32.4 C
Miami
sábado, agosto 17, 2024
Más


    Hechos 11 - Biblia Castilian 2003

    Informe de Pedro a la iglesia de Jerusalén

    1. Oyeron los apóstoles y los hermanos que viv an en Judea que también los gentiles hab an recibido la palabra de Dios.

    2. Cuando Pedro subió a Jerusalén, tuvo una discusión con los de la circuncisión,

    3. porque le echaban en cara: "¡Has entrado en casa de hombres incircuncisos y has comido con ellos!".

    4. Pedro empezó a explicárselo punto por punto, diciendo:

    5. "Yo estaba orando en la ciudad de Jope, cuando vi en éxtasis una visión: una especie de recipiente a modo de un mantel grande que descend a, bajado del cielo por sus cuatro puntas, y que llegaba hasta m.

    6. Yo lo consideraba con la vista fija en él, y vi cuadrúpedos de la tierra y bestias y reptiles y aves del cielo.

    7. O asimismo una voz que me dec a: "Anda, Pedro, mata y come".

    8. Pero yo dije: "De ninguna manera, Se or; jamás cosa profana o impura entró en mi boca".

    9. Y me respondió de nuevo la voz del cielo: "Lo que Dios ha declarado puro, tú no lo llames profano".

    10. Esto se repitió hasta tres veces, y de nuevo fue retirado todo al cielo.

    11. Al instante se presentaron en la casa donde estábamos tres hombres, enviados desde Cesarea para buscarme.

    12. El Esp ritu me dijo que fuera con ellos sin dudar lo más m nimo. Vinieron también conmigo estos seis hermanos, y entramos en la casa de aquel hombre.

    13. Él nos contó cómo hab a visto en su casa al ángel que se le presentó y le dijo: "Env a a Jope a buscar a Simón, por sobrenombre Pedro;

    14. él te dirá palabras en virtud de las cuales serás salvo tú y toda tu casa".

    15. Y en cuanto comencé yo a hablar, descendió el Esp ritu Santo sobre ellos, como al principio sobre nosotros.

    16. Recordé entonces la palabra del Se or cuando dec a: "Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados en Esp ritu Santo".

    17. Si, pues, Dios les otorgó el mismo don que a nosotros cuando cre mos en el Se or Jesucristo, ¿quién era yo para poder imped rselo a Dios?

    18. Al o r esto, se tranquilizaron y glorificaron a Dios diciendo: "Según esto, Dios ha dado también a los gentiles la conversión que conduce a la vida"".

    La iglesia en Antioquía

    19. Entre tanto, los que se hab an dispersado a partir de la persecución que sobrevino cuando lo de Esteban hab an llegado hasta Fenicia y Chipre y Antioqu a, aunque sólo predicaban la palabra a los jud os.

    20. Hab a, con todo, entre ellos algunos de Chipre y de Cirene que, al llegar a Antioqu a, comenzaron a hablar también a los griegos, anunciándoles el evangelio del Se or Jesús.

    21. La mano del Se or estaba con ellos y fue grande el número de los que, abrazando la fe, se convirtieron al Se or.

    22. Llegó esta noticia a o dos de la Iglesia de Jerusalén y enviaron a Antioqu a a Bernabé,

    23. el cual, al llegar y ver la gracia de Dios, se alegró y exhortaba a todos a permanecer con firmeza de corazón unidos al Se or,

    24. pues era un hombre de bien, lleno de Esp ritu Santo y de fe. Y se agregó al Se or una gran muchedumbre.

    25. Fue entonces Bernabé a Tarso en busca de Saulo;

    26. lo encontró y se lo trajo a Antioqu a. Durante un a o entero convivieron como huéspedes de la comunidad y ense aron a una muchedumbre considerable. Fue en Antioqu a donde, por primera vez, se llamó a los disc pulos "cristianos".

    27. Por aquellos mismos d as llegaron a Antioqu a algunos profetas de Jerusalén.

    28. Uno de ellos, por nombre Ágabo, predec a, en virtud del Esp ritu, que se abatir a sobre toda la tierra una gran hambre: fue la que sobrevino en tiempos de Claudio.

    29. Entonces los disc pulos, cada uno conforme a sus facultades, decidieron enviar ayuda a los hermanos que habitaban en Judea.

    30. As lo hicieron, y se la remitieron a los ancianos por medio de Bernabé y de Saulo.