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jueves, julio 18, 2024
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    Lucas 11 - Scio de San Miguel (Solo los Evangelios)

    Jesús y la oración

    1. Y aconteció, que estando orando en cierto lugar, cuando acabó, le dijo uno de sus discípulos: "Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos(a)".

    2. Y les dijo: "Cuando oráreis, decid(b): Padre, santificado sea(c) el tu Nombre. Venga el tu reino.

    3. Danos hoy el pan nuestro de cada día.

    4. Y perdónanos nuestros pecados, así como nosotros perdonamos a todo el que nos debe. Y no nos dejes caer en la tentación".

    5. Les dijo también: "¿Quién de vosotros tendrá un amigo, e irá a él a media noche, y le dirá: ‘Amigo, préstame tres panes(d),

    6. Porque acaba de llegar de viaje un amigo mío, y no tengo que ponerle delante’,

    7. Y el otro respondiese de dentro, diciendo: ‘No me seas molesto; ya está cerrada la puerta, y mis criados están también como yo en la cama(e); no me puedo levantar(f) a dártelos’?

    8. Y si el otro perseverare llamando a la puerta, os digo, que ya que no se levantase a dárselos por ser su amigo, cierto por su importunidad(g) se levantaría, y le daría cuantos panes hubiese menester.

    9. Y yo digo a vosotros: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

    10. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama se le abrirá.

    11. Y si alguno de vosotros(h) pidiere pan a su padre, ¿le dará él una piedra? O si un pez, ¿por ventura le dará una serpiente en lugar del pez?

    12. O si le pidiere un huevo, ¿por ventura le alargará un escorpión?

    13. Pues, si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará espíritu bueno(i) a los que se lo pidieren?"

    Una casa dividida contra sí misma

    14. Y estaba Jesús lanzando un demonio, y este era mudo. Y cuando hubo lanzado al demonio, habló el mudo, y se maravillaron las gentes.

    15. Mas algunos de ellos dijeron: "En virtud de Beelzebub(j), príncipe de los demonios, lanza los demonios".

    16. Y otros por probarle, le pedían señal del cielo.

    17. Él, cuando vio los pensamientos de ellos, les dijo: "Todo reino dividido contra sí mismo, será asolado(k), y caerá casa sobre casa.

    18. Pues, si Satanás está también dividido contra sí mismo, ¿cómo estará en pie su reino? Porque decís que yo lanzo los demonios por virtud de Beelzebub.

    19. Pues, si yo por virtud de Beelzebub lanzo los demonios, ¿vuestros hijos por quién los lanzan? Por esto serán ellos jueces de vosotros.

    20. Mas si en el dedo de Dios(l) lanzo los demonios, ciertamente(m) el reino de Dios ha llegado a vosotros.

    21. Cuando el fuerte armado guarda su atrio, en paz están(n) todas las cosas, que posee;

    22. Mas si sobreviniendo otro más fuerte que él, le venciere, le quitará todas sus armas, en que fiaba, y repartirá sus despojos(o).

    23. El que no es conmigo, contra mí es; y el que no coge conmigo, esparce.

    El espíritu inmundo que vuelve

    24. Cuando el espíritu inmundo ha salido de un hombre, anda por lugares secos, buscando reposo(p); y cuando no lo halla, dice: ‘Me volveré a mi casa, de donde salí’.

    25. Y cuando vuelve, la halla barrida, y alhajada.

    26. Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus, peores que él, y entran dentro, y moran allí. Y lo postrero de aquel hombre es peor que lo primero".

    Los que en verdad son bienaventurados

    27. Y aconteció, que diciendo él esto, una mujer de en medio del pueblo levantó la voz, y le dijo: "¡Bienaventurado el vientre que te trajo, y los pechos, que mamaste!".

    28. Y él dijo: "Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan(q)".

    La generación perversa demanda señal

    29. Y como las gentes acudiesen de todas partes, comenzó a decir: "Esta generación, generación malvada es; señal pide, y señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás.

    30. Porque así como Jonás fue señal a los de Nínive; así también el Hijo del hombre lo será a esta generación.

    31. La reina de Mediodía(r) se levantará en juicio contra los hombres de esta generación, y los condenará; porque vino de los fines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón; y he aquí más que Salomón en este lugar.

    32. Los hombres de Nínive se levantarán en juicio contra esta generación, y la condenarán; porque hicieron penitencia a la predicación de Jonás; y he aquí más que Jonás en este lugar.

    La lámpara del cuerpo

    33. Ninguno enciende una antorcha, y la pone en un lugar escondido, ni debajo de un celemín; sino sobre un candelero, para que los que entran vean la luz.

    34. La antorcha de tu cuerpo es tu ojo. Si tu ojo fuere sencillo, todo tu cuerpo será resplandeciente(s); mas si fuere malo, también tu cuerpo será tenebroso.

    35. Mira pues, que la lumbre que hay en ti, no sean tinieblas(t).

    36. Y así si todo tu cuerpo fuere resplandeciente, sin tener parte alguna de tinieblas, todo él será luminoso, y te alumbrará como una antorcha de resplandor(u)".

    Jesús acusa a fariseos y a intérpretes de la ley

    37. Y cuando estaba hablando, le rogó un fariseo que fuese a comer con él. Y habiendo entrado, se sentó a la mesa.

    38. Y el fariseo comenzó a pensar, y decir dentro de sí, por qué no se habría lavado antes de comer.

    39. Y el Señor le dijo: "Ahora vosotros los fariseos limpiais lo de fuera del vaso y del plato; mas vuestro interior está lleno de rapiña(v) y de maldad.

    40. ¡Necios!, ¿el que hizo lo que está de fuera, no hizo también lo que está de dentro(w)?

    41. Esto no obstante, lo que resta(x), dad limosna; y todas las cosas os son limpias(y).

    42. Mas ¡Ay de vosotros, fariseos, que diezmáis la yerba buena(z), y la ruda, y toda hortaliza, y traspasáis la justicia y el amor de Dios! Pues era necesario hacer estas cosas, y no dejar aquellas.

    43. ¡Ay de vosotros, fariseos, que amáis los primeros asientos en las sinagogas, y ser saludados en las plazas!

    44. ¡Ay de vosotros, que sois como los sepulcros(a), que no parecen(b), y no lo saben los hombres, que andan por encima!"

    45. Y respondiendo uno de los doctores de la ley, le dijo: "Maestro, diciendo estas cosas, nos afrentas también a nosotros".

    46. Y él dijo: "¡Y ay de vosotros, doctores de la ley; que cargáis los hombres de cargas, que no pueden llevar, y vosotros ni aun con uno de vuestros dedos tocáis las cargas!

    47. ¡Ay de vosotros, que edificáis los sepulcros de los profetas; y vuestros padres los mataron(c)!

    48. Verdaderamente dais a entender que consentís en las obras de vuestros padres; porque ellos en verdad los mataron, mas vosotros edificáis sus sepulcros.

    49. Por eso dijo también la Sabiduría de Dios: Les enviaré profetas y Apóstoles, y de ellos matarán, y perseguirán;

    50. Para que sea pedida a esta generación la sangre de todos los profetas, que fue derramada desde el principio del mundo.

    51. Desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que pereció entre el altar y el Templo. Así os digo, que pedida será a esta generación.

    52. ¡Ay de vosotros, doctores de la ley, que os alzásteis con la llave de la ciencia(d)! Vosotros no entrasteis, y habéis prohibido a los que entraban(e)".

    53. Y diciéndoles estas cosas, los fariseos y los doctores de la ley comenzaron a instar porfiAdánente(f), y a importunarle con muchas preguntas(g),

    54. Armándole lazos, y procurando cazar de su boca alguna cosa, para poderle acusar.