24.2 C
Miami
domingo, junio 30, 2024
Más


    1 Pedro 4 - Jünemann Septuaginta en español

    Buenos administradores de la gracia de Dios

    1. Nueva vida. Gozo en la tribulación Habiendo, pues, Cristo, padecido en carne, también vosotros del mismo pensamiento armaos; pues, quien padece en carne, ha cesado de pecado;

    2. para no ya para de hombres concupiscencias, sino, para voluntad de Dios, el restante, en carne, vivir tiempo.

    3. Pues basta que el pasado tiempo, el querer de las gentes hayan cumplido, caminando en lascivias, concupiscencias, vinolencias, bacanales, potaciones y criminales idolatrías.

    4. Por lo que se extrañan de que no concurráis al mismo de la lujuria desenfreno, blasfemando;

    5. los que darán cuenta al que pronto está a juzgar vivos y muertos.

    6. Pues para esto también a los muertos(a) se ha evangelizado; para que de una parte sean juzgados, según hombres, de carne; vivan, empero, según Dios, de espíritu.

    7. Mas de todas las cosas el fin se ha acercado. Moderaos, pues, y templaos para oraciones;

    8. pero, ante todo, la entre vosotros caridad continua teniendo; porque la caridad cubre muchedumbre de pecados.

    9. Hospitalarios unos con otros sin murmuración;

    10. cada uno, según ha recibido carisma, entre vosotros ministrándolo, como buenos dispensadores de varia gracia de Dios.

    11. Si alguno habla, como dichos de Dios; si alguno ministra, como con fuerza que suministra Dios; para que en todo glorificado sea Dios por Jesucristo; a quien es la gloria y el imperio por los siglos de los siglos; amén.

    Padeciendo como cristianos

    12. Amados, no os extrañéis del en vosotros fuego para prueba a vosotros encendido, como de cosa extraña a vosotros acontecida;

    13. sino que, por cuanto participáis de los de Cristo padecimientos, gozaos; para que también en la revelación de su gloria os gocéis, alborozándoos.

    14. Si se os ultraja en nombre de Cristo, bienaventurados; pues el de la gloria y potestad y el de Dios espíritu sobre vosotros reposa.

    15. Pero nadie de vosotros padezca como homicida, o ladrón o malhechor, o como de lo ajeno codicioso;

    16. mas, si como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios en este nombre.

    17. Porque(b), el tiempo de empezar el juicio por la casa de Dios; pero, si primeramente por nosotros, ¿cuál, el fin de los que desobedecen al de Dios Evangelio?

    18. Y si el justo apenas se salva, el impío y pecador ¿dónde parecerá?

    19. Así que también los que padecen, según la voluntad de Dios, al fiel Creador encomienden sus almas, en beneficencia.