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sábado, agosto 17, 2024
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    Mateo 21 - Biblia de nuestro Pueblo

    La entrada triunfal en Jerusalén

    1. Entrada triunfal en Jerusalén Mc 11,1-11; Lc 19,29-40; cfr. Jn 12,12-19 Al llegar cerca de Jerusalén, entraron en Betfagé, junto al monte de los Olivos. Entonces Jesús envió a dos discípulos

    2. diciéndoles: -Vayan al pueblo de enfrente y enseguida encontrarán una burra atada y su cría junto a ella. Desátenla y tráiganla.

    3. Si alguien les dice algo, ustedes le dirán que el Señor la necesita. Y enseguida los devolverá.

    4. Esto sucedió para que se cumpliera lo anunciado por el profeta:

    5. Digan a la ciudad de Sión: mira a tu rey que está llegando: humilde, cabalgando un burrito, hijo de asna.

    6. Fueron los discípulos y, siguiendo las instrucciones de Jesús,

    7. le llevaron la burra y su cría. Echaron los mantos sobre ellos y el Señor se montó.

    8. Una gran muchedumbre alfombraba con sus mantos el camino. Otros cortaban ramas de árbol y cubrían con ellas el camino.

    9. La multitud, delante y detrás de él, aclamaba: -¡Hosana al Hijo de David! Bendito el que viene en nombre del Señor. ¡Hosana en las alturas!

    10. Cuando entró en Jerusalén, toda la población conmovida preguntaba: -¿Quién es éste?

    11. Y la multitud contestaba: -Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea.

    Purificación del templo

    12. Purifica el Templo Mc 11,15-19; Lc 19,45-48; cfr. Jn 2,13-16 Jesús entró en el templo y echó fuera a los que vendían y compraban en el templo, volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas.

    13. Les dijo: -Está escrito que mi casa será casa de oración, mientras que ustedes la han convertido en cueva de asaltantes.

    14. En el templo se le acercaron ciegos y cojos y él los sanó.

    15. Cuando los sumos sacerdotes y letrados vieron los milagros que hacía y a la gente gritando en el templo: ¡Hosana al Hijo de David!, se indignaron

    16. y le dijeron: -¿Oyes lo que están diciendo? Jesús les contestó: -Sí, ¿acaso nunca han oído aquel pasaje: sacaré una alabanza de la boca de criaturas y niños de pecho?

    17. Dejándolos, salió de la ciudad y se dirigió a Betania, donde pasó la noche.

    Maldición de la higuera estéril

    18. La higuera seca Mc 11,12-14.20-25 De mañana, cuando caminaba a la ciudad, sintió hambre,

    19. al ver una higuera junto al camino, se acercó, pero no encontró más que hojas. Entonces le dijo: -Jamás vuelvas a dar fruto. En ese momento se secó la higuera.

    20. Al verlo, los discípulos decían asombrados: -¿Cómo es que la higuera se ha secado repentinamente?

    21. Jesús les respondió: -Les aseguro que, si tuvieran una fe firme, no sólo harían lo de la higuera, sino que podrían decir a ese monte que se quite de ahí y se tire al mar, y lo haría.

    22. Y todo lo que pidan con fe lo recibirán.

    La autoridad de Jesús

    23. La autoridad de Jesús Mc 11,27-33; Lc 20,1-8 Entró en el templo y se puso a enseñar. Se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo y le preguntaron: -¿Con qué autoridad haces eso? ¿Quién te ha dado tal autoridad?

    24. Jesús les contestó: -Yo a mi vez les haré una pregunta, si me la responden, les diré con qué autoridad hago esto:

    25. El bautismo de Juan, ¿de dónde procedía?, ¿del cielo o de los hombres? Ellos discutían la cuestión: Si decimos que del cielo, nos dirá que por qué no le creímos;

    26. si decimos que de los hombres, nos asusta la gente, porque todos tienen a Juan por profeta.

    27. Así que respondieron a Jesús: -No sabemos. Él les replicó: -Entonces yo tampoco les digo con qué autoridad lo hago.

    Parábola de los dos hijos

    28. Los dos hijos -A ver, ¿qué les parece? Un hombre tenía dos hijos. Se dirigió al primero y le dijo: Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña.

    29. El hijo le respondió: No quiero; pero luego se arrepintió y fue.

    30. Acercándose al segundo le dijo lo mismo. Éste respondió: Ya voy, señor; pero no fue.

    31. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Le dijeron: -El primero. Y Jesús les contestó: -Les aseguro que los recaudadores de impuestos y las prostitutas entrarán antes que ustedes en el reino de Dios.

    32. Porque vino Juan, enseñando el camino de la justicia, y no le creyeron, mientras que los recaudadores de impuestos y las prostitutas le creyeron. Y ustedes, aun después de verlo, no se han arrepentido ni le han creído.

    Los labradores malvados

    33. Los viñadores malvados Mc 12,1-12; Lc 20,9-19 Escuchen otra parábola: Un hacendado plantó una viña, la rodeó con una tapia, cavó un lagar y construyó una torre; después la arrendó a unos viñadores y se fue.

    34. Cuando llegó el tiempo de la cosecha, mandó a sus sirvientes para recoger de los viñadores el fruto que le correspondía.

    35. Pero los viñadores agarraron a los sirvientes y a uno lo golpearon, a otro lo mataron, y al tercero lo apedrearon.

    36. Envió otros sirvientes, más numerosos que los primeros, y los trataron de igual modo.

    37. Finalmente les envió a su hijo, pensando que respetarían a su hijo.

    38. Pero los viñadores, al ver al hijo, comentaron: Es el heredero. Lo matamos y nos quedamos con la herencia.

    39. Agarrándolo, lo echaron fuera de la viña y lo mataron.

    40. Cuando vuelva el dueño de la viña, ¿cómo tratará a aquellos viñadores?

    41. Le respondieron: -Acabará con aquellos malvados y arrendará la viña a otros viñadores que le entreguen su fruto a su debido tiempo.

    42. Jesús les dijo: -¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular; es el Señor quien lo ha hecho y nos parece un milagro?

    43. Por eso les digo que a ustedes les quitarán el reino de Dios y se lo darán a un pueblo que produzca sus frutos.

    44. [El que tropiece con esa piedra se hará trizas; al que le caiga encima lo aplastará.]

    45. Cuando los sumos sacerdotes y los fariseos oyeron sus parábolas, comprendieron que se refería a ellos.

    46. Intentaron arrestarlo, pero tuvieron miedo de la multitud, que lo tenía por profeta.