Lucas 20 - Scio de San Miguel (Solo los Evangelios)La autoridad de Jesús1. Y aconteció un día, que estando él en el templo instruyendo al pueblo, y evangelizando, se juntaron(a) los príncipes de los sacerdotes, y los escribas con los ancianos(b), 2. Y le hablaron de esta manera: "Dinos: ¿Con qué autoridad haces estas cosas?, o: ¿Quién es el que te dio esta potestad?" 3. Y Jesús respondió, y les dijo: "Yo también os haré una pregunta. Respondedme: 4. ¿El bautismo de Juan era del cielo, o de los hombres(c)?" 5. Ellos pensaban dentro de sí, diciendo: "Si dijéremos que del cielo, dirá: ‘Pues ¿por qué no lo creísteis?’ 6. Y si dijéremos: ‘De los hombres’, nos apedreará todo el pueblo; pues tiene por cierto(d) que Juan era profeta". 7. Y respondieron que no sabían de dónde era. 8. Y les dijo Jesús: "Pues ni yo os digo con qué potestad hago estas cosas". Los labradores malvados9. Y comenzó a decir al pueblo esta parábola: "Un hombre plantó una viña, y la arrendó a unos labradores; y él estuvo ausente por muchos tiempos. 10. Y en una ocasión envió uno de sus siervos a los labradores, para que le diesen del fruto de la viña. Mas ellos le hirieron, y le despidieron vacío. 11. Y volvió a enviar a otro siervo. Mas ellos hirieron también a éste, y ultrajándole, le despidieron vacío. 12. Y volvió a enviar a otro tercero; a quien ellos del mismo modo hirieron, y le echaron fuera. 13. Y dijo el señor de la viña: ‘¿Qué haré? Enviaré a mi amado hijo: puede ser, que cuando le vean, le tengan respeto’. 14. Cuando le vieron los labradores, pensaron entre sí, y dijeron: ‘Este es el heredero, matémosle, para que sea nuestra la heredad’. 15. Y sacándole fuera de la viña, le mataron. ¿Qué hará pues con ellos el dueño de la viña? 16. Vendrá, y destruirá estos labradores, y dará su viña a otros". Y como ellos lo oyeron, le dijeron: "Nunca tal sea(e)". 17. Y él mirándolos, dijo: "Pues ¿qué es esto, que está escrito: La piedra, que desecharon los que edificaban, esta vino a ser la principal de la esquina(f)? 18. Todo aquel que cayere sobre aquella piedra, quebrantado será(g); y sobre quien ella cayere, le desmenuzará". La cuestión del tributo19. Y los príncipes de los sacerdotes, y los escribas le querían echar mano en aquella hora, mas temieron al pueblo; porque entendieron que contra ellos había dicho esta parábola. 20. Y acechándole enviaron malsines, que se fingiesen justos(h), para sorprenderle en alguna palabra, y entregarle a la jurisdicción y potestad del presidente. 21. Estos pues le preguntaron, diciendo: "Maestro, sabemos que hablas y enseñas rectamente, y que no tienes respecto a persona(i), sino que enseñas en verdad el camino de Dios: 22. ¿Nos es lícito pagar el tributo a César, o no?" 23. Y él, entendiendo la astucia de ellos, les dijo: "¿Por qué me tentáis? 24. Mostradme un denario. ¿Cuya es la figura y el letrero, que tiene?" "De César", le respondieron ellos. 25. Y les dijo: "Pues dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios". 26. Y no pudieron reprender sus palabras delante del pueblo; antes maravillados de su respuesta(j), callaron. La pregunta sobre la resurrección27. Además se llegaron algunos de los saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron, 28. Diciendo: "Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si muriere el hermano de alguno teniendo mujer, y sin dejar hijos, que se case con ella el hermano, y levante linaje a su hermano. 29. Pues, eran siete hermanos; y tomó mujer el mayor, y murió sin hijos; 30. Y la tomó el segundo, y murió también sin hijo. 31. Y la tomó el tercero; y así sucesivamente todos siete, los cuales murieron sin dejar sucesión. 32. Y a la postre de todos murió también la mujer. 33. Pues, ¿en la resurrección de cuál de ellos será mujer? Pues todos siete la tuvieron por mujer". 34. Y Jesús les dijo: "Los hijos de este siglo(k) se casan, y son dados en casamiento; 35. Mas los que serán juzgados dignos de aquel siglo, y de la resurrección de los muertos, ni se casarán, ni serán dados en casamiento(l); 36. Porque no podrán ya mas morir; por cuanto son iguales a los ángeles, e hijos son de Dios, cuando son hijos de la resurrección(m). 37. Y que los muertos hayan de resucitar, lo mostró también Moisés, cuando junto a la zarza llamó al Señor, el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob. 38. Y no es Dios de muertos, sino de vivos; porque todos viven para él". 39. Y respondiendo algunos de los escribas, le dijeron: "Maestro, bien has dicho(n)". 40. Y no se atrevieron a preguntarle ya más. ¿De quién es hijo el Cristo?41. Y él les dijo: "¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David? 42. Y el mismo David dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, 43. Hasta que ponga a tus enemigos por peana de tus pies. 44. Luego David le llama Señor; pues ¿cómo es su hijo(o)?" Jesús acusa a los escribas45. Y oyéndolo todo el pueblo, dijo a sus discípulos: 46. "Guardaos de los escribas, que quieren andar con ropas talares, y gustan de ser saludados(p) en las plazas, y de las primeras sillas en las sinagogas, y de los primeros asientos en los convites; 47. Que devoran las casas de las viudas, pretextando larga oración. Estos recibirán mayor condenación". |