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miércoles, julio 17, 2024
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    Marcos 4 - Scio de San Miguel (Solo los Evangelios)

    Parábola del sembrador

    1. Y de nuevo se puso a enseñar a la orilla de la mar. Y se allegaron alrededor de él tantas gentes, que entrándose en un barco, se sentó dentro en la mar; y toda la gente estaba en tierra a la orilla.

    2. Y les enseñaba muchas cosas por parábolas, y les decía en su doctrina(a):

    3. "Oíd. He aquí salió el sembrador a sembrar.

    4. Y al tiempo de sembrar, una parte cayó cerca del camino; y vinieron las aves del cielo, y la comieron.

    5. Y otra cayó sobre pedregales, donde no tenía mucha tierra, y nació luego, porque no había profundidad de tierra;

    6. Mas luego que salió el sol, se asolanó, y como no tenía raíz, se secó.

    7. Y otra cayó entre espinas; y crecieron las espinas, y la ahogaron, y no dio fruto.

    8. Y otra cayó en buena tierra, y dio fruto, que subió, y creció; y uno dio a treinta, otro a sesenta, y otro a ciento".

    9. Y decía: "Quien tiene orejas para oír, oiga".

    10. Y cuando estuvo solo, le preguntaron los doce, que estaban con él(b), de la parábola(c).

    11. Y les dijo: "A vosotros es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera(d), todo se les trata por parábolas;

    12. Para que viendo vean, y no vean(e), y oyendo oigan, y no entiendan, no sea que alguna vez se conviertan, y les sean perdonados los pecados".

    13. Y les dijo: "¿No entendéis esta parábola? pues ¿cómo entenderéis todas las parábolas(f)?

    14. El que siembra, siembra la palabra.

    15. Y éstos son los de junto al camino, en los que la palabra es sembrada, mas cuando la han oído, viene al punto Satanás, y quita(g) la palabra, que fue sembrada en sus corazones.

    16. Y asimismo, éstos son los que reciben simiente en pedregales, los que cuando han oído la palabra, luego la reciben con gozo;

    17. Mas no tienen raíz en sí, antes son temporales(h); y después en levantándose la tribulación y la persecución por la palabra, luego se escandalizan.

    18. Y éstos son los que reciben la simiente entre espinas; los que oyen la palabra,

    19. Mas los afanes del siglo, y la ilusión de las riquezas, y las otras pasiones a que dan entrada, ahogan la palabra, y no da fruto alguno.

    20. Y éstos son los que reciben la simiente en buena tierra, los que oyen la palabra, y la reciben, y dan fruto, uno a treinta, otro a sesenta, y otro a ciento(i)".

    Nada oculto que no haya de ser manifestado

    21. Y les decía: "¿Por ventura se trae una antorcha para meterla debajo de un celemín(j) o debajo de la cama? ¿no la traen para ponerla sobre el candelero(k)?

    22. Porque no hay cosa escondida, que no haya de ser manifestada; ni cosa hecha en oculto, que no haya de venir en público(l).

    23. Si alguno tiene orejas para oír, oiga".

    24. Y les decía: "Atended a lo que vais a oír. Con la medida con que midiereis, os medirán a vosotros, y se os añadirá(m).

    25. Porque al que tiene se dará; y al que no tiene, aun lo que tiene(n) se le quitará".

    Parábola del crecimiento de la semilla

    26. Decía también: "Tal es el reino de Dios(o), como si un hombre echa la semilla sobre la tierra;

    27. Y que duerme, y se levanta de noche y de día, y la semilla brota, y crece sin que él lo advierta(p).

    28. Porque la tierra de suyo da fruto, primeramente yerba, después espiga, y por último grano lleno en la espiga.

    29. Y cuando ha producido los frutos, luego echa la hoz, porque la siega es llegada".

    Parábola de la semilla de mostaza

    30. Y decía: "¿A qué asemejaremos el reino de Dios? o ¿con qué parábola lo compararemos(q)?

    31. Como un grano de mostaza(r)

    32. Mas cuando fuere sembrado, sube, y crece más que todas las legumbres, y cría grandes ramas, de modo que las aves del cielo pueden morar bajo de su sombra".

    El uso que Jesús hace de las parábolas

    33. Y así les proponía la palabra con muchas parábolas como éstas, conforme a lo que podían oír(s);

    34. Y sin parábola no les hablaba; mas cuando estaba aparte con sus discípulos, se lo declaraba todo(t).

    Jesús calma la tempestad

    35. Y aquel día, cuando fue ya tarde, les dijo: "Pasemos enfrente".

    36. Y después de haber despedido la gente, lo tomaron así como estaba(u) en el barco; y había también con él otros barcos.

    37. Y se levantó una grande tempestad de viento, que metía las olas en el barco, de manera que éste se llenaba de agua.

    38. Y él mismo estaba en la popa durmiendo sobre un cabezal. Y le despiertan, y le dicen: "Maestro, ¿no se te da nada que perezcamos?"

    39. Y levantándose amenazó al viento, y dijo a la mar: "Calla, enmudece". Y cesó el viento(v), y sobrevino una grande bonanza.

    40. Y les dijo: "¿Por qué estáis medrosos(w)? ¿aun no tenéis fe?" Y tuvieron grande miedo, y decían el uno al otro: "¿Quién piensas es éste, que aun el viento y la mar le obedecen(x)?"