Ester 5 - Biblia Castilian 2003Ester invita al rey y a Amán a un banquete1. 2. Cuando el rey vio a la reina Ester de pie en el atrio, se sintió complacido. El rey tendió hacia Ester el cetro de oro que ten a en la mano. Ester se acercó y tocó la extremidad del cetro. 3. Y el rey le preguntó: "¿Qué tienes, reina Ester? ¿Qué deseas? Aunque sea la mitad del reino, se te concederá". 4. Ester le respondió: "Si al rey parece bien, venga hoy el rey con Amán al banquete que le he preparado". 5. Dijo el rey: "Haced venir a Amán en seguida, para cumplir lo que ha dicho Ester". Y el rey y Amán fueron al banquete que Ester hab a preparado. 6. Dijo el rey a Ester durante el banquete: "¿Cuál es tu deseo?, pues se te concederá. ¿Cuál es tu petición? Aunque sea la mitad del reino se te dará". 7. Respondió Ester y dijo: "¿Mi deseo y mi petición? 8. Si gozo del favor del rey, y si al rey parece bien acceder a mi deseo y cumplir mi petición, que venga el rey con Amán al banquete que yo les prepararé ma ana, y entonces responderé a la pregunta del rey". 9. Salió Amán aquel d a gozoso y con alegre corazón. Y al ver que Mardoqueo, en la puerta real, no se levantaba ni se inclinaba ante él, Amán se llenó de ira contra Mardoqueo. 10. Se contuvo, sin embargo, y entró en su casa. Mandó llamar a sus amigos y a su esposa Zéres. 11. Les habló del esplendor de su riqueza y del número de sus hijos y de cuánto lo hab a engrandecido el rey y de cómo lo hab a elevado por encima de los grandes y servidores del rey. 12. Y a adió Amán: "Más todav a: la reina Ester a nadie ha invitado al banquete que ha ofrecido al rey sino sólo a m. Y también para ma ana he sido yo invitado por ella juntamente con el rey. 13. Pero nada me parece todo esto, mientras esté viendo yo al jud o Mardoqueo quedarse sentado a la puerta del rey". 14. Su mujer Zéres y todos sus amigos le respondieron: "Que preparen una horca de cincuenta codos de alta; y ma ana por la ma ana di al rey que cuelguen de ella a Mardoqueo. Luego irás contento al banquete con el rey". Le pareció bien a Amán la propuesta y mandó preparar la horca. Aquella noche, no pudiendo el rey conciliar el sue o, mandó que le trajeran el libro de las memorias, o crónicas y que las leyeran en su presencia. |