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jueves, julio 18, 2024
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    Job 30 - Biblia del Siglo de Oro

    Job lamenta su desdicha actual

    1. »Pero ahora se ríen de mí los más jóvenes que yo, a cuyos padres yo desdeñaba poner junto a los perros de mi ganado,

    2. pues ¿de qué me hubiera servido ni aun la fuerza de sus manos, si no tienen fuerza alguna?

    3. A causa de la pobreza y del hambre andaban solitarios, huían a la soledad, a lugares tenebrosos, desolados y desiertos.

    4. Recogían malvas entre los arbustos y raíces de enebro para calentarse.

    5. Los echaban de en medio de la gente y todos les gritaban como a ladrones.

    6. Vivían en las barrancas de los arroyos, en las cavernas de la tierra y entre las rocas.

    7. Bramaban entre las matas y se reunían debajo de los espinos.

    8. Hijos de gente vil, hombres sin nombre, más bajos que la misma tierra.

    9. »¡Y ahora yo soy objeto de su burla y les sirvo de refrán!

    10. Me abominan, se alejan de mí y no dejan de escupirme en el rostro.

    11. Porque Dios ha desatado la cuerda y me ha afligido, por eso se han desenfrenado en mi propio rostro.

    12. A mi derecha se levanta el populacho, empujan mis pies y preparan caminos para mi ruina.

    13. Desbaratan mi senda, se aprovechan de mi quebrantamiento, y no tengo quien me auxilie contra ellos.

    14. Vienen como por un ancho portillo, revolviéndose sobre mi calamidad.

    15. Terrores se han vuelto contra mí; como viento es arrasado mi honor, y mi prosperidad ha pasado como una nube.

    16. »Ahora mi alma está derramada en mí, pues se apoderan de mí días de aflicción.

    17. La noche taladra mis huesos y los dolores que me roen no reposan.

    18. La violencia deforma mi vestidura: me oprime como el cuello de mi túnica.

    19. Dios me ha derribado en el lodo y ahora soy semejante al polvo y a la ceniza.

    20. ¡Clamo a ti, pero no me escuchas! ¡Me presento, pero no me atiendes!

    21. Te has vuelto cruel conmigo; con el poder de tu mano me persigues.

    22. Me has alzado sobre el viento, me haces cabalgar en él y destruyes mi sustancia.

    23. Yo sé que me conduces a la muerte, y a la casa a donde va todo ser viviente.

    24. »Mas él, ¿no extenderá la mano contra el sepulcro? ¿O no clamarán los sepultados cuando él los quebrante?

    25. Y yo, ¿no he llorado por el que sufre? ¿No me he entristecido a causa del necesitado?

    26. Sin embargo, cuando yo esperaba el bien, entonces vino el mal; cuando esperaba la luz, vino la oscuridad.

    27. Mis entrañas se agitan sin reposo, por los días de aflicción que me han sobrecogido.

    28. Ando ennegrecido, y no por el sol; me he levantado en la congregación, y he clamado.

    29. He venido a ser hermano de chacales y compañero de avestruces.

    30. Mi piel, ennegrecida, se me cae, mis huesos arden de calor.

    31. Mi arpa se ha cambiado por luto, y mi flauta por voz de lamentadores.