29.2 C
Miami
jueves, julio 18, 2024
Más


    Mateo 22 - Biblia de nuestro Pueblo

    Parábola de la fiesta de bodas

    1. El banquete de bodas Lc 14,15-24 Jesús tomó de nuevo la palabra y les parábolas:

    2. El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo.

    3. Envió a sus sirvientes para llamar a los invitados a la boda, pero éstos no quisieron ir.

    4. Entonces envió a otros sirvientes encargándoles que dijeran a los invitados: Tengo el banquete preparado, mis mejores animales ya han sido degollados y todo está a punto; vengan a la boda.

    5. Pero ellos se desentendieron: uno se fue a su campo, el otro a su negocio;

    6. otros agarraron a los sirvientes, los maltrataron y los mataron.

    7. El rey se indignó y, enviando sus tropas, acabó con aquellos asesinos e incendió su ciudad.

    8. Después dijo a sus sirvientes: El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no se lo merecían.

    9. Vayan a los cruces de caminos y a cuantos encuentren invítenlos a la boda.

    10. Salieron los sirvientes a los caminos y reunieron a cuantos encontraron, malos y buenos. El salón se llenó de convidados.

    11. Cuando el rey entró para ver a los invitados, observó a uno que no llevaba traje apropiado.

    12. Le dijo: Amigo, ¿cómo has entrado sin traje apropiado? Él enmudeció.

    13. Entonces el rey mandó a los guardias: Átenlo de pies y manos y échenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el crujir de dientes.

    14. Porque son muchos los invitados pero pocos los elegidos.

    La cuestión del tributo

    15. Sobre el tributo al césar Mc 12,13-17; Lc 20,20-26 Entonces los fariseos se reunieron para buscar un modo de enredarlo con sus palabras.

    16. Le enviaron algunos discípulos suyos acompañados de herodianos, que le dijeron: -Maestro, nos consta que eres sincero, que enseñas con fidelidad el camino de Dios y que no te fijas en la condición de las personas porque eres imparcial.

    17. Dinos tu opinión: ¿es lícito pagar tributo al césar o no?

    18. Jesús, adivinando su mala intención, les dijo: -¿Por qué me tientan, hipócritas?

    19. Muéstrenme la moneda del tributo. Le presentaron un denario.

    20. Y él les dijo: -¿De quién es esta imagen y esta inscripción?

    21. Contestaron: -Del césar. Entonces les dijo: -Den, pues, al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios.

    22. Al oírlo, se sorprendieron, lo dejaron y se fueron.

    La pregunta sobre la resurrección

    23. Sobre la resurrección Mc 12,18-27; Lc 20,27-40 En aquella ocasión se acercaron unos saduceos -que niegan la resurrección-y le dijeron:

    24. -Maestro, Moisés mandó que, cuando uno muera sin hijos, su hermano se case con la viuda para dar descendencia al hermano difunto.

    25. Pues bien, había en nuestra comunidad siete hermanos. El primero se casó, murió sin tener hijos y dejó la mujer a su hermano.

    26. Lo mismo pasó con el segundo y el tercero, hasta el séptimo.

    27. Después de todos murió la mujer.

    28. Cuando resuciten, ¿de cuál de los siete será mujer? Pues todos fueron maridos suyos.

    29. Les contestó Jesús: -Están equivocados por no conocer la Escritura ni el poder de Dios.

    30. Cuando resuciten, no se casarán ni los hombres ni las mujeres, sino que serán como ángeles en el cielo.

    31. Y a propósito de la resurrección, ¿no han leído lo que les dice Dios:

    32. Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob. No es Dios de muertos, sino de vivos?

    33. La multitud al oírlo estaba asombrada de su enseñanza.

    El gran mandamiento

    34. Sobre el precepto más importante Mc 12,28-34; Lc 10,25-28 Al saber los fariseos que había tapado la boca a los saduceos, se reunieron alrededor de él;

    35. y uno de ellos, [doctor en la ley] le preguntó maliciosamente:

    36. -Maestro, ¿cuál es el precepto más importante en la ley?

    37. Le respondió: ás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente.

    38. Éste es el precepto más importante;

    39. pero el segundo es equivalente: Amarás al prójimo como a ti mismo.

    40. De estos dos mandamientos dependen la ley entera y los profetas.

    ¿De quién es hijo el Cristo?

    41. Sobre el Mesías y David Mc 12,35-37; Lc 20,41-44 Estando reunidos los fariseos, Jesús les hizo esta pregunta:

    42. -¿Qué piensan acerca del Mesías? ¿De quién es hijo? Le respondieron: -De David.

    43. Él les dijo: -Entonces, ¿cómo David, inspirado, lo llama Señor, diciendo:

    44. Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies?

    45. Si David lo llama Señor, ¿cómo puede ser su hijo?

    46. Ninguno pudo darle una respuesta, y en adelante nadie se atrevió a hacerle preguntas.