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jueves, julio 18, 2024
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    Mateo 13 - Scio de San Miguel (Solo los Evangelios)

    Parábola del sembrador

    1. En aquel día saliendo Jesús de la casa(a), se sentó a la orilla de la mar.

    2. Y se llegaron a él muchas gentes, por manera que entrando en un barco se sentó; y toda la gente estaba en pie a la ribera.

    3. Y les habló muchas cosas por parábolas(b). Diciendo: "He aquí que salió un sembrador a sembrar.

    4. Y cuando sembraba, algunas semillas cayeron junto al camino; y vinieron las aves del cielo, y las comieron,

    5. Otras(c) cayeron en lugares pedregosos, en donde no tenían mucha tierra; y nacieron luego, porque no tenían tierra profunda;

    6. Mas en saliendo el sol, se quemaron; y se secaron, porque no tenían raíz.

    7. Y otras cayeron sobre las espinas; y crecieron las espinas, y las ahogaron.

    8. Y otras cayeron en tierra buena; y rendían fruto, una a ciento, otra a sesenta, y otra a treinta(d).

    9. El que tiene orejas para oír, oiga(e)".

    Propósito de las parábolas

    10. Y llegándose los discípulos, le dijeron: "¿Por qué les hablas por parábolas(f)".

    11. Él les respondió, y dijo: "Porque a vosotros os es dado saber los misterios(g) del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado.

    12. Porque al que tiene, se le dará, y tendrá más; mas al que no tiene, aun lo que tiene(h), se le quitará.

    13. Por eso les hablo por parábolas; porque viendo(i) no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.

    14. Y se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no veréis(j).

    15. Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado(k), y de las orejas oyeron pesadamente, y cerraron sus ojos, para que no vean de los ojos, y oigan de las orejas, y del corazón entiendan, y se conviertan, y los sane(l).

    16. Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven, y vuestras orejas, porque oyen.

    17. Porque en verdad os digo, que muchos profetas(m) y justos codiciaron ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.

    Jesús explica la parábola del sembrador

    18. Vosotros pues oíd la parábola del que siembra.

    19. Cualquiera que oye la palabra del reino(n), y no la entiende, viene el malo, y arrebata(o) lo que se sembró en su corazón: éste es el que fue sembrado junto al camino.

    20. Mas el que fue sembrado sobre las piedras, éste es, el que oye la palabra, y por el pronto la recibe con gozo;

    21. Pero no tiene en sí raíz, antes es de poca duración(p), y cuando le sobreviene tribulación y persecución por la palabra, luego se escandaliza.

    22. Y el que fue sembrado entre las espinas, éste es, el que oye la palabra, pero los cuidados de este siglo, y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y queda infructuosa(q).

    23. Y el que fue sembrado en tierra buena, éste es, el que oye la palabra, y la entiende, y lleva fruto, y uno lleva a ciento, y otro a sesenta, y otro a treinta(r)".

    Parábola del trigo y la cizaña

    24. Otra parábola les propuso, diciendo: "Semejante es el reino de los cielos a un hombre, que sembró buena simiente en su campo.

    25. Y mientras dormían los hombres, vino su enemigo, y sembró zizaña(s) en medio del trigo, y se fue.

    26. Y después que creció la yerba, e hizo fruto, apareció también entonces la zizaña.

    27. Y llegando los siervos del padre de familias, le dijeron: 'Señor ¿por ventura no sembraste buena simiente en tu campo? pues ¿de dónde tiene zizaña?'

    28. Y les dijo: 'Hombre enemigo ha hecho esto'. Y le dijeron los siervos: '¿Quieres que vamos, y la cojamos?'

    29. 'No, les respondió: no sea que cogiendo la zizaña, arranquéis también con ella el trigo(t).

    30. Dejad crecer lo uno y lo otro hasta la siega, y en el tiempo de la siega diré a los segadores: Coged primeramente la zizaña, y atadla en manojos para quemarla: mas el trigo recogedlo en mi granero'".

    Parábola de la semilla de mostaza

    31. Otra parábola les propuso, diciendo: "Semejante es el reino de los cielos a un grano de mostaza(u), que tomó un hombre, y sembró en su campo.

    32. Éste en verdad es el menor de todas las simientes; pero después que crece, es mayor que todas las legumbres, y se hace árbol, de modo que las aves del cielo vienen a anidar en sus ramas(v)".

    Parábola de la levadura

    33. Les dijo otra parábola: "Semejante es el reino de los cielos a la levadura que toma una mujer, y la esconde en tres medidas de harina, hasta que todo queda fermentado(w)".

    El uso que Jesús hace de las parábolas

    34. Todas estas cosas habló Jesús al pueblo por parábolas; y no le hablaba sin parábolas,

    35. Para que se cumpliese lo que había dicho el profeta(x), que dice: Abriré en parábolas mi boca, rebosaré cosas escondidas desde el establecimiento del mundo.

    36. Entonces despedidas las gentes, se vino a casa, y llegándose a él sus discípulos, le dijeron: "Explícanos la parábola de la zizaña del campo".

    37. Él les respondió, y dijo: "El que siembra la buena simiente, es el Hijo del hombre;

    38. Y el campo es el mundo; y la buena simiente son los hijos del reino; y la zizaña son los hijos de la iniquidad(y);

    39. Y el enemigo, que la sembró, es el diablo; y la siega, es la consumación del siglo; y los segadores, son los ángeles.

    40. Por manera que así como es cogida la zizaña, y quemada al fuego, así será en la consumación del siglo.

    41. Enviará el Hijo del hombre sus ángeles, y cogerán de su reino(z) todos los escándalos(a), y a los que obran iniquidad;

    42. Y echarlos han en el horno del fuego; allí será el llanto, y el crujir de dientes.

    43. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene orejas para oír, oiga(b).

    El tesoro escondido

    44. Semejante es el reino de los cielos a un tesoro escondido en el campo, que cuando lo halla un hombre, lo esconde, y por el gozo de ello va, y vende cuanto tiene, y compra aquel campo(c).

    La perla de gran precio

    45. Asimismo es semejante el reino de los cielos a un hombre negociante(d), que busca buenas perlas(e).

    46. Y habiendo hallado una de gran precio(f), se fue, y vendió cuanto tenía y la compró.

    La red

    47. También el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en la mar, allega todo género de peces;

    48. Y cuando está llena, la sacan a la orilla, y sentados allí, escogen los buenos, y los meten en vasijas(g), y echan fuera a los malos(h).

    49. Así será en la consumación del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos.

    50. Y los meterán en el horno del fuego; allí será el llanto, y el crujir de dientes.

    Tesoros nuevos y viejos

    51. ¿Habéis(i) entendido todas estas cosas?" Ellos dijeron: "Sí".

    52. Y les dijo: "Por eso todo escriba instruido en el reino de los cielos, es semejante a un padre de familias, que saca de su tesoro(j) cosas nuevas y viejas(k)".

    Jesús en Nazaret

    53. Y cuando Jesús hubo acabado estas parábolas, se fue de allí.

    54. Y vino a su patria(l) y los instruía en las sinagogas de ellos, de modo que se maravillaban, y decían: "¿De dónde a este este saber, y maravillas?

    55. ¿Por ventura no es este el hijo del artesano(m)? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos(n) Santiago, y José, y Simón, y Judas?

    56. ¿Y sus hermanas(o) no están todas entre nosotros? Pues ¿de dónde a este todas estas cosas?"

    57. Y se escandalizaban en él. Mas les dijo Jesús: "No hay profeta sin honra, sino en su patria y en su casa(p)".

    58. Y no hizo allí muchos milagros a causa de la incredulidad(q) de ellos.