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    Ester 6 - Biblia Castilian 2003

    Amán se ve obligado a honrar a Mardoqueo

    1.

    2. All estaba escrito lo que Mardoqueo hab a denunciado acerca de Bigtán y de Téres, dos eunucos del rey guardianes del umbral, que hab an intentado poner las manos sobre el rey Asuero.

    3. Preguntó el rey: "¿Qué honor y qué distinción se le concedió a Mardoqueo por esto?". Y respondieron los jóvenes del rey que estaban a su servicio: "No se le dio ninguna recompensa".

    4. Prosiguió el rey: "¿Quién está en el atrio?". Amán hab a venido al atrio exterior del palacio real, para pedir al rey que hiciera colgar a Mardoqueo de la horca que le hab a preparado.

    5. Los jóvenes del rey le respondieron: "Es Amán el que está en el atrio". Y dijo el rey: "Que entre".

    6. Entró Amán y el rey le preguntó: "¿Qué se debe hacer con un hombre a quien el rey se complace en honrar?". Amán se dijo en su interior: "¿A quién, sino a m, se complace el rey en honrar?".

    7. Y contestó Amán al rey: "Para el hombre a quien el rey se complace en honrar

    8. debe traerse una de las vestiduras regias que el rey viste y uno de los caballos que el rey monta; y deben ponerle en la cabeza la corona real.

    9. Que pongan la vestidura y el caballo en manos de uno de los principales servidores del rey; que vista al hombre a quien el rey se complace en honrar y lo monte en el caballo en la plaza de la ciudad; y que vaya pregonando ante él: "As se debe hacer con el hombre a quien el rey se complace en honrar"".

    10. Y dijo el rey a Amán: "Toma en seguida el vestido y el caballo, como has dicho; y hazlo as con el jud o Mardoqueo, que está sentado a la puerta del rey. No pases por alto nada de todo cuanto has dicho".

    11. Tomó, pues, Amán el vestido y el caballo y vistió a Mardoqueo. Le hizo montar en la plaza de la ciudad y fue pregonando delante de él: "As se debe hacer con el hombre a quien el rey se complace en honrar".

    12. Luego Mardoqueo se volvió a la puerta real y Amán regresó en seguida a su casa, triste y con la cabeza cubierta.

    13. Refirió Amán a Zéres, su mujer, y a todos sus amigos cuanto le hab a sucedido; y sus amigos y su mujer Zéres le dijeron: "Si ese Mardoqueo ante quien has comenzado a caer es de la raza de los jud os nada podrás contra él, sino ten por cierto que ante él sucumbirás".

    14. Todav a estaban hablando con él cuando llegaron los eunucos del rey y se llevaron a toda prisa a Amán al banquete que Ester hab a preparado. Fueron, pues, el rey y Amán a participar en el banquete de la reina Ester.