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viernes, julio 19, 2024
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    Mateo 12 - Scio de San Miguel (Solo los Evangelios)

    Los discípulos recogen espigas en el día de reposo

    1. En aquel tiempo andaba Jesús un día de sábado(a) por unos sembrados. Y sus discípulos, como tuviesen hambre, comenzaron a cortar espigas, y a comer.

    2. Y los fariseos, cuando lo vieron, le dijeron: "Mira que tus discípulos hacen(b) lo que no es lícito hacer en sábado".

    3. Pero él les dijo: "¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él tuvo hambre, y los que con él estaban?

    4. ¿Cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no le era lícito comer, ni a aquellos que con él estaban, sino a solos los sacerdotes?

    5. O ¿no habéis leído en la ley, que los sacerdotes los sábados en el templo quebrantan el sábado(c), y son sin pecado?

    6. Pues dígoos, que aquí está, el que es mayor que el templo(d).

    7. Y si supiéseis qué es: Misericordia quiero, y no sacrificio, jamás condenaríais a los inocentes(e).

    8. Porque el Hijo del hombre es Señor aun del sábado".

    El hombre de la mano seca

    9. Y habiendo pasado de allí, vino a la sinagoga de ellos(f).

    10. Y he aquí un hombre, que tenía la mano seca. Y ellos por acusarle, le preguntaron, diciendo: ¿Si es lícito curar en los sábados(g)?

    11. Y él les dijo: "¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere el sábado en un hoyo, por ventura no echará mano, y la sacará?

    12. Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Así que lícito es hacer bien en sábados".

    13. Entonces dijo al hombre: "Extiende tu mano". Y él la extendió, y le fue restituida sana como la otra.

    14. Mas los fariseos saliendo de allí, consultaban contra él, cómo le harían morir(h).

    El siervo escogido

    15. Y Jesús sabiéndolo, se retiró de aquel lugar. Y fueron muchos en pos de él, y los sanó a todos(i);

    16. Y les mandó, que no le descubriesen;

    17. Para que se cumpliese, lo que fue dicho por el profeta Isaías, que dice(j):

    18. He aquí(k) mi siervo(l), que escogí, mi amado, en quien se agradó mi alma. Pondré mi espíritu sobre él, y anunciará justicia(m) a las gentes.

    19. No contenderá, ni voceará(n), ni oirá ninguno su voz en las plazas.

    20. No quebrará la caña que está cascada(o), ni apagará la torcida que humea, hasta que saque a victoria el juicio(p).

    21. Y las gentes esperarán en su nombre.

    La blasfemia contra el Espíritu Santo

    22. Entonces le trajeron un endemoniado, ciego y mudo. Y le sanó, de modo que habló y vio.

    23. Y quedaban pasmadas todas las gentes, y decían: "¿Por ventura es éste el Hijo de David(q)?"

    24. Mas los fariseos, oyéndolo, decían: "Éste no lanza los demonios sino en virtud de Beelzebub, príncipe de los demonios".

    25. Y Jesús sabiendo los pensamientos de ellos, les dijo: "Todo reino dividido contra sí mismo, desolado será(r); y toda ciudad, o casa dividida contra sí misma no subsistirá.

    26. Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido: pues ¿cómo subsistirá su reino(s)?

    27. Y si yo lanzo los demonios en virtud de Beelzebub, ¿en virtud de quién los lanzan vuestros hijos(t)? Por eso serán ellos vuestros jueces.

    28. Mas si yo lanzo los demonios por el espíritu de Dios, ciertamente a vosotros ha llegado el reino de Dios.

    29. O ¿cómo puede alguno entrar en la casa del fuerte(u), y saquear sus alhajas, si primero no hubiere atado al fuerte? y entonces saqueará su casa.

    30. El que no es conmigo, contra mí es; y el que no allega conmigo, esparce(v).

    31. Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia(w) serán perdonados a los hombres, mas(x) la blasfemia del Espíritu no será perdonada(y).

    32. Y todo el que dijere palabra contra el Hijo del hombre, perdonada le será(z); mas el que la dijere contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este siglo, ni en el otro(a).

    33. O haced el árbol bueno, y su fruto bueno; o haced el árbol malo(b), y su fruto malo(c); porque el árbol por el fruto es conocido.

    34. Raza de víboras, ¿cómo podéis hablar cosas buenas, siendo malos? Porque de la abundancia(d) del corazón habla la boca(e).

    35. El hombre bueno del buen tesoro saca buenas cosas(f); mas el hombre malo del mal tesoro saca malas cosas.

    36. Y dígoos, que de toda palabra ociosa(g), que hablaren los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio.

    37. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado".

    La generación perversa demanda señal

    38. Entonces le respondieron ciertos escribas y fariseos, diciendo: "Maestro, queremos ver señal de ti(h)".

    39. Él les respondió, diciendo: "La generación mala y adulterina(i) señal pide, mas no le será dada señal, sino la señal de Jonás el profeta.

    40. Porque así como Jonás(j) estuvo tres días y tres noches en el vientre de la ballena, así estará el Hijo del hombre tres días y tres noches en el corazón de la tierra(k).

    41. Los Ninivitas se levantarán en juicio con esta generación, y la condenarán, porque hicieron penitencia por la predicación de Jonás. Y he aquí en este lugar más que Jonás(l).

    42. La reina del Austro(m) se levantará en juicio con esta generación, y la condenará; porque vino de los fines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón(n).

    El espíritu inmundo que vuelve

    43. Cuando el espíritu inmundo(o) ha salido de un hombre(p), anda por lugares secos(q), buscando reposo, y no le halla.

    44. Entonces dice: 'Me volveré a mi casa, de donde salí'. Y cuando viene, hállala desocupada, barrida, y alhajada.

    45. Entonces va, y toma consigo otros siete(r) espíritus peores que él; y entran dentro y moran allí; y lo postrero de aquel hombre es peor que lo primero. Así también acontecerá a esta generación muy mala".

    La madre y los hermanos de Jesús

    46. Cuando estaba todavía hablando a las gentes, he aquí su madre y hermanos estaban fuera, que le querían hablar.

    47. Y le dijo uno: "Mira que tu madre, y tus hermanos(s) están fuera, y te buscan".

    48. Y él respondiendo al que le hablaba, le dijo: "¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos(t)?"

    49. Y extendiendo la mano hacia sus discípulos, dijo: "Ved aquí mi madre, y mis hermanos.

    50. Porque todo aquel que hiciere la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre(u)".