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    Josué 10 - Biblia Castilian 2003

    Derrota de los amorreos

    1. Al enterarse Adonisedec, rey de Jerusalén, de que Josué se hab a apoderado de Ay y la hab a condenado al anatema, tratando a la ciudad y a su rey como hab a tratado a Jericó y a su rey, y de que los habitantes de Gabaón hab an hecho un pacto con Israel y se hab an quedado a vivir con ellos,

    2. se atemorizó en gran manera, porque Gabaón era una gran ciudad, comparable a las ciudades reales, mayor que Ay, y todos sus hombres eran aguerridos.

    3. Adonisedec, rey de Jerusalén, envió el siguiente mensaje a Hohán, rey de Hebrón, a Pirán, rey de Yarmut, a Yaf a, rey de Laquis, y a Debir, rey de Eglón:

    4. "Subid a prestarme ayuda para combatir a Gabaón, que ha hecho un pacto con Josué y con los israelitas".

    5. Reuniéronse, pues, y subieron cinco reyes amorreos: el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Yarmut, el rey de Laquis y el rey de Eglón, ellos con todas sus tropas; acamparon junto a Gabaón y la atacaron.

    6. Los de Gabaón mandaron a decir a Josué, al campamento de Guilgal: "No abandones a tus siervos, sube hacia nosotros aprisa y sálvanos con tu auxilio, porque se han aliado contra nosotros todos los reyes amorreos que habitan en la monta a".

    7. Subió, pues, Josué desde Guilgal, él y toda su gente de guerra, todos los valientes de su ejército.

    8. Yahveh dijo a Josué: "No los temas, porque te los voy a entregar entu mano; ninguno de ellos te podrá hacer frente".

    9. Josué caminó durante toda la noche desde Guilgal y cayó sobre ellos de improviso.

    10. Yahveh les infundió pánico a la vista de Israel, que les infligió una gran derrota en Gabaón, los persiguió camino de la cuesta de Bet Jorón y los batió hasta Azecá y Maquedá.

    11. Cuando hu an ante Israel por la pendiente de Bet Jorón, lanzó Yahveh desde el cielo sobre ellos una gran granizada hasta Azecá. Y fueron muchos más los que murieron por la granizada que los que mataron a espada los israelitas.

    12. El d a en que Yahveh entregó a los amorreos en poder de los israelitas, aquel d a Josué habló a Yahveh diciendo en presencia de Israel: "¡Deténte, Sol, en Gabaón; y tú, Luna, en el valle de Ayalón!".

    13. Y se detuvo el Sol, y se paró la Luna, hasta que el pueblo se hubo vengado de sus enemigos. ¿Acaso no está escrito esto en el Libro del Justo? Y paróse el Sol en medio del cielo, sin darse prisa en ponerse casi un d a entero.

    14. Ni antes ni después hubo un d a como aquél en que Yahveh obedeció la voz de un hombre. Porque Yahveh combat a en favor de Israel.

    15. Volvió luego Josué, y con él todo Israel, al campamento de Guilgal.

    16. Aquellos cinco reyes hab an huido y se hab an escondido en la cueva de Maquedá.

    17. Informaron a Josué diciéndole: "Han sido hallados los cinco reyes, escondidos en la cueva de Maquedá".

    18. Respondió Josué: "Llevad rodando grandes piedras a la boca de la cueva y apostad junto a ella centinelas que los vigilen;

    19. pero vosotros no os paréis: seguid persiguiendo a vuestros enemigos, atacadles por la espalda, no los dejéis entrar en sus ciudades, pues Yahveh, vuestro Dios, los va a entregar en vuestras manos".

    20. Josué y los israelitas acabaron de infligirles una completa derrota, hasta exterminarlos, aunque algunos fugitivos consiguieron escapar y se refugiaron en las ciudades fortificadas.

    21. Todo el ejército regresó sano y salvo al campamento, junto a Josué, a Maquedá, sin que nadie moviera la lengua contra los israelitas.

    22. Ordenó entonces Josué: "Abrid la boca de la cueva y sacadme fuera a esos cinco reyes".

    23. Y as lo hicieron. Sacaron de la cueva a los cinco reyes: al rey de Jerusalén, al de Hebrón, al de Yarmut, al de Laquis y al de Eglón.

    24. Cuando llevaron a los reyes ante Josué, convocó éste a todos los hombres de Israel y dijo a los jefes de los hombres de guerra que le hab an acompa ado. "Acercaos, y poned los pies sobre los cuellos de estos reyes". Se acercaron y pusieron los pies sobre sus cuellos.

    25. Les dijo Josué: "No temáis ni desmayéis; sed fuertes y tened buen ánimo, pues as hará Yahveh con todos vuestros enemigos con los que habéis de combatir".

    26. Después de esto, Josué los hirió, les dio muerte y los hizo colgar de cinco árboles, donde estuvieron colgados hasta el atardecer.

    27. Al ponerse el sol, mandó Josué que los bajaran de los árboles, que los arrojaran en la cueva donde se hab an escondido y que en la boca de la cueva colocaran grandes piedras, que están all hasta el d a de hoy.

    28. Aquel d a Josué conquistó Maquedá y la pasó al filo de espada, como a su rey; y los entregó al anatema con todas las personas que en ella hab a, sin dejar supervivientes. Trató al rey de Maquedá como hab a tratado al de Jericó.

    29. Después pasó Josué, con todo Israel, de Maquedá a Libná, y la atacó.

    30. Yahveh la entregó también, con su rey, en manos de Israel, que la pasó a filo de espada con todas las personas que en ella hab a, sin dejar supervivientes. Y trató a su rey como hab a tratado al de Jericó.

    31. Pasó después Josué, y con él todo Israel, de Libná a Laquis, la asedió y la atacó.

    32. Y Yahveh entregó Laquis en mano de Israel, que se apoderó de ella al segundo d a y mató a filo de espada a cuantas personas hab a en ella, como hab a hecho con Libná.

    33. Subió entonces Horán, rey de Guézer, en ayuda de Laquis; pero Josué lo derrotó, a él y a su ejército, sin dejar supervivientes.

    34. Josué, y con él todo Israel, pasó luego de Laquis a Eglón; acamparon frente a ella y la atacaron.

    35. Se apoderaron de ella aquel mismo d a y la pasaron a filo de espada; y el mismo d a entregó al anatema a cuantas personas hab a en ella, como hab a hecho en Laquis.

    36. Subió después Josué, y con él todo Israel, desde Eglón a Hebrón, y la atacaron.

    37. Se apoderaron de ella y la pasaron a filo de espada, as como a su rey; y lo mismo hicieron con sus ciudades y con cuantas personas en ellas hab a, sin dejar supervivientes: todo conforme a lo que hab a hecho con Eglón. La entregó al anatema, a ella y a todas las personas que en ella hab a.

    38. Luego volvió Josué, y con él todo Israel, hacia Debir, y la atacó.

    39. Se apoderó de ella y de su rey, as como de todas sus ciudades, a las que pasó a filo de espada y las entregó al anatema con todos sus habitantes, sin dejar supervivientes, como hab a hecho con Hebrón y Libná y con sus reyes.

    40. As fue dominando Josué todo el pa s: la monta a, el Negueb, la llanura, las vertientes, con todos sus reyes, sin dejar supervivientes. Y entregó al anatema a todos los seres vivientes, según hab a dispuesto Yahveh, Dios de Israel.

    41. Josué los sometió desde Cades Barnea hasta Gaza, al igual que toda la tierra de Gosen, hasta Gabaón.

    42. Josué se apoderó de todos estos reyes y de sus territorios en una sola campa a, porque Yahveh, Dios de Israel, combat a en favor de Israel.

    43. Después Josué, y con él todo Israel, regresó al campamento de Guilgal.