Nehemías 4 - Biblia Castilian 2003Precauciones contra los enemigos1. Cuando Sanbalat y Tob as, los árabes, los amonitas y los de Asdod supieron que progresaba la restauración de las murallas de Jerusalén, y que hab an empezado a cerrarse las brechas, se irritaron sobremanera, 2. y todos a una se conjuraron para lanzar un ataque contra Jerusalén y causarle la ruina. 3. Entonces oramos a nuestro Dios y establecimos una guardia contra ellos d a y noche para defendernos de ellos. 4. Dec a Judá: "Flaquean ya las fuerzas de los cargadores y los escombros son muchos. No vamos a poder reconstruir la muralla". 5. Y nuestros enemigos dec an: "No se van a enterar ni van a ver nada hasta que estemos encima de ellos. Los mataremos y pondremos fin a la obra". 6. Cuando los jud os que viv an entre ellos vinieron a advertirnos diez veces: "De todos los lugares en que habitan vienen contra nosotros", 7. yo aposté a la gente por familias en las partes bajas de detrás de la muralla, en lugares descubiertos, y la coloqué con sus espadas, lanzas y arcos. 8. Hice un reconocimiento y dije a los principales, a los consejeros y al resto del pueblo: "¡No los temáis! Acordaos del Se or grande y terrible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y vuestras hijas, por vuestras mujeres y vuestras casas". 9. Cuando nuestros enemigos supieron que estábamos apercibidos y que Dios hab a desbaratado sus planes, todos nosotros volvimos a la muralla, cada uno a su trabajo. 10. Y desde aquel d a la mitad de mis hombres trabajaba en la obra, mientras la otra mitad estaba sobre las armas con lanzas, escudos, arcos y corazas. Los jefes estaban con toda la casa de Judá, 11. que reconstru a la muralla. También los cargadores iban armados, de forma que con una mano hac an el trabajo y con la otra sujetaban el arma. 12. También los constructores ten an cada uno su espada a la cintura mientras trabajaban. Y ten a siempre a mi lado al corneta. 13. Dije a los principales, a los consejeros y al resto del pueblo: "La obra es grande y extensa, y nosotros estamos esparcidos por la muralla, alejados unos de otros. 14. As, pues, dondequiera que oigáis el sonido de la corneta, corred a reuniros all con nosotros; y nuestro Dios peleará por nosotros". 15. Y as continuamos la obra - mientras la mitad empu aban las lanzas - desde el clarear del alba hasta la salida de las estrellas. 16. En aquella ocasión dije también al pueblo: "Que cada uno, con sus criados, pernocte dentro de Jerusalén, y as haremos la guardia de noche y trabajaremos de d a". 17. Ni yo, ni mis hermanos, ni mis criados, ni los hombres de guardia que me segu an nos quitábamos los vestidos, y cada cual ten a su arma al alcance de la mano. 18. 19. 20. 21. 22. 23. |