido anoche.

    43. Labán replicó a Jacob: -Mías son las hijas, míos son los nietos, mío es el rebaño, cuanto ves es mío. ¿Qué puedo hacer hoy por estas hijas mías y por los hijos que han dado a luz?

    44. Por eso, hagamos una alianza que sirva de garantía a los dos.

    45. Alianza de Labán y Jacob 26,28-33 Jacob tomó una piedra, la erigió como piedra conmemorativa

    46. y dijo a su gente: -Recojan piedras. Reunieron piedras, las amontonaron; y comieron allí junto al montón de piedras.

    47. Labán lo llamó Yegar Sahduta, Jacob lo llamó Gal’ed.

    48. Dijo Labán: -Este montón de piedras es hoy testigo de los dos -por eso se llama Gal’ed-.

    49. Lo llamó Mispá diciendo: -Vigile el Señor a los dos cuando no nos podamos ver.

    50. Si maltratas a mis hijas o tomas además de ellas otras mujeres, aunque nadie lo vea, Dios lo verá y será testigo entre nosotros.

    51. Labán dijo a Jacob: -Mira el montón de piedras y la piedra conmemorativa que he erigido entre los dos.

    52. Una y otra cosa son testigos de que ni yo traspasaré el montón de piedras para entrar por las malas en tu territorio ni tú traspasarás el montón de piedras o la piedra conmemorativa para entrar por las malas en mi territorio.

    53. El Dios de Abrahán y el Dios de Najor serán nuestros jueces. Jacob juró por el Terrible de Isaac su padre.

    54. Jacob ofreció un sacrificio en el monte e invitó a comer a su gente. Comieron y pasaron la noche en el monte.

    55. Jacob vuelve a Canaán Labán se levantó temprano, besó a sus hijos e hijas, los bendijo y se volvió a su lugar.