29.2 C
Miami
jueves, julio 18, 2024
Más


    Génesis 44 - Biblia Castilian 2003

    La copa de José

    1. José dio esta orden al mayordomo de su casa: "Llena de v veres los sacos de estos hombres, tantos como puedan llevar, y pon el dinero de cada uno en la boca de su saco.

    2. Pon también mi copa, la copa de plata, en la boca del saco del más joven, además del dinero de su grano". As lo hizo, tal como José le hab a ordenado.

    3. Al despuntar el alba, despidieron a los hombres, con sus asnos.

    4. Cuando apenas hab an salido de la ciudad y aún no estaban lejos, dijo José al mayordomo de su casa: "Anda, sal en persecución de esos hombres, y cuando los alcances diles: "¿Por qué habéis devuelto mal por bien?

    5. ¡Os lleváis la copa en la que bebe mi se or y de la que se sirve para adivinar! Os habéis comportado muy mal"".

    6. Cuando los alcanzó, les dijo esas palabras.

    7. Le respondieron ellos: "¿Por qué mi se or habla en estos términos? Lejos de tus siervos hacer semejante cosa.

    8. Desde la tierra de Canaán te hemos devuelto el dinero que encontramos en la boca de nuestros sacos. ¿Cómo, pues bamos a robar oro ni plata de la casa de tu amo?

    9. Aquél de tus siervos en cuyo poder fuere hallada, muera; y aún más, nosotros seremos esclavos de mi se or".

    10. Dijo él: "Bien; sea desde ahora como dec s. Aquel a quien se le encuentre será mi esclavo; pero los demás quedaréis libres".

    11. Cada uno se apresuró a bajar su saco a tierra, y cada uno fue abriendo el suyo.

    12. Entonces él hizo un registro, empezando por el del mayor y acabando por el del más joven. Y apareció la copa en el saco de Benjam n.

    13. Ellos rasgaron sus vestiduras y, cargando de nuevo cada uno su asno, regresaron a la ciudad.

    14. Judá y sus hermanos entraron en la casa de José, quien segu a all todav a, y se postraron en tierra ante él.

    15. D joles José: "¿Qué es lo que habéis hecho? ¿No sab ais que un hombre como yo ser a capaz de adivinarlo?".

    16. Contestó Judá: "¿Qué podemos decir a mi se or? ¿Cómo le hablaremos para poder justificarnos? Es Dios quien manifiesta la culpa de tus siervos. Seremos, pues, esclavos de mi se or, nosotros y también aquél en cuyo poder fue hallada la copa".

    17. Dijo José: "Lejos de m hacer eso; el hombre en cuyo poder fue hallada la copa, ése será mi siervo. En cuanto a vosotros, subid en paz a vuestro padre".

    Judá intercede por Benjamín

    18.

    19. Judá se acercó a él, y le dijo: "Por favor, se or m o; sea permitido a tu siervo decir una palabra a o dos de mi se or, sin que tu enojo se encienda contra tu siervo, pues tú eres como el Faraón. Mi se or preguntó a sus siervos: "¿Tenéis padre? ¿Tenéis hermanos?".

    20. Respondimos a mi se or: "Tenemos un padre anciano, y un hijo peque o, que le nació en su vejez. Como el hermano de éste murió, y él es el único que queda de su madre, su padre le tiene un gran afecto".

    21. Dijiste a tus siervos: "Bajádmelo para que lo vea".

    22. Nosotros contestamos a mi se or: "No puede el muchacho dejar a su padre, pues, si lo deja, su padre morirá".

    23. Pero tú insististe: "Si vuestro hermano menor no baja con vosotros, no veréis más mi rostro".

    24. Cuando volvimos a tu siervo, mi padre, le referimos las palabras de mi se or,

    25. y dijo nuestro padre: "Volved a comprarnos unos pocos v veres".

    26. Nosotros le dijimos: "No podemos bajar. Si nuestro hermano menor va con nosotros, bajaremos; pero no podr amos presentarnos ante aquel hombre, si nuestro hermano peque o no va con nosotros".

    27. Entonces tu siervo, mi padre, nos dijo: "Vosotros sabéis que mi mujer me dio dos hijos;

    28. el uno partió de mi lado y tuve que decir: seguramente que ha sido despedazado; y no le he visto más hasta el presente.

    29. Si ahora os lleváis a éste de mi lado y le ocurre alguna desgracia, haréis bajar mis canas con dolor al seol ".

    30. As que, si yo vuelvo ahora a tu siervo, mi padre, y no va con nosotros el chico cuya alma está tan ligada a la suya,

    31. sucederá que, al no ver al chico, morirá, y tus siervos habrán hecho descender las canas de tu siervo, nuestro padre, al seol en medio del dolor.

    32. Tu siervo ha salido fiador del joven ante mi padre, diciéndole: "Si no te lo devuelvo, seré yo reo de culpa ante mi padre por toda mi vida".

    33. Ahora, pues, quede tu siervo como esclavo de mi se or en vez del muchacho, y que el muchacho suba con sus hermanos.

    34. Pues, ¿cómo voy a subir yo a mi padre si el chico no va conmigo? No, no quiero ver la aflicción que caerá sobre mi padre".