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    1 Samuel 24 - Biblia Castilian 2003

    David perdona la vida a Saúl en En-gadi

    1. David subió de all y se asentó en los refugios de Engad.

    2. Cuando Saúl volvió de perseguir a los filisteos, le avisaron: "Mira que David está en el desierto de Engad ".

    3. Saúl tomó entonces tres mil hombres escogidos de todo Israel y se fue en busca de David y de sus hombres hasta las Pe as de los Rebecos.

    4. Llegó a unos apriscos de ovejas que hab a junto al camino. Hab a all una cueva en la que entró Saúl para satisfacer una necesidad. David y los suyos estaban sentados en el fondo de la cueva.

    5. Entonces los hombres de David dijeron: "Éste es el d a que Yahveh te anunció cuando te dijo: "Yo entregaré a tu enemigo en tus manos, para que hagas de él lo que te plazca"". David se levantó y cortó calladamente la orla del manto de Saúl.

    6. Pero después se le aceleró el pulso del corazón a David por haber cortado la orla del manto de Saúl.

    7. Y dijo a sus hombres: "L breme Yahveh de hacerle semejante cosa a mi se or, el ungido de Yahveh, y de poner mi mano sobre él, porque es el ungido de Yahveh".

    8. Y con estas palabras contuvo a sus hombres y no les permitió que se arrojaran sobre Saúl. Saúl se levantó, salió de la cueva y siguió su camino.

    9. David se levantó a continuación, salió de la cueva y empezó a gritar tras de Saúl: "¡Mi se or, el rey!". Saúl volvió la vista atrás y David se inclinó rostro en tierra y se postró.

    10. Dijo entonces David a Saúl: "¿Por qué das o dos a las habladur as de la gente que te dice: "Mira que David busca hacerte mal"?".

    11. Hoy mismo han visto tus ojos que Yahveh te entregaba en mis manos en la cueva. Se me incitaba a matarte; pero sent piedad de ti y me dije: "No extenderé yo mi mano contra mi se or, pues es el ungido de Yahveh".

    12. Mira, padre m o; mira en mi mano la orla de tu manto. Yo te la corté, pero no te maté. Reconoce y mira que no hay en m maldad ni rebeld a. Yo no he pecado contra ti; no obstante, tú andas a la caza de mi vida para quitármela.

    13. Que Yahveh sea juez entre tú y yo, y que él me vengue de ti; pero mi mano nunca se alzará contra ti.

    14. Como dice el antiguo proverbio: "De los malos sale la maldad; pero mi mano nunca se alzará contra ti".

    15. ¿Tras de quién ha salido a la guerra el rey de Israel? ¿A quién persigues tú? ¡A un perro muerto, a una pulga!

    16. Que Yahveh sea juez y sentencie entre tú y yo. Que él examine y defienda mi causa, y que me haga justicia librándome de tu mano".

    17. Cuando terminó David de decir estas palabras a Saúl, Saúl exclamó: "¿Es tuya esta voz, hijo m o David?". Y Saúl levantó la voz, y rompió a llorar.

    18. Y dijo a David: "Tú eres más justo que yo, porque tú me has hecho bien mientras yo he procurado hacerte mal.

    19. Tú me has mostrado hoy que eres benévolo conmigo, ya que Yahveh me ha entregado en tus manos, pero tú no me has matado.

    20. Pues cuando uno encuentra a su enemigo, ¿le deja seguir su camino en paz? Que Yahveh te recompense por tu buena acción de hoy.

    21. Ahora veo claramente que tú has de reinar y que el reino de Israel se consolidará en tus manos.

    22. Pero júrame ahora por Yahveh que no destruirás mi descendencia después de m y que no borrarás mi nombre de la casa de mi padre".