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    2 Reyes 17 - Biblia Castilian 2003

    Caída de Samaria y cautiverio de Israel

    1. El a o doce de Ajaz, rey de Judá, comenzó a reinar Oseas, hijo de Elá, sobre Israel, en Samar a, y reinó nueve a os.

    2. Hizo lo que es malo a los ojos de Yahveh, aunque no tanto como los reyes de Israel que le precedieron.

    3. Subió contra él Salmanasar, rey de Asiria, y Oseas se convirtió en vasallo suyo y le pagó tributo.

    4. Pero el rey de Asiria descubrió que Oseas conspiraba, puesto que hab a enviado mensajeros a So, rey de Egipto, y no hab a pagado el tributo anual al rey de Asiria. Por ello el rey de Asiria lo prendió y lo encerró en una cárcel.

    5. Entonces el rey de Asiria invadió todo el pa s, subió contra Samar a y la tuvo sitiada por tres a os.

    6. El a o noveno de Oseas, el rey de Asiria se apoderó de Samar a, deportó a los israelitas a Asiria y los asentó en Jalaj y junto al Jabor, r o de Gozán, y en las ciudades de Media.

    7. Ocurrió esto porque los israelitas pecaron contra Yahveh, su Dios, que los hab a sacado de la tierra de Egipto, de debajo del yugo del Faraón, rey de Egipto, y adoraron a otros dioses.

    8. Siguieron las costumbres de las naciones que Yahveh hab a arrojado de delante de ellos y las costumbres que introdujeron los reyes de Israel.

    9. Además, los israelitas tramaron ocultamente acciones indebidas contra Yahveh, su Dios; edificaron lugares altos en todas sus ciudades, desde las torres de atalaya hasta las ciudades amuralladas;

    10. erigieron estelas y aserás sobre todas las colinas elevadas y bajo todos los árboles frondosos;

    11. quemaron incienso en todos los lugares altos, como las naciones que Yahveh hab a arrojado de delante de ellos, cometieron maldades que excitaron la ira de Yahveh

    12. y rindieron culto a los dolos, acerca de los cuales les hab a ordenado Yahveh: "No hagáis tal cosa".

    13. Yahveh hab a amonestado a Israel y a Judá por medio de todos los profetas y videntes, diciendo: "Volveos de vuestros malos caminos y guardad mis mandamientos y preceptos, siguiendo en todo la ley que impuse a vuestros padres y que os envié por medio de mis siervos los profetas".

    14. Pero ellos no les prestaron atención, sino que endurecieron su cerviz como hab an hecho sus antepasados, que no quisieron creer en Yahveh, su Dios.

    15. Rechazaron sus preceptos, la alianza que hab a él pactado con sus antepasados y las amonestaciones que les hab a hecho. Se fueron tras las vanidades, haciéndose vanos ellos mismos, y tras los pueblos de alrededor, a pesar de que Yahveh les hab a mandado que no los imitaran.

    16. Abandonaron todos los preceptos de Yahveh, su Dios, y se hicieron dolos fundidos, los dos becerros, y también aserás, se postraron ante todo el ejército del cielo y dieron culto a Baal.

    17. Incluso hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por el fuego, practicaron la adivinación y la hechicer a y se entregaron a hacer lo que es malo a los ojos de Yahveh, con lo que provocaron su cólera.

    18. Por eso Yahveh, fuertemente irritado contra Israel, los arrojó de su presencia. No quedó más que la tribu de Judá.

    19. Pero tampoco Judá guardó los preceptos de Yahveh, su Dios, sino que siguió las costumbres practicadas por Israel.

    20. Rechazó as Yahveh a toda la estirpe de Israel; la afligió y la entregó en manos de sus saqueadores hasta arrojarla de su presencia.

    21. Pues cuando Israel se desgajó de la casa de David y ellos proclamaron rey a Jeroboán, hijo de Nebat, Jeroboán apartó a Israel de Yahveh y les hizo cometer un gran pecado.

    22. Luego los israelitas cometieron todos los pecados de Jeroboán y no se apartaron de ellos,

    23. hasta que Yahveh apartó a Israel de su presencia, como hab a predicho por medio de todos sus siervos los profetas. Israel fue llevado a la cautividad lejos de su tierra, a Asiria, hasta el d a de hoy.

    Asiria puebla de nuevo a Samaria

    24. El rey de Asiria trajo gente de Babilonia, de Cutá, de Avá, de Jamat y de Sefarváin, y la asentó en las ciudades de Samar a en sustitución de los israelitas. Tomaron posesión de Samar a y se establecieron en sus ciudades.

    25. Al principio de su estancia all no tem an a Yahveh, por lo que Yahveh envió contra ellos leones que los devoraban.

    26. Dijeron entonces al rey de Asiria: "La gente que trasladaste y estableciste en las ciudades de Samar a no conoce el culto del dios del pa s, el cual env a contra ella leones que la devoran, porque no conocen el culto del dios del pa s".

    27. Dio entonces el rey de Asiria la siguiente orden: "Llevad a uno de los sacerdotes deportados, para que resida all y les ense e el culto del dios de aquel pa s".

    28. Llegó, pues, uno de los sacerdotes que hab an sido deportados de Samar a y se estableció en Betel, para ense arles cómo deb an dar culto a Yahveh.

    29. Pero cada pueblo se fabricó sus dioses y los colocó en los templos de los lugares altos que hab an edificado los samaritanos: cada nación en las ciudades en que se hab a establecido.

    30. As, los de Babilonia se hicieron un Sucot Benot; los de Cutá, un Nergal; los de Jamat, un Asimá;

    31. los de Avá, un Nibjaz y un Tartac; y los de Sefarváin quemaban a sus hijos en honor de Adramélec y Anamélec, dioses de Sefarváin.

    32. También dieron culto a Yahveh, pero hicieron, de entre ellos, sacerdotes para los lugares altos, que oficiaban en los templos de estos lugares altos.

    33. Veneraban a Yahveh y al mismo tiempo serv an a sus dioses según el culto de las naciones de donde hab an sido deportados.

    34. Hasta el d a de hoy perseveran en sus antiguas costumbres: no veneran a Yahveh ni se conforman con sus estatutos y ritos según la ley ni con los preceptos prescritos por Yahveh a los hijos de Jacob, a quien dio el nombre de Israel.

    35. Yahveh hab a hecho alianza con ellos y les hab a dado este mandato: "No veneréis a otros dioses ni os postréis ante ellos, ni los sirváis ni les ofrezcáis sacrificios.

    36. Pues solamente habéis de dar culto a Yahveh, que os sacó de la tierra de Egipto con gran poder y brazo tenso, y ante él habéis de postraros y ofrecer sacrificios.

    37. Cuidad de poner fielmente en práctica, todos los d as, los estatutos, los ritos, la ley y los preceptos que os dio por escrito, y no deis culto a otros dioses.

    38. No olvidéis la alianza que hice con vosotros ni temáis a otros dioses.

    39. Sólo daréis culto a Yahveh, vuestro Dios, y él os librará de la mano de todos vuestros enemigos".

    40. Pero ellos no obedecieron, sino que siguieron haciendo conforme a sus antiguas costumbres.

    41. As, esta gente daba culto a Yahveh, y al mismo tiempo serv a a los dolos. Y sus hijos y los hijos de sus hijos siguen haciendo lo mismo que sus padres hasta el presente.