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miércoles, julio 17, 2024
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    Marcos 7 - Scio de San Miguel (Solo los Evangelios)

    Lo que contamina al hombre

    1. Y vinieron a él los fariseos, y algunos de los escribas, que habían llegado de Jerusalén.

    2. Y cuando vieron comer a algunos de sus discípulos con manos comunes, esto es, sin haberlas lavado, lo vituperaron.

    3. Porque los fariseos, y todos los Judíos, sino se lavan las manos muchas veces(a), no comen, siguiendo la tradición de los ancianos(b);

    4. Y cuando vuelven de la plaza, no comen, si antes no se bañan(c); y guardan muchas cosas que tienen por tradición(d), lavatorios de vasos, y de jarros, y de vasijas de metal, y de lechos.

    5. Y le preguntaban los fariseos, y los escribas: "¿Por qué tus discípulos no andan conformes a la tradición de los ancianos, sino que comen pan sin lavarse las manos?"

    6. Y él respondió, y les dijo: "Hipócritas, bien profetizó Isaías de vosotros, como está escrito: Este pueblo con los labios me honra, mas su corazón está lejos de mí(e).

    7. En vano pues me honran, enseñando doctrinas y mandamientos de hombres.

    8. Porque dejando el mandamiento de Dios, os asís de la tradición de los hombres, el lavar de los jarros, y de los vasos, y hacéis otras muchas cosas semejantes a estas".

    9. Y les decía: "Bellamente(f) hacéis vano el mandamiento de Dios por guardar vuestra tradición.

    10. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre, y a tu madre; y: El que maldijere al padre, o a la madre, muera de muerte.

    11. Mas vosotros decís: Basta que el hombre diga a su padre, o a su madre: ‘Cualquier Corban(g), esto es, el don que yo ofreciere, a ti aprovechará’(h),

    12. Y no le permitís hacer ninguna otra cosa mas por el padre, o por la madre,

    13. Invalidando la palabra de Dios por vuestra tradición, que enseñasteis; y hacéis otras muchas cosas semejantes a ésta".

    14. Y convocando de nuevo al pueblo, les decía: "Escuchadme todos, y entended.

    15. No hay cosa fuera del hombre(i), que entrando en él, le pueda ensuciar(j); mas las que salen de él, ésas son las que ensucian al hombre.

    16. Si hay quien tenga orejas para oír, oiga".

    17. Y luego que dejó la gente(k), y entró en casa, le preguntaban sus discípulos de la parábola.

    18. Y les dijo: "Qué ¿vosotros también tenéis tan poca inteligencia(l)? ¿No comprendéis, que toda cosa que de fuera entra en el hombre, no lo puede hacer inmundo,

    19. Porque no entra en su corazón, sino que pasa al vientre, y después se echa en lugares excusados(m), purgando todas las viandas?"

    20. Y les decía: "Las cosas, que salen del hombre, son las que ensucian al hombre.

    21. Porque de lo interior del corazón de los hombres salen los pensamientos malos, los adulterios, las fornicaciones(n), los homicidios,

    22. Los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, las deshonestidades, el ojo maligno(o), la blasfemia, la soberbia, la locura(p).

    23. Todos estos males de dentro salen, y hacen inmundo al hombre".

    La fe de la mujer sirofenicia

    24. Y levantándose de allí, se fue a los confines de Tiro y de Sidón; y entrando en una casa, quiso que nadie lo supiese, mas no se pudo encubrir(q).

    25. Porque una mujer, que tenía una hija poseída de un espíritu inmundo, cuando oyó hablar de él, entró, y se echó a sus pies.

    26. Y la mujer era gentil(r), Sirofenicia de nación. Y le rogaba, que echase de su hija al demonio.

    27. Jesús le dijo: "Deja primero hartarse los hijos; porque no es bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perros".

    28. Mas ella respondió, y dijo: "Así es, Señor, porque los cachorrillos(s) comen debajo de la mesa de las migajas de los hijos".

    29. Entonces le dijo: "Por esto que has dicho(t)

    30. Y cuando llegó a su casa, halló a su hija echada sobre la cama, y que había salido de ella el demonio(u).

    Jesús sana a un sordomudo

    31. Y saliendo otra vez de los confines de Tiro, fue por Sidón al mar de Galilea, atravesando el territorio de Decápolis.

    32. Y le trajeron un sordo y mudo(v), y le rogaron que pusiese la mano sobre él.

    33. Y sacándole aparte de entre la gente(w), le metió los dedos en sus orejas, y escupiendo, le tocó su lengua;

    34. Y mirando al cielo, gimió y le dijo: "Ephphetha", que quiere decir: "Se abierto".

    35. Y luego fueron abiertas sus orejas, y fue desatada la ligadura(x) de su lengua, y hablaba bien(y).

    36. Y les mandó que a nadie lo dijesen. Pero cuanto más se lo mandaba, tanto más lo divulgaban;

    37. Y tanto más se maravillaban, diciendo: "Bien lo ha hecho todo; y a los sordos ha hecho oír, y a los mudos hablar".