32.5 C
Miami
miércoles, julio 17, 2024
Más


    Lucas 23 - Scio de San Miguel (Solo los Evangelios)

    Jesús ante Pilato

    1. Y se levantó toda aquella multitud, y lo llevaron a Pilato.

    2. Y comenzaron a acusarle, diciendo: "A este hemos hallado pervirtiendo a nuestra nación(a), y vedando dar tributo a César(b), y diciendo que él es el Cristo Rey".

    3. Y Pilato le preguntó, y dijo: "¿Eres tú el rey de los Judíos?" Y él le respondió, diciendo: "Tú lo dices(c)".

    4. Dijo Pilato a los príncipes de los sacerdotes, y a la gente: "Ningún delito hallo(d) en este hombre".

    5. Mas ellos insistían(e) diciendo: "Tiene alborotado el pueblo con la doctrina, que esparce por toda la Judea, comenzando desde la Galilea(f) hasta aquí".

    Jesús ante Herodes

    6. Pilato, que oyó decir Galilea, preguntó si era de Galilea.

    7. Y cuando entendió que era de la jurisdicción de Herodes, lo remitió a Herodes(g), el cual a la sazón se hallaba también en Jerusalén.

    8. Y Herodes, cuando vio a Jesús, se holgó mucho; porque de largo tiempo le había deseado ver, por haber oído decir de él muchas cosas, y esperaba verle hacer algún milagro.

    9. Le hizo pues muchas preguntas. Pero él nada le respondía(h).

    10. Y estaban los príncipes de los sacerdotes y los escribas acusándole con grande instancia(i).

    11. Y Herodes con sus soldados le despreció; y escarneciéndole, le hizo vestir de una ropa blanca(j), y le volvió a enviar a Pilato.

    12. Y aquel día quedaron amigos Herodes y Pilato; porque antes eran enemigos entre sí.

    Jesús sentenciado a muerte

    13. Pilato, pues, llamó a los príncipes de los sacerdotes, y a los magistrados, y al pueblo,

    14. Y les dijo: "Me habéis presentado este hombre, como pervertidor del pueblo, y ved que preguntándole yo delante de vosotros, no hallé en este hombre culpa alguna de aquellas, de que le acusáis(k).

    15. Ni Herodes tampoco; porque os remití a él. Y he aquí que nada se ha probado, que merezca muerte(l).

    16. Y así le soltaré después de haberlo castigado(m)".

    17. Y debía soltarles uno en el día de la fiesta(n).

    18. Y todo el pueblo dio voces a una, diciendo: "¡Haz morir a este, y suéltanos a Barrabás!".

    19. Éste había sido puesto en la cárcel por cierta sedición(o) acaecida en la ciudad, y por un homicidio.

    20. Y Pilato les habló de nuevo, queriendo soltar a Jesús.

    21. Mas ellos volvían a dar voces, diciendo: "¡Crucifícale, crucifícale!".

    22. Y él tercera vez les dijo: "Pues, ¿qué mal ha hecho este? Yo no hallo en él ninguna causa de muerte; le castigaré pues, y le soltaré(p)".

    23. Mas ellos insistían pidiendo a grandes voces que fuese crucificado; y crecían más sus voces(q).

    24. Y Pilato juzgó que se hiciera lo que ellos pedían.

    25. Y les soltó al que por sedición, y homicidio había sido puesto en la cárcel, al cual habían pedido; y entregó Jesús a la voluntad de ellos.

    Crucifixión y muerte de Jesús

    26. Y cuando lo llevaban(r), tomaron un hombre de Cirene, llamado Simón, que venía de una granja(s); y le cargaron la cruz, para que la llevase en pos de Jesús.

    27. Y le seguía una grande multitud de pueblo y de mujeres, las cuales lo plañían(t) y lloraban.

    28. Mas Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: "Hijas de Jerusalem(u), no lloréis sobre mí; antes llorad sobre vosotras mismas, y sobre vuestros hijos(v);

    29. Porque vendrán días(w), en que dirán: ¡Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no concibieron, y los pechos que no dieron de mamar!.

    30. Entonces comenzarán a decir a los montes: ¡Caed sobre nosotros!; y a los collados: ¡Cubridnos!.

    31. Porque si en el árbol verde hacen esto, ¿en el seco, qué se hará(x)?"

    32. Y llevaban también con él otros dos, que eran malhechores, para hacerlos morir.

    33. Y cuando llegaron al lugar, que se llama de la Calavera(y), le crucificaron allí; y a los ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda.

    34. Mas Jesús decía: "Padre, perdónalos; porque no saben lo que hacen(z)". Y dividiendo sus vestidos, echaron suertes.

    35. Y el pueblo estaba mirando; y los príncipes(a) juntamente con él, le denostaban, y decían: "A otros hizo salvos, sálvese a sí mismo, si este es el Cristo, el escogido de Dios".

    36. Le escarnecían también los soldados, acercándose a él, y presentándole vinagre(b),

    37. Y diciendo: "Si tú eres el rey de los Judíos, ¡sálvate a ti mismo!".

    38. Y había también sobre él un título escrito en letras griegas, latinas(c), y hebraicas(d): "Este es el rey de los judíos".

    39. Y uno de aquellos ladrones(e), que estaban colgados, le injuriaba, diciendo: "Si tú eres el Cristo, ¡sálvate a ti mismo, y a nosotros!".

    40. Mas el otro respondiendo, le reprendió, diciendo: "Ni aun tú temes a Dios, estando en el mismo suplicio(f).

    41. Y nosotros en verdad por nuestra culpa, porque recibimos lo que merecen nuestras obras; mas éste ningún mal ha hecho".

    42. Y decía a Jesús: "Señor, acuérdate de mí, cuando vinieres a tu reino".

    43. Y Jesús le dijo: "En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso(g)".

    44. Y era ya casi la hora de sexta(h), y toda la tierra se cubrió de tinieblas hasta la hora de nona.

    45. Y se oscureció el sol; y el velo del templo se rasgó por medio.

    46. Y Jesús, dando una grande voz, dijo: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". Y diciendo esto, expiró.

    47. Y cuando vio el Centurión lo que había acontecido, glorificó a Dios, diciendo: "Verdaderamente este hombre era justo".

    48. Y todo el gentío, que asistía a este espectáculo, y veía lo que pasaba(i), se volvía, dándose golpes en los pechos.

    49. Y todos los conocidos de Jesús, y las mujeres, que le habían seguido de Galilea, estaban de lejos mirando estas cosas.

    Jesús es sepultado

    50. Y he aquí un varón llamado José, el cual era senador(j), varón bueno y justo,

    51. Que no había consentido en el consejo, ni en los hechos de ellos, de Arimatea, ciudad de la Judea, el cual esperaba también el reino de Dios.

    52. Este llegó a Pilato, y le pidió el cuerpo de Jesús;

    53. Y habiéndole quitado(k), lo envolvió en una sábana, y lo puso en un sepulcro labrado en una peña, en el cual ninguno hasta entonces había sido puesto(l).

    54. Y era el día de parasceve(m), y ya rayaba el sábado(n).

    55. Y viniendo también(o) las mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea, vieron el sepulcro, y cómo fue depositado su cuerpo.

    56. Y volviéndose, prepararon aromas y ungüentos; y reposaron(p) el sábado conforme al mandamiento.