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viernes, julio 19, 2024
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    1 Reyes 8 - Jünemann Septuaginta en español

    Salomón traslada el arca al templo

    1. Dedicación del templo Y aconteció, cuando hubo terminado Salomón de edificar la casa del Señor y la casa suya, después de veinte años; entonces congregó el rey Salomón a todos los ancianos de Israel, y a los príncipes de las tribus y a los jefes de las familias de los hijos de Israel, cerca del rey Salomón, en Sión, para llevar el Arca de la Alianza del Señor, desde la ciudad de David;

    2. y congregáronse cerca del rey Salomón todo varón de Israel en el mes de Etanim, en la fiesta; él, el mes séptimo.

    3. Y vinieron todos los ancianos de Israel, y llevaron los sacerdotes el arca,

    4. y subieron el Arca del Señor y el tabernáculo del testimonio, y subiéronlos los sacerdotes y los levitas.

    5. Y el rey y todo Israel, delante del arca, sacrificando ovejas y bueyes innumerables, que no se contarán por su muchedumbre.

    6. E introducen los sacerdotes el Arca de la Alianza del Señor en el lugar de ella: en el oráculo de la casa, en el santo de los santos, bajo las alas de los querubines.

    7. Porque los querubines desplegados estaban de las alas sobre el lugar del arca; y cubrían los querubines en torno sobre el arca y sobre las cosas sacras de ella por encima,

    8. y sobresalían las varas; y veíanse las cabezas de las varas, desde el santo a la faz del oráculo y no se veían desde afuera; y quedaron allí hasta este día.

    9. No había en el arca sino dos tablas petrinas, las tablas del pacto, las que puso Moisés en Horeb, las que pactó Moisés con los hijos de Israel, cuando salieron de tierra de Egipto.

    10. Y aconteció, cuando salieron los sacerdotes del santo que la nube llenó la casa del Señor.

    11. Y no podían los sacerdotes detenerse a ministrar, a faz de la nube; pues llenaba la casa la gloria del Señor.

    Dedicación del templo

    12. Entonces dijo Salomón: «Señor, has dicho habitar en tinieblas.»

    13. He edificado casa de habitación para ti, afianzamiento de tu sede por los siglos.»

    14. Y volvió el rey su faz, y bendijo el rey a todo Israel; y toda la congregación de Israel estaba de pie.

    15. Y dijo: «Bendito el Señor, el Dios de Israel hoy, quien habló en su boca, de David mi padre, y en sus manos cumplió, diciendo:

    16. «Desde el día que saqué a mi pueblo, a Israel de Egipto, no he elegido, en ciudad, en un cetro(a) de Israel, para edificar casa, para estar mi nombre allí, y elegí a David para estar sobre mi pueblo de Israel.

    17. Y vino sobre el corazón de David, mi padre, edificar la casa al nombre del Señor, Dios de Israel.»

    18. Y dijo el Señor a David, mi padre: «Por cuanto ha venido sobre tu corazón edificar casa a mi nombre; bellamente has hecho por haber venido sobre tu corazón.

    19. Empero tú no edificarás la casa, sino que el hijo tuyo, el salido de tus costados, éste edificará la casa a mi nombre.»

    20. Y suscitó(b) el Señor su palabra que habló, y me levanté, por David, mi padre y sentéme sobre el trono de Israel, según habló el Señor, y edifiqué la casa al nombre del Señor, Dios de Israel.

    21. Y he puesto allí lugar para el arca en que está, allí, el pacto del Señor que pactó el Señor con nuestros padres, al sacarlos él, de tierra de Egipto.»

    22. Y púsose Salomón a faz del altar del Señor, delante de toda la congregación de Israel; y extendió sus manos al cielo,

    23. y dijo: «Señor, Dios de Israel, no hay como tú, Dios en el cielo arriba y sobre la tierra abajo, guardando alianza y misericordia para con tu siervo que camina delante de ti en todo su corazón;

    24. como guardaste para con tu siervo David, mi padre; pues que hablaste en tu boca y en tus manos ampliaste, como este día(c).

    25. Y ahora, Señor, Dios de Israel, guarda para con tu siervo David, mi padre, lo que le hablaste, diciendo: «No te será quitado varón de delante de mi faz, sentado sobre el trono de Israel, como guarden tus hijos sus caminos para andar a faz mía, así como has andado a faz de mí.»

    26. Y ahora Señor, Dios de Israel, confírmese ya tu palabra que hablaste a tu siervo, a David mi padre.

    27. «¿Qué si verdaderamente habitará Dios con los hombres sobre la tierra? Si el cielo y cielo del cielo no han de bastarte —¿empero también esta casa que he edificado a tu nombre?

    28. Y mirarás a la oración de tu siervo y a mi súplica, Señor, Dios de Israel, para escuchar la oración que tu siervo ora, delante de ti, a ti hoy,

    29. para que estén tus ojos abiertos a esta casa, día y noche, al lugar que dijiste: «Estará mi nombre allí para escuchar la oración que ora tu siervo a este lugar, día y noche.

    30. Y escucharás la súplica de tu siervo, y de tu pueblo, Israel, lo que oraren a este lugar; y tú escucharás en el lugar de tu habitación, en el cielo, y harás y propicio serás.

    31. Cuanto hubiere pecado cada uno contra su prójimo, y si tomare sobre él maldición, maldiciéndole, y viniere y confesare a faz de tu altar en esta casa;

    32. tu escucharás desde el cielo y harás; y juzgarás a tu pueblo de Israel, para que sea culpado el culpable, dando su camino sobre su cabeza; y para justificar al justo, dándole según su justicia.

    33. Cuando caiga tu pueblo de Israel delante de enemigos (pues pecarán contra ti, y se convertirán y confesarán tu nombre y orarán y suplicarán en esta casa);

    34. tú escucharás desde el cielo y propicio serás a los pecados de tu pueblo de Israel, y los volverás a la tierra que diste a sus padres.

    35. Cuando cerrado fuere el cielo y no hubiere lluvia (pues pecarán contra ti, y orarán en este lugar y confesarán tu nombre, y de sus pecados se convertirán, cuando los humillares);

    36. escucharás desde el cielo y propicio serás a sus pecados de tu siervo y de tu pueblo de Israel; pues les mostrarás el camino bueno para andar en él; y darás lluvia sobre la tierra que has dado a tu pueblo en herencia.

    37. Hambre si sobreviniere, muerte si sobreviniere (pues habrá inflamación); langosta, tizón si sobreviniere, y si le atribulare su enemigo en una de sus ciudades; toda calamidad, todo trabajo,

    38. toda oración, toda súplica si se hiciere por todo hombre de todo el pueblo de Israel, cuando conociere cada cual una llaga de su corazón y extendiere sus manos a esta casa;

    39. tú escucharás del cielo, de tu preparada mansión, y propicio serás, y harás y darás al varón según todos sus caminos, según que conocieres su corazón; pues tú solísimo conoces el corazón de todos los hijos de los hombres;

    40. a fin de que te teman todos los días cuantos ellos vivieren sobre la tierra que diste a nuestros padres.

    41. También al extranjero, que no es de tu pueblo de Israel, éste, y viniere de tierra lejana por causa de tu nombre, pues oirán tu nombre el grande, y tu mano la fuerte y tu brazo el extendido;

    42. y vendrán en este lugar;

    43. tú escucharás del cielo, de tu preparada mansión, y harás según todo cuanto te invocare el extranjero; a fin de que conozcan todos los pueblos de la tierra tu nombre y te teman, según te teme el pueblo de Israel, y conozcan que tu nombre está invocado sobre esta casa que edifiqué.

    44. Que saldrá tu pueblo a guerra sobre sus enemigos en el camino que los volverás; y orarán en nombre del Señor camino(d) de la ciudad que has elegido, en ella, y de la casa que he edificado a tu nombre;

    45. y tú escucharás, del cielo su plegaria y su oración, y harás justicia a ellos;

    46. porque pecarán, que no hay hombre que no peque; y les precipitarás y les entregarás a faz de enemigos, y cautivarán los cautivadores a tierra del enemigo, lejos o cerca;

    47. y convertirán sus corazones en la tierra a que hubieren sido transportados, y convertiránse en tierra de su transmigración y te suplicarán diciendo: «Hemos pecado, prevaricado, delinquido.»

    48. Y convertiránse a ti en todo su corazón y toda su alma, en la tierra de sus enemigos a donde los habrás trasladado, y orarán a ti camino de su tierra que diste a sus padres, y de la ciudad que has elegido y de la casa que edifiqué a tu nombre;

    49. y escucharás, del cielo, de tu preparada mansión, su oración y su plegaria y harás juicio de ellos;

    50. y propicio serás a sus iniquidades que han pecado contra ti, y según todas las prevaricaciones que han prevaricado contra ti; y les darás en lástimas a faz de los que les cautivan y se lastimarán de ellos;

    51. porque pueblo tuyo y heredad tuya, los que sacaste de Egipto de en medio de horno férreo.

    52. Y estén tus ojos y tus orejas abiertos a la plegaria de tu siervo, y a la plegaria de tu pueblo de Israel para escucharles en todo lo que invocaren;

    53. pues tú te los segregaste en heredad de entre todos los pueblos de la tierra, según que hablaste en mano de tu siervo Moisés, al sacar tú a nuestros padres de tierra de Egipto, Señor, Señor!» Entonces habló Salomón acerca de la casa, cuando acabó de edificarla: «Al sol ha manifestado en cielo: El Señor dijo habitar en tinieblas: Edifica tú mi casa; casa decorosa a ti mismo, para habitar sobre novedad.» —¿Acaso, he aquí no está ésta(e) escrita en el libro del Cantar?»—(f).

    54. Y aconteció, como terminó Salomón de orar al Señor toda esta oración y plegaria, levantóse de faz del altar del Señor, habiendo estado de hinojos, y sus manos extendidas al cielo.

    55. Y paróse y bendijo a toda congregación de Israel con voz grande, diciendo:

    56. «Bendito Señor hoy quien ha dado reposo a su pueblo Israel, según todo cuanto habló; no ha disonado palabra una en todas sus palabras las buenas que habló en mano de su siervo Moisés.

    57. Sea el Señor, nuestro Dios, con nosotros, según que fue con nuestros padres; no nos abandone ni nos aparte,

    58. a declinar nuestro corazón de él, para andar en todos sus caminos y guardar todos sus mandamientos y preceptos(g) que mandó a nuestros padres.

    59. Y sean estas mis palabras (cual ha suplicado a faz del Señor, nuestro Dios) allegándose al Señor, nuestro Dios, día y noche, para hacer la justificación de tu siervo y la justificación de tu pueblo Israel, palabra(h) de día en día del año.

    60. Para que conozcan todos los pueblos de la tierra que el Señor Dios, él,(i) Dios y no más.

    61. Y sean nuestros corazones perfectos ante el Señor, nuestro Dios; y para santamente andar en sus preceptos y guardar sus mandamientos, como este día.»

    62. Y el rey y todos los hijos de Israel con él sacrificaron sacrificio a faz del Señor.

    63. Y sacrificó el rey Salomón los sacrificios de los pacíficos que sacrificó al Señor: de bueyes veintidós millares, de ovejas ciento veinte millares; y dedicó la casa del Señor el rey y todos los hijos de Israel.

    64. Aquel día santificó el rey en medio del aula, el en enfrente de la casa del Señor; porque hizo allí el holocausto y las hostias y las grosuras de los pacíficos; pues el altar, el broncíneo, el que está enfrente del Señor era pequeño(j), para poder contener el holocausto y las hostias de los pacíficos(k).

    65. E hizo Salomón la fiesta en aquel día, y todo Israel con él: hubo una congregación grande, desde la entrada de Emat hasta el río de Egipto, delante del Señor, nuestro Dios, durante siete días y siete días: catorce días.

    66. Y en el día el octavo despidió al pueblo; y bendijeron al rey, y retiróse cada cual a sus tiendas alegrándose, lleno de gozo el corazón por todos los bienes que hizo el Señor a David, su siervo, y a Israel, su pueblo.